Baselworld 2014 – Starfleet Machine.<br/> ¿Tiene límites la imaginación de MB&F?
Contamos las visitas a MB&F por sorpresas: nuevas versiones de las Horological Machines o el lanzamiento de la nueva y espectacular saga Legacy Machine pasando por la Music Machine presentada el pasado año 2013 justamente durante la celebración de Basel. A veces es complicado mantener en secreto los embargos de las nuevas piezas que están por salir, de aquellas que nos enseñan y que podemos tocar pero bajo el más estricto de los secretos de sumario …. pero debe ser así con la segunda de las nuevas creaciones de MB&F de las que fuimos testigos hace justamente un mes. Ya queda poco.
Afortunadamente, la primera novedad que nos mostró nuestro siempre perfecto anfitrión y Director de Comunicación de MB&F, Charris Yadigaroglou, sí se puede publicar y, aunque en un plano completamente distinto, es una verdadera bomba por el simple hecho de tratarse, nada más y nada menos, que de un reloj de mesa. Demostrado queda pues, por el momento y caso de que existan, que los límites de la imaginación de MB&F están lejos de ser alcanzados. Hablemos de la Starfleet Machine y de sus peculiaridades que no son pocas.
De hecho, y para empezar, la Starfleet Machine se trata de una pieza diseñada por MB&F para la archiconocida, legendaria y única manufactura de relojes suizos de sobremesa de alta gama que mantiene su actividad de producción actualmente: L’EPEE 1839. Así pues y una vez desarrollado el diseño de este futurista y poco convencional reloj, será esta empresa la responsable de su fabricación y comercialización aunque MB&F se quedará con algunos de los ejemplares para exhibirlos en su M.A.D. Gallery de Ginebra. Por todo ello, el nombre completo de esta pieza será el que incorpora grabado en su estructura y que responde a Starfleet Machine – L’EPEE by MB&F. Para todos aquellos que no hayáis tenido la oportunidad de conocer anteriormente a L’Epée comentar brevemente que se trata de una manufactura con 175 años de historia a sus espaldas (el 175º Aniversario de L’Epée es precisamente el motivo que origina esta pieza), pionera en la manufactura de relojes de sobremesa y de pared de lujo y la única existente en nuestros días. Fundada en 1839 por Auguste L’Epée la actividad inicial consistía en la fabricación de cajas de música y distintos componentes para relojes. Su sello distintivo respondía a la característica más preciada de la alta relojería ya que todos los componentes se fabricaban a mano.
Hechos destacables de esta peculiar manufactura relojera son, por ejemplo, haber sido la elegida para decorar con sus relojes de pared las cabinas del avión supersónico Concorde cuando se iniciaron los vuelos comerciales en 1976 o, más recientemente, el haber construido el reloj de pie más grande del mundo en 1994 conocido por el nombre de Regulador Gigante y cuyas principales cifras eran de 2,2 metros de altura y 1.200 Kg de peso, 120 de los cuales pertenecían sólo al movimiento mecánico implementado.
Con una morfología que puede recordar de algún modo a la Tie Fighter tripulada por el malvado Darth Vader en la Guerra de las Galaxias, la Starfleet Machine se producirá en dos Ediciones Limitadas a 175 piezas cada una y que recibirán los nombres de «light» en el caso de la versión cuya estructura está fabricada por completo en acero inoxidable y de «dark» la que presenta, adicionalmente y sobre la estructura de acero, un baño de rutenio. Ya en la propia estructura son muchos los indicios de la huella de MB&F en el diseño de esta Starfleet Machine como, por ejemplo, las partes internas y externas de la estructura de soporte en forma de C y que guardan un parecido razonable con la característica forma de hacha de guerra logo de MB&F y que solemos encontrar en los rotores de sus guardatiempos. También el domo responsable de albergar las escalas de horas y minutos imprime el sello de MB&F en esta pieza dado su más que razonable parecido con los albergados por el HM3.
Las dimensiones de este reloj de sobremesa son, de manera aproximada dadas sus peculiares formas, de 21 cm de altura por 29 de diámetro y puede cubrirse por completo con un domo al que la manufactura bautiza con el nombre de «Biosfera» fabricado en plexiglas pulido y cuyas dimensiones, también aproximadas, son de 25 cm de altura por 50 de diámetro.
Al respecto de las indicaciones, se limitan a las convencionales de horas, minutos y segundos a las que se añade un indicador de reserva de marcha. Indicaciones convencionales implementadas en cualquiera de los términos diametralmente opuestos a éste que se os pueda ocurrir. Horas y minutos se albergan en el domo que os comentaba anteriormente y sobre el que se imprimen las dos escalas correspondientes sobre las que se apoyan dos agujas curvadas siguiendo la morfología de esta cúpula y pulidas a mano. No es únicamente el domo lo que recuerda a MB&F sino también los numerales impresos sobre éste ya que adoptan la tipología característica de la marca. Por lo que respecta a los segundos, se implementan de forma retrógrada en intervalos de 20 segundos y gracias a dos cañones volantes ubicados por debajo del domo (ver imagen superior).
Finalmente, la reserva de marcha viene indicada en un segundo domo significativamente más pequeño que el destinado a la indicación de horas y minutos pero con igual morfología, acabado y luciendo la misma combinación cromática de blanco y negro.
El sistema de lectura de esta reserva de marcha tampoco puede ser considerado, bajo ningún concepto, como de convencional. El radio de giro de este domo es de 270º y soporta impresas un total de seis franjas verticales combinación de puntos y franjas horizontales que aumentan su longitud a medida que se aproximan a la base de la bóveda. Cuando la reserva de marcha es máxima la columna de lectura es la que está formada por cinco líneas horizontales y que responde a la lectura de 40 días (1 línea horizontal equivale a 8 días de reserva de marcha). La próxima columna es la formada por cuatro líneas en tanto que la que antes ocupada la cúspide de la serie se ve ahora sustituida por un punto (4 líneas = 32 días) y así sucesivamente hasta llegar a la columna representada completamente por puntos y cuya interpretación equivale a la de la energía agotada.
Si nos centramos en el movimiento mecánico de este reloj de sobremesa, de hecho el movimiento es el propio reloj, su frecuencia de oscilación es de 18.000 alternancias por hora (2,5 Hz), de remonte obviamente manual y con una reserva de marcha ciertamente espectacular y atípica en lo que estamos acostumbrados a los relojes de pulsera de 40 días conseguida gracias a un total de cinco barriletes conectados en serie.
Como os comentaba al principio del artículo, queda por despejar una de las dos incógnitas de la pasada edición de Baselworld al respecto de MB&F. Si no hay cambio de planes, el 7 del próximo mes de mayo volveréis a tener noticias desde Ginebra.