Sensacional. Es simplemente asombrosa la capacidad creativa que exhiben Maximilian Büsser y sus «amigos» año tras año, sin consumirse ni perder un ápice de su habilidad para sorprendernos con cada una de las piezas presentadas. Si las Legacy Machine parece que siguen el camino del minimalismo, de la esencia y del espíritu que dio vida a la serie, las Horological Machine evolucionan de una manera totalmente impredecible y las formas y genialidades mecánicas que adoptan son siempre imprevisibles. Basta con la mera observación de cada uno de los guardatiempos desde el HM1 hasta el que es objeto de este artículo para llegar a una conclusión: la saga continuará y nadie, excepto MB&F probablemente, sabe hacia donde orientará su rumbo.
Aquí, en este preciso párrafo, es donde habitualmente y después de la introducción general de turno, pasamos a dedicar el artículo a la pieza en cuestión. Por suerte MB&F es, sin lugar a dudas, de las manufacturas que más se preocupa por el material gráfico que adjunta en sus notas de prensa. No quiero ni pensar lo que supondría tener que definir cualquiera de estas piezas únicamente con palabras acompañadas de un par de imágenes.
¿Cómo definir la caja del HM6? El propio Büsser nos explica que su diseño se ha basado en una serie de anime de la televisión japonesa que habituaba a ver durante su infancia y que llevaba por título «Captain Flame». En ella su protagonista, el Capitán Futuro, comandaba una nave espacial llamada «El Cometa» cuya morfología consistía en dos esferas conectadas por un tubo. Pues bien, el HM6 es el concepto que resultaría de unir dos naves de ese tipo en una sola.
A la vez, el diseño de este continente está basado en un movimiento artístico de principios del siglo XX conocido como «biomorfismo» y que tomaba como referencia las formas y siluetas de los organismos vivos y de la naturaleza.
Con unas dimensiones de 49,5 x 52,3 x 20,4 mm y un total de 80 componentes, esta caja ha sido fabricada por Les Artisans Boitiers tomando como base dos lingotes de una aleación de titanio Ti-6Al-4V (Grado 5), un material estable a más de 400ºC empleado en el campo de la aeronáutica y que presenta en su composición, un 6% de aluminio, un 4% de vanadio, un 0,25% como máximo de hierro y, finalmente, un 0,2% máximo de oxigeno.
La caja del HM6 carece prácticamente de superficies planas, por lo que tan solo los acabados pulidos y satinados que presenta requieren de más de 100 horas de trabajo. La trasera, visible, a través del único cristal de zafiro plano implementado en el reloj, deja a la vista el característico rotor en forma de hacha de MB&F fabricado, en este caso, en platino 950. La parte central de la caja está atravesada por un nervio cuya función es la de reforzar la estructura del conjunto y aumentar la resistencia de las asas que, para conseguir una adaptación óptima a cualquier muñeca, giran libremente sobre sus ejes.
Si podemos definir como indiscutible el atractivo de este continente en términos de forma, no lo es menos que esta cualidad se ve total y absolutamente reforzada por la existencia de, nada más y nada menos, un total de 9 cristales de zafiro en forma de cúpula. Si observamos el HM6 desde el punto de vista de su portador estas cúpulas responden a lo siguiente: las cuatro frontales (dos en lo que habitualmente identificaríamos como el dial en una pieza convencional y dos en lo que sería la trasera) responden a la indicación de horas a la izquierda y minutos a la derecha. Ambas indicaciones están implementadas a través de dos indicadores semiesféricos con numerales de generosas dimensiones que facilitan su legibilidad. Ambos indicadores recuerdan a los utilizados en el HM3, aunque existe una diferencia respecto de aquellos que implica una complejidad mecánica extraordinaria: los del HM6 giran en un plano vertical, es decir, de manera absolutamente perpendicular al tren de engranajes del movimiento.
De nuevo tanto en la cara como en la trasera pero en las dos esquinas opuestas, otras cuatro cúpulas se levantan para albergar, en este caso, dos turbinas gemelas esféricas que giran en un plano horizontal y que están integradas por un total de 15 palas curvas manufacturadas en aluminio. A pesar de que el resultado estético es espectacular, lo cierto es que estas turbinas tienen, como no podía ser de otro modo, su papel en el conjunto del movimiento y que consiste en regular y limitar el número de giros del rotor para contrarrestar el exceso de velocidad de éste y, por tanto, minimizar el desgaste de los engranajes.
La última cúpula de zafiro la encontramos en el centro del HM6 y es la responsable de dar cobijo a un tourbillon volante de 60 segundos. Si la sola presencia de este mecanismo en esta precisa ubicación ya resulta por sí sola hipnótica, el mecanismo ideado por MB&F para ocultarlo no hace más que elevarla potencialmente a límites alcanzables por mentes que, en mi opinión, merecen el calificativo de privilegiadas. De este modo, el Space Pirate incorpora un escudo protector retráctil manufacturado en titanio e integrado por un total de seis láminas curvas y superpuestas que se activan a través de la corona ubicada a las 9 y cuyo rápido movimiento recuerda al de un parpadeo mecánico.
El movimiento mecánico y de remonte automático del HM6 ha sido diseñado por MB&F de manera conjunta con David Landaux Horlogerie Créative, oscila a una frecuencia de 18.000 alternancias por horas (2,5 Hz) y presenta una reserva de marcha de 72 horas.
Completado por una correa de cuero con cierre de titanio desplegable fabricado a medida (excelente opción dada la incomodidad que puede suponer un cierre de este tipo con unas dimensiones inadecuadas a la muñeca de su portador) el HM 6 Space Pirate Titanium Edition se producirá en Edición Limitada a 50 unidades. Aunque también nos cuentan que se producirán un total de 100 movimientos lo cual quiere decir que no será el último HM6 que veamos.
