De ningún modo. Al igual que sucede con nuestra visita anual a F.P. Journe coincidiendo con la celebración del SIHH, nuestro paso por MB&F es innegociable y, año tras año, reservamos el último día de estancia en Ginebra para realizar nuestro particular tour de imprescindibles. Ayer Enric os hablaba de F.P. Journe, hoy yo lo haré en una primera entrega de MB&F. Ciertamente antes de realizar la visita, la idea era contaros nuestras vivencias relativas a la nueva creación de Büsser: el HM5, pero este año la habitual sonrisa de Charris al recibirnos presagiaba algo más … y lo había. Una hermosa y cautivadora sorpresa que os contaré durante esta semana en la segunda entrega. No os miento en absoluto si os digo que, personalmente, ha supuesto una de las mayores satisfacciones que me ha proporcionado nuestra semana en Suiza. Una historia peculiar protagonizada por una persona que se aparta de todo lo considerable como convencional, poco habitual, y un final no menos atípico con unos resultados impresionantes.
Pero ahora es el turno de contaros las sensaciones que nos despertó la última creación de MB&F: el Horological Machine Nº5, bautizado por la propia marca con el sobrenombre de «on the road again» en alusión a ciertos guardatiempos de la década de los 70 e inspirado en un deportivo de esa época: el Lamborghini Miura. Puesto que en nuestra anterior visita realizada el pasado año ya tuvimos tanto la oportunidad de visitar la Gallery como de disfrutar de las Machines de Maximilian Büsser hasta aquel entonces, en esta ocasión preferimos dedicarnos por completo al nuevo HM5.
Después de ser recibidos por Eléonor Picciotto, relaciones públicas de la M.A.D. Gallery que se incorporó al equipo de MB&F el pasado 2012, y de comentar todo lo acaecido durante el año con Charris Yadigaroglou, jefe de comunicación de la firma, pasamos a un despacho en el que pudimos disfrutar del nuevo HM5 al tiempo que Charris nos comentaba el origen de la idea y algunos de los aspectos más importantes de esta nueva Horological Machine.
No es extraño, desde hace ya un tiempo, encontrar infinidad de relojes de muchas de las grandes manufacturas vinculados al automovilismo: IWC, Hublot, Audemars Piguet, Richard Mille y un largo etcétera cuentan entre sus colecciones con guardatiempos que, de un modo u otro, tienen cierta relación con algún aspecto relacionado con el automovilismo o con los deportivos. No menos cierto es que en la mayoría de estos casos, todo vínculo con esta actividad se limita al nombre asignado a la pieza, a ciertos colores aplicados al dial o a la inclusión de algún logotipo en referencia a la marca o personaje al que se desea hacer referencia.
Una vez más, MB&F se desmarca de los convencionalismos e identifica por completo al guardatiempos creado con las ideas que lo originan. En primer lugar, el vínculo con los deportivos de los años 70, en concreto, el Lamborghini Miura del que tenéis unas imágenes justo encima de este párrafo. Para ser más precisos, el HM5 focaliza su semejanza con la parte trasera de este vehículo, en las láminas que destinadas a evitar la entrada de la luz exterior en el Miura, invierten su funcionalidad en el reloj para conseguir precisamente lo contrario: la entrada de la luz en el continente del HM5 y, de este modo, alimentar la Super-LumiNova de los discos horarios y de los minutos del movimiento.
El segundo concepto al que pretende homenajear el HM5 es el correspondiente a algunos relojes que coexistieron con este Lamborghini. Relojes que en cierto modo amenazaron la continuidad de la industria relojera suiza por albergar, en algunas ocasiones, movimientos gobernados por cristales de cuarzo. Desde piezas fabricadas por importantes e históricas manufacturas como Girard-Perregaux (en el centro de la imagen superior), pasando por modelos como el Bulova de la izquierda hasta otras que, por poco, no consiguieron salvar a las empresas que los idearon. El Amida Digitrend, el cual podéis observar a la derecha de la imagen, fue uno de estos relojes. Imitando las cajas de diseño futurista de la época y en un intento de atacar a los mecanismos en auge del cuarzo, albergaba un movimiento mecánico y una indicación de horas y minutos que simulaba la conseguida por los display LED del momento, aunque nada tenía que ver con ellos.
Este año 2013 y gracias a imaginación de MB&F, albergado en una caja cuya inspiración es una combinación de ambos, el Lamborghini Miura y el Amida Digitrend vuelven a escena o, como bien dice la manufactura están «on the road again».
Una vez más y como ya nos sucedió el pasado año con las anteriores creaciones de Büsser, el HM5 nos sorprendió gratamente. Hasta la fecha, absolutamente todos los guardatiempos de la manufactura ginebrina ganan al tenerlos en la mano, lo que ya hemos visto en las imágenes que acompañan a los habituales press kits, y en el caso de MB&F son ciertamente buenas, queda en segundo plano cuando se tiene la oportunidad de disfrutar en vivo de la pieza. La calidad de los acabados, el tacto del reloj y la totalidad del conjunto representan uno de los mayores exponentes dentro de la Alta Relojería vanguardista con el inconfundible sello de Maximilian Büsser y sus ya habituales «friends».
