El Zweigesicht-1 es la primera obra de Marco Lang, la nueva marca que el reconocido relojero alemán ha creado bajo su propio nombre. Marco Lang no es ni mucho menos un desconocido en el mundo de la Alta Relojería ya que está considerado como uno de los grandes relojeros de Sajonia, el entorno geográfico donde se concentra toda la historia, el presente y el futuro de la relojería alemana.
La mayoría de apasionados a la relojería de alto nivel ya conoceréis a Marco Lang, especialmente por ser, junto con Mirco Heyne, uno de los fundadores de Lang & Heyne, una firma relojera de muy alta gama ubicada en Dresde, que se caracteriza por su exclusividad y su muy reducida producción, de apenas unos 50 ejemplares anuales.
Como era de esperar esta nueva sociedad también se ubica en Dressde, la capital de la Sajonia, de donde es natural Marco Lang y donde se concentra la práctica totalidad del sector relojero de alta gama alemán.
El Zweigesicht-1 es el primer reloj que sale de la nueva manufactura y la traducción de su nombre vendría a ser algo como «doble cara», lo que ya denota una de las grandes características que aporta este reloj; sus dos diales y su carácter reversible. Relojes de dos esferas ya conocemos bastantes, especialmente en las creaciones más complejas de las grandes marcas, aunque esta dualidad es más una necesidad que una voluntad ya que es la única forma de alojar la multitud de indicaciones que ofrecen dichos relojes.
También tenemos el legendario Reverso de Jaeger-LeCoultre que aporta un ingenioso y a la vez sencillo método por el cual podemos invertir la caja sin quitarnos el reloj de la muñeca. El método que ha ideado Marco Lang para su nuevo Zweigesicht-1 es diferente y, aun siendo sencillo, algo más laborioso.
En el video podemos ver como de la carrura del Zweigesicht-1 sobresalen cuatro pivotes en los cuales encajan las piezas solidarias que unen las asas de dos en dos. Basta con invertir el sentido de dichos módulos para cambiar la esfera que leeremos una vez ceñido el reloj en nuestra muñeca. Deduzco, porque en la información disponible sobre este reloj no he sido capaz de encontrarlo, que en la parte inferior de cada asa debe alojarse un tornillo que fija el pivote que la une a la caja.
Las dos caras del Zweigesicht-1 coinciden el mostrar las indicaciones básicas de un reloj. La que podemos considerar principal, nos indica las horas, minutos y segundos mediante agujas centrales. La cara opuesta es otro mundo, tanto técnico como estético y podríamos calificarla como de esqueleto en el sentido contemporáneo del término. Todo el reverso del movimiento queda a la vista y solo se añade un anillo, en la parte inferior de la esfera, que aloja un fino indice. Aquí dos agujas nos indican las horas y los minutos.
Todo esto puede parecer sencillo, pero nada más lejos de la realidad porque estamos ante un solo movimiento mecánico que debe ser capaz de mostrar el tiempo en sus dos caras y sobre ejes distintos. Por tanto, el esquema mecánico consiste en una fuente de energía, compuesta de dos barriletes, y un único órgano regulador. Ambos conjuntos de elementos están unidos mediante un complejo tren de engranajes que, además de transmitir la energía de los muelles motores al volante y espiral, debe coordinar las ruedas que originan la rotación de las agujas de las dos caras.
Como podemos observar en la imagen superior, la belleza y calidad de acabados de este movimiento, el calibre ml-1, es irreprochable. Se aprecia claramente que todo esta sustentado mediante tres puentes: el inferior que sustenta los barriletes y el segundo dial del tiempo, el central sobre el que se fija el tren de engranajes y el puente superior que sustenta el conjunto del órgano regulador. La simetría en la distribución de estos elementos es impecable y solo se ve alterada por un raro sistema mecánico que podemos observar a la altura de lo que equivaldría a las 9 en un reloj convencional.
Se trata de lo que Marco Lang denomina «shock-indication» que podríamos traducir como indicador de choque o de fuerza. Según la breve descripción que nos ofrece Marco, su utilidad es medir las fuerza g que genera cada usuario en función de sus hábitos vitales. Pare ello se recurre a cuatro agujas azuladas que se desplazan hacia el exterior de una guía en función de la inercia del gesto.
Hasta aquí, todo queda relativamente claro. Lo que para mí sigue siendo una incógnita es la utilidad de estas indicaciones. Por la imagen, no parece que este mecanismo esté unido de ningún modo al resto del movimiento, por lo que su función sería meramente indicativa y no correctora.
Como hemos podido comprobar por las imágenes que ilustran este artículo, Marco Lang ofrece su «opera prima», el Zweigesicht-1, en tres versiones: caja de acero (imagen de portada), de oro rosa y de platino (imagen inferior). Las dimensiones son comunes a las tres versiones; 40mm de diámetro por 9.5mm de grosor que se eleva a 12,5 contando lo cristales de las dos caras.
Hasta aquí, no cabe más que elogiar todo lo referente a este reloj, tanto desde el punto de vista técnico como del estético. Las mala noticia es que solo se crearan 18 unidades del Zweigesicht-1, las tres variantes incluidas, lo que le aleja de la inmensa mayoría de compradores. La parte positiva es que esta extrema escasez y el prestigio de Marco Lang convertirán sin duda este reloj en una pieza de coleccionista y que su valor es probable que se incremente con el tiempo.
Aun queda por conocer el precio de las distintas versiones del Zweigesicht-1 y su método de adquisición, aunque dada su exclusividad es lógico pensar que Marco Lang los comercializará directamente. Tendremos que esperar para conocer más detalles al respecto. De todos modos, los más impacientes pueden contactar directamente con Marco Lang a través de su página web: Marco Lang. En cualquier caso, el 1 que acompaña a su nombre ya deja claro que este es solo el primero de una colección de relojes reversibles ideados por Marco Lang.
