El final del 2020 ha sido vertiginoso para una firma tan exclusiva y con tan reducida producción como es MB&F y nos había quedado una gran novedad en el tintero; la HM3 FrogX. Aunque ya hemos entrado en el 2001, nunca es tarde para dedicarle un análisis.
Si seguís a MB&F ya conocéis de sobra sus orígenes y su original concepto, obra de Maximilian Büsser que, en el 2005, dejó su puesto de director ejecutivo de Harry Winston para fundar MB&F (Maximilian Büsser & Friends). En su nuevo proyecto siguió al pie de la letra el concepto que había creado para Harry Winston con sus célebres OPUS numerados, nacidos cada uno de ellos de la colaboración con un relojero independiente externo. De ahí la F de friends de la marca que se refiere a los amigos colaboradores con los que se crean sus impresionantes relojes.
En el 2009, después de la 1 y la 2, MB&F lanzó la la Horological Machine No.3 que basaba su inconfundible personalidad en los dos enormes satélites que indican las horas y los minutos. Un año más tarde, en el 2010, se presenta la Horological Machine No.3 Frog, que transformaba los dos satélites piramidales en dos perfectas semiesferas que le conceden su apodo de «Rana». El motivo no requiere demasiadas explicaciones ya que estos dos nuevos satélites esféricos se asemejan a los ojos de las ranas, tanto por su forma como por su capacidad de giro. Al Horological Machine No.3 Frog le dedicamos este extenso análisis.
MB&F ha lanzado desde entonces un total de tres variantes del Frog, la inaugural con caja de titanio, la de titanio con recubrimiento PVD en color chocolate (limitada a 10 unidades) y la de caja de circonio con recubrimiento PVD negro (limitada a 18 unidades). Si alguien creía que MB&F seguiría la pauta habitual en relojería y nos ofrecería el Frog en alguna variante de oro, se ha equivocado; ha llegado el turno del cristal de zafiro.
No es esta la primera ocasión en la que MB&F recurre al cristal de zafiro para el exterior de sus relojes ya que lo habíamos visto antes en la HM4 Thunderbolt o la HM6 Alien Nation, pero esta HM3 FrogX ha representado un complejo desafío técnico. A la habitual dificultad de mecanizar un mineral tan extremadamente duro como es el cristal de zafiro, se suma la dificultad de realizar de forma perfecta la geometría esférica de las dos cúpulas de las HM3 Frog.
Los HM3 nos ofrecen la indicación de la hora y los minutos mediante dos satélites giratorios que están protegidos, primero por una cubierta piramidal y en el Frog por dos cúpulas esféricas. Por ello, mecanizar el cristal de zafiro como una semiesfera perfecta y con un grosor idéntico de sus paredes en todas las zonas es primordial para que la lectura del tiempo no se vea perjudicada por ninguna deformación óptica.
En cuanto a la caja, está totalmente realizada en cristal de zafiro y también difiere en su diseño de las anteriores HM3 Frog. Nuevamente, al no realizarse lanzamientos presenciales, nos tenemos que guiar por las imágenes para analizar ciertos aspectos. En el montaje que hemos realizado de la HM3 Frog comparado con esta nueva HM3 FrogX, parece apreciarse que el grosor de la caja, por lo menos de su carrura, es superior en el X que en las anteriores Frog.
Los tornillos que unen las distintas partes de la caja se mantienen en la misma ubicación, pero el cristal de zafiro de la FrogX nos permite apreciarlos en toda su longitud. Dado que la carrura incrementa su grosor y que el movimiento que alberga en su interior es el mismo, parece que el fondo de la caja del HM3 FrogX ha eliminado su típica protuberancia y que ahora parece totalmente plano.
El resto de características de la HM3 FrogX se mantienen inalteradas con respecto a los anteriores HM3. El tamaño y la tipografía de las cúpulas giratorias es idéntico, así como el rotor de su movimiento automático, plenamente visible por la parte superior de esta «maquina relojera». Las enormes dimensiones de este Horological Machine No.3 FrogX son de 48,3 x 52,7 milímetros por 17,5 mm de grosor.
En cuanto a su mecanismo, también se mantiene inalterado. Se trata de un movimiento diseñado por Jean-Marc Wiederrecht de Agenhor, partiendo de una base Girard-Perregaux. Esta formado por 277 componentes y su frecuencia de oscilación es de 28.800 alternancias por hora (4 Hz)
MB&F nos ofrece tres variantes de la HM3 FrogX que se diferencian entre sí por el color de las juntas que observamos en la parte superior de la caja; turquesa, morado y azul. Estos mismo colores se emplean a juego en el rotor de cada uno de ellas, también visible en la parte superior de la caja. Las correas de las versiones morado y azul siguen este mismo color, mientras que para la versión turquesa se ha elegido el blanco en su correa.
Como ocurre en todos los relojes de una firma tan exclusiva como MB&F, que apenas produce 300 unidades al año, estas tres versiones del HM3 FrogX se producirán en formato de edición limitada, a únicamente 10 unidades para acda variante de color.
Antes de finalizar, resulta imposible no referirnos a un aspecto que seguro que todo el mundo piensa cuando ve un reloj MB&F; la funcionalidad. Son relojes enormes, son incómodos, deberemos encargar camisas con un puño de diámetro especial y resultará imposible pasar desapercibido. Estos son inconvenientes inaceptables en un reloj convencional, pero en un MB&F carecen de importancia. Los relojes firmados por MB&F son obras de arte mecánicas en forma de reloj, con todo lo que ello conlleva, que es creatividad ante todo. Por ello, el arte no entiende de funcionalidad y los MB&F tampoco.
