Starfleet Machine, Arachnophobia, Baltazar, Melchior … y ahora Destination Moon. Ciertamente, MB&F ha encontrado en l’Epée 1839 – y también es válido pensar que sea a la inversa – la horma de su zapato. Se trata de una simbiosis excelente y perfecta que combina el prestigio de los movimientos de los relojes de sobremesa de l’Epée con la imaginación desbordante de Maximilian Büsser y su equipo. Esta vez nos llevan a la luna.
En esta ocasión el origen de la idea parte de Nicolas Bringuet, uno de los diseñadores de movimientos de l’Epée que, tras un fin de semana prácticamente sin dormir dedicado al diseño de un movimiento de estructura vertical y concéntrica, acude a MB&F en busca de una estructura externa en forma de cohete con la que envolver su mecanismo. El proceso no fue especialmente rápido desde el primero de los bocetos con los que arrancó Stefano Panterotto, diseñador de MB&F, por tratarse de un modelo demasiado realista y carente de la magia innegociable que todas las piezas de esta asociación deben tener. Era cuestión de tiempo, al final se dio con la solución a través de una estructura sin paredes – recuerdo inevitable del «mecano» – que nos permite ser testigos de las entrañas de este peculiar cohete que da la hora.
Concebido por MB&F y construido por íntegramente por l’Epée 1839, el Destination Moon ve la luz en cuatro Ediciones Limitadas a 50 piezas cada una. La característica que distingue a estas cuatro ediciones entre ellas es el color de las tres aletas de aterrizaje del cohete que sirven, además, de soporte de este peculiar reloj de sobremesa. Así pues, el latón en el que estas aletas están construidas, puede estar recubierto con un tratamiento de paladio – para la versión en tono plata – o con un tratamiento PVD en color negro, azul o verde para el resto.
De nuevo, y como ya sucede en la mayoría de las piezas fruto de la colaboración entre estas dos marcas, las indicaciones aportadas por este Destination Moon son las de horas y minutos, ambas implementadas mediante la impresión directa de los numerales, en blanco, sobre dos discos giratorios negros de acero inoxidable. El movimiento mecánico del Destination Moon, con una reserva de marcha de 8 días, podríamos decir que funciona como una alegoría al motor del cohete que representa. Desde la generación de energía en su base hasta el resultado ofrecido en su cúspide. Así, la llave que permite el remonte manual del único barrilete que alimenta el movimiento es la gran corona situada en la base de la pieza central.
Verticalmente y de manera concéntrica, hacia arriba, nos vamos desplazando por el tren de engranajes hasta llegar al órgano regulador – oscilando a una frecuencia de 2,5 Hz – y a la indicación correspondiente de horas y minutos. Se trata de un movimiento de libro, claramente estructurado y perfectamente visible dada la ausencia de cualquier superficie opaca que interfiera en la visión del mecanismo. Únicamente la parte ocupada por el órgano regulador y por la vertical de la indicación de horas y minutos está protegida por un cristal de zafiro.
El Destination Moon tiene una altura de 41,4 cm con un diámetro de 23,3 cm y un peso de 4 kg. La estructura consiste en un marco de acero inoxidable con acabado satinado y las aletas de latón con tratamiento de paladio o en PVD según la versión. El movimiento utiliza en su construcción materiales como el latón tratado con paladio, el acero inoxidable y el acero inoxidable niquelado. En total 237 componentes de los cuales 164 corresponden al movimiento.
No nos olvidemos de Neil, el pequeño astronauta que acompaña al cohete en su viaje a la luna – ¿cómo se iba a llamar sino? – una pequeña y exquisita figura que se adhiere magnéticamente a la escalera de embarque del cohete, construida en plata maciza con la parte que reproduce el casco de acero inoxidable.