Con la totalmente renovada colección Louis Vuitton Escale, la prestigiosa marca francesa deja claro definitivamente que para ella los relojes han dejado de ser un mero accesorio. Entra las grandes marcas de lujo cuyo producto primario no son los relojes, siempre ha existido un dilema. La primera opción es ofrecerlos a modo de accesorio asequible para sus clientes habituales, que obviamente es la estrategia más fácil de llevar a cabo. La segunda es otorgar a su relojería el mismo nivel e importancia que tienen los productos que les han concedido el prestigio. Esta segunda opción es la más compleja e incluso peligrosa ya que implica saltar al ring con los pesos pesados de este mercado.
Personalmente, yo tengo muy claro que para una firma de prestigio en el sector del lujo solo hay dos opciones coherentes; no vender relojes o hacerlo con piezas del máximo nivel. La opción de vender relojes baratos solo hace que desprestigiar la marca. Si atendemos a las marcas de renombre en el sector de la moda, la mayoría optan por la vía fácil de ofrecer los relojes como accesorios de bajo precio, pero no ocurre igual con los grandes actores del sector del lujo. Para Cartier o Bvlgari, los relojes nunca han sido un accesorio y forman una división importante de su negocio. Hace relativamente pocos años, Chanel se ha apuntado a esta vía con un éxito indiscutible. Más recientemente, dos de las marcas más prestigiosas del sector del lujo han abandonado la política de reloj-accesorio y ya están presentando piezas del máximo nivel. Me refiero a Hermès y a Louis Vuitton, dos históricas firmas que parecen seguir rutas similares en su tratamiento de la relojería.
La total revisión de su colección de relojería Escale es la prueba fehaciente de que Louis Vuitton se atreve a entrar en el que es probablemente el segmento de mercado más difícil y arriesgado; el de los relojes clásicos «de vestir» de muy alta gama. Es un sector arriesgado porque te enfrentas directamente a nombres como Patek Philippe, Vacheron Constantin, Audemars Piguet o A. Lange & Söhne, marcas que llevan siglos en la cumbre de la Alta Relojería. El desafío más complejo para Louis Vuitton es el de lograr que el público perciba el mismo prestigio en sus relojes que en sus bolsos y piezas de equipaje. Afortunadamente, parece que esta histórica firma francesa no tiene dudas en la estrategia a seguir en su división relojera, algo que ya demostró con la nueva colección Tambour del 2023 y con el Voyager Flying Tourbillon presentado en marzo de este mismo año (artículo) y que ahora reafirma con estos nuevos Escale.
Las versiones del Louis Vuitton Escale
Iniciaré este test en un orden atípico, atendiendo en primer lugar a las versiones del nuevo Escale que nos presenta Louis Vuitton. Lo hago así, porque entre ellos hay significativas diferencias. Por tanto, empezar a tratar los diversos apartados del reloj sin haber expuesto previamente las diferentes versiones resultaría imposible.
Son cuatro las variantes que se ofrecen inicialmente de la colección Louis Vuitton Escale. Dos de ellas recurren al oro rosa para sus cajas, mientras que las otras dos se decantan por el platino. A pesar de que el empleo de estos metales nobles ya implican de por sí importantes diferencias, todo se acentúa por el hecho de que cada una de las cuatro versiones presenta también una esfera diferente. A ello, hay que añadir que una de las versiones de platino decora su caja con un importante engaste de diamantes, lo que le traslada a otro segmento, el de reloj-joya.
En el fondo, esta nueva colección Escale puede considerarse como la versión más elegante y lujosa de la reciente colección Tambour, ya que comparten su alto nivel de calidad e incluso el espectacular mecanismo que equipan. Obviamente hay entre ellos notables diferencias, que ahora vamos a descubrir.