La caja del nuevo HM5 está manufacturada en circonio lo cual, a pesar de tratarse de un continente relativamente grande (51,5 x 49 x 22,5 mm), hace que resulte extrañamente ligera al asirla a la muñeca. De hecho, y para hablar con plena propiedad, deberíamos hablar de «las cajas» del HM5. La parte visible es el envoltorio exterior del guardatiempos, la fabricada en circonio que incorpora las lamas que pueden abrirse o cerrarse a voluntad, para permitir o evitar la entrada de la luz solar, mediante la palanca ubicada en uno de los laterales y que podéis observar en parte izquierda de la imagen superior.
Hasta aquí el HM5 sería un reloj sin estanqueidad, sin permeabilidad al agua, de no ser por la existencia de una segunda caja fabricada en acero que protege al movimiento hasta una profundidad de 30 metros durante un tiempo de 90 minutos. Entre ambas cajas existe un espacio en el que el agua puede penetrar libremente, sobretodo a través de las lamas cuando éstas están abiertas, y que es drenada a través de dos aberturas ubicadas una a cada lado de la corona.
Otra de las gratas sorpresas en cuanto a la comodidad que presta el uso del HM5 la encontramos en la correa de caucho, extremadamente blanda y dotada de una elasticidad que permite ajustar firmemente el reloj a la muñeca evitando el incómodo cabeceo de éste. Por extraño que pueda parecer a priori dada la morfología y dimensiones de la caja, la adaptación del HM5 a la muñeca es perfecta.
La visibilidad del dial es de lo más peculiar y su observación, ciertamente, nos traslada a la década que origina el concepto de este guardatiempos. Tanto el disco de las horas situado a la izquierda, como el que nos informa de los minutos, situado a la derecha, están dotados de un salto instantáneo y son ajustables a través de la corona bidireccional alojada justo en la parte opuesta de la caja. Ambas indicaciones pueden ser consultadas sin la necesidad de realizar el habitual giro de muñeca, lo que facilita la lectura del HM5 en la habitual posición que adopta el brazo en la conducción. Otro guiño al deportivo que lo inspira.
Pero obviamente, si observamos las dimensiones de los dígitos y asumimos que éstos están aplicados sobre discos giratorios … es imposible que estos últimos estén montados en posición vertical por mera deducción a tenor de las dimensiones disponibles.
El calibre del HM5 toma como base para su desarrollo el alojado en el HM3 Frog cuyo tren de engranajes fue diseñado en su momento por Sowind (Girard-Perregaux, JeanRichard), es decir, los discos giratorios están ubicados en un plano horizontal. Así pues, ¿como lleva Büsser los dígitos a la definitiva posición vertical de manera que se permita su correcta lectura?. La respuesta la encontramos en la imagen inferior.
Sobre los discos horizontales del movimiento, que llevan impresos en Super-LumiNova los dígitos en posición invertida, se ha situado el prisma refractante fabricado en cristal de zafiro que veis a la derecha de la imagen superior. Este prisma, además de desviar en un ángulo de 90º la lectura de los numerales, incorpora una lente que amplia en un 20% las dimensiones originales de los dígitos. Si complicada es la construcción de este prisma para evitar las posibles aberraciones ópticas a las que hubiera podido conducir, no lo fue menos el sistema de impresión de los discos. Dada la ampliación del 20% que proporciona este prisma, si la Super-LumiNova se aplicaba sencillamente sobre la cara superior del disco, las imperfecciones en los bordes se hubieran magnificado de manera que la definición de los numerales hubiera resultado imprecisa. Por este motivo, se decidió aplicar la sustancia luminiscente por la cara inferior del disco fabricado en zafiro y, posteriormente, cubrirla con una plantilla de igual morfología y dimensiones que los discos, opaca en toda su superficie excepto en las zonas correspondientes a los numerales.
Como viene sucediendo con todas las creaciones de MB&F y probablemente condicionado por la capacidad de producción de esta manufactura, el HM5 verá la luz en una edición limitada a 66 unidades. Como dato curioso al respecto, comentar que esta nueva Machine podrá ser considerada como la pieza de entrada a la colección en lo que a precio se refiere. Si bien éste continuará estando al alcance de los bolsillos privilegiados, los 58.500 € que valdrá el HM5 hacen de él el guardatiempos de MB&F con el precio más «asequible» de los existentes hasta el momento.
Hasta aquí lo que sería la primera parte de nuestra visita de este año a la M.A.D. Gallery de MB&F. No os perdáis el artículo que reservamos a la segunda parte: relojería mecánica artesanal en estado puro.