Una caja clásica
La caja de los relojes de la colección Louis Vuitton Escale recurre a una geometría perfectamente redonda. Su diámetro, común a los cuatro modelos que se presentan, es de 39 milímetros, un tamaño perfecto para un reloj de este tipo. Es tan solo 1 mm menor que el de los relojes de la colección Tambour y por tanto este factor no representa una diferencia significativa entre ambas colecciones. La gran diferencia es que los Escale no equipan un brazalete metálico, el elemento que confiere a los Tambour su carácter «deportivo-elegante».
Las cuatro versiones del Louis Vuitton Escale recurren a una correa de piel como sistema de sujeción, algo inherente a los relojes más clásicos destinados a ser vestidos en ocasiones especiales. Al contrario de la norma no escrita, pero establecida, Louis Vuitton se ha decantado por piel de becerro en lugar de la habitual piel de aligator para estas correas. Aparte de cuestiones estéticas, que siempre son subjetivas, esta es una decisión que aplaudo por dos motivos; confiere más versatilidad al reloj y una mucho mayor durabilidad.
A pesar de la aparente simplicidad de una geometría redonda, la caja de los Louis Vuitton Escale incorporan una serie de detalles decorativos que la convierten en un objeto de indudable personalidad. El más notable lo apreciamos observando la carrura de la caja, donde adquieren protagonismo las asas, que se unen a la caja superponiéndose a ella mediante una pieza que se adapta a la curvatura de la carrura y que emula la forma de los refuerzos de latón de los icónicos baúles Louis Vuitton.
Como contraposición a las formas predominantemente curvas de la caja de los Escale, los diseñadores de Louis Vuitton han decidido seguir una geometría octogonal en su corona, cuya cúpula está decorado con las emblemáticas iniciales que forman el monograma de la marca. Al bisel se le aplica un acabado pulido, mientras que la decoración de la carrura es satinada. Las asas aplican el pulido en el plano superior y el satinado en el lateral. Por su parte, el cristal de zafiro que protege la esfera, con el fin de no distorsionar ni perjudicar la lectura, adquiere una curva extremadamente suave.
La versión que se aparta de la norma en estas cuatro versiones de los Escale es la que implementa un engaste de diamantes para decorar su caja de platino. Como era de esperar, no se trata de un engaste convencional ya que Louis Vuitton decide emplear para ello 161 diamantes baguette, un tipo de talla que requiere de gemas de considerable tamaño. Ello se refleja en un peso total de 5,65 quilates, una cifra muy considerable. Esta es una pieza muy especial, cuyo destino es un tipo de cliente o clienta que ya posee una importante colección de relojes de alta gama y que busca un reloj muy enfocado a las grandes ocasiones.
En resumen, la geometría general de la caja es la más básica, pero todos los detalles que hemos mencionado le otorgan un carácter muy personal. El resultado me parece atractivo, con la cualidad de no entrar en ningún tipo de estridencia estilística, lo cual nunca es fácil de conseguir. El tipo de metal noble empleado en la caja, oro rosa o platino, siempre influye en el carácter específico de un reloj, pero dado que las esferas de cada modelo son muy diferentes, el resultado final depende más del conjunto de los dos elementos.
Una esfera exquisita
Las esferas de los dos modelos con caja de oro rosa del Escale comparten muchos elementos comunes de diseño. En el perímetro más exterior encontramos un anillo plateado al que se aplica un acabado satinado. En él se ubican los índices de los minutos, para los cuales Louis Vuitton ha decidido recurrir a microbolas de oro rosa, una opción sumamente elegante.
A la zona central de la esfera de los dos modelos de oro rosa, separada del anillo externo por un delicado anillo de oro, se le aplica un acabado arenado, que es mi terminación predilecta en este tipo de reloj. La diferencia entre estas dos versiones es precisamente el color de esta zona; plateada o azul. Los índices horarios, realizados en oro rosa, adquieren una elegante forma trapezoidal, salvo los correspondientes a las 3, 6, 9 y 12 horas, cuyo original diseño emula de nuevo los refuerzos angulados de latón de los artículos de equipaje de Louis Vuitton.
Un detalle sumamente importante es que todos los elementos que hemos descrito de la esfera son aplicados. Este término implica que las indicaciones de una esfera no están impresas ni pintadas en su base. Se trata de piezas sólidas que se fija sobre la esfera encajándolas en unas perforaciones realizadas previamente. Ello otorga una gran sensación de volumen y de calidad, pero también implica una gran dificultad de ejecución ya que en este caso se aplican de forma totalmente manual.
La tercera versión que nos ofrece Louis Vuitton del Escale recurre al platino para su caja, pero la característica más identificativa que aporta es su esfera realizada con mineral de meteorito. Este mineral, obviamente extraordinario, tiene la cualidad de que los dibujos que forma son únicos en cada pieza, lo que también convierte en única cada esfera y cada reloj que la equipa. En este modelo la tonalidad de todos los elementos que conforman dicha esfera son de tono plateado.
La versión de platino y Alta Joyería del Escale, mantiene el tono plateado de los índices y del anillo periférico, mientras que para el circulo central utiliza Onix, un mineral semiprecioso utilizado en joyería desde la antigüedad, que se caracteriza por su elegante color negro. El contraste ente el plateado y el negro de esta piedra ensalza el carácter exclusivo y lujoso de esta versión del Escale.
El Calibre LFT023
Es imprescindible que todo reloj que juegue en la gran liga equipe un mecanismo del máximo nivel, tanto a nivel técnico como estético. Esta premisa la cumple a la perfección el Calibre LFT023 que utilizan estos Louis Vuitton Escale. Presentado por primera vez en el año 2023 con la nueva colección Tambour, este calibre es el primer movimiento automático de base desarrollado en La Fabrique du Temps Louis Vuitton, la manufactura relojera ginebrina de esta firma parisina.
Se trata de un movimiento cuya carga automática se genera mediante un micro-rotor de oro rosa, un complejo esquema mecánico que ya denota sus aspiraciones. La ventaja de este sistema es que no añade ningún nivel adicional al movimiento, lo que permite mecanismos de gran delgadez, que en consecuencia también origina relojes muy finos, una cualidad imprescindible en una pieza clásica del máximo nivel. Los escasos 10,4 milímetros de grosor de la caja del Escale lo atestiguan. La única diferencia con el calibre de los Tambour es que ha experimentado una pequeña modificación técnica para adaptarse al segundero central de los Escale.
En el apartado prestacional, el Calibre LFT023 está certificado por el Observatorio de Ginebra lo que le otorga su cualidad de cronómetro y certifica su precisión cronométrica. Los acabados se aprecian irreprochables, con unos puentes elaborados en bajorelieve con acabado arenado y enmarcados por un perfil pulido.
La frecuencia de oscilación de su volante es de 28.800 alternancias por hora y genera una reserva de marcha de 50 horas, una cifra más que generosa en un reloj de este tipo. El cristal de zafiro que equipa el fondo de la caja de los Louis Vuitton Escale nos permite deleitarnos con esta obra de arte relojera.
Conclusiones y precios
Me parece encomiable que Louis Vuitton se haya atrevido a lanzar este órdago en el sector relojero de la más alta gama. También me parece una decisión correcta y coherente con la calidad a la que el público asocia sus productos. No se trata de algo improvisado sino de la última etapa de una estrategia iniciado en el 2014 con la inauguración de la manufactura suiza Fabrique du Temps Louis Vuitton. Por tanto, son 10 años los que han transcurrido, siguiendo una estrategia que con la nueva colección de relojes Escale ya no deja lugar a dudas. Los precios de los Louis Vuitton Escale son elevados, pero acordes a la calidad de estos relojes.
Louis Vuitton Escale oro rosa y esfera plata – 29.000 €
Louis Vuitton Escale oro rosa y esfera azul – 29.000 €
Louis Vuitton Escale platino y esfera meteorito – 39.000 €
Louis Vuitton Escale platino con engaste de diamantes – 182.000 €