Desde que en 2008 Montblanc lanzara el que supondría el primero de los modelos de cronógrafo Nicolas Rieussec, han sido varias las piezas creadas que han tomado como referencia el dispositivo inventado por él en 1821 y patentado por la Academia Francesa de las Ciencias en 1822. La característica común y razón de ser que ha definido a esta serie de guardatiempos la encontramos en los dos discos giratorios situados a izquierda y derecha del hemisferio inferior de la esfera y que actúan, simulando al dispositivo original, como contadores de minutos y segundos del crono.
También el diseño de la esfera de los Nicolas Rieussec ha mantenido su original configuración que se ha convertido, obviamente, en la principal de sus tarjetas de presentación implementando de manera prácticamente generalizada, las indicaciones de horas y minutos, acompañadas de un segundo huso horario en esfera descentrada a las 12, contadores de 60 segundos y 30 minutos del crono en dos discos giratorios a las 4 y a las 8, completados por un indicador de reserva de marcha y un fechador. Algunos de los guardatiempos que a lo largo de estos siete años se han ido incorporando a esta parte del catálogo de la manufactura han sido el Montblanc Nicolas Rieussec Chronograph Open Hometime en 2012, la versión Rising Hours de 2013 acompañada de la pieza única Rising Hours for Monaco que Montblanc donó a la edición del Only Watch de ese año y, finalmente, el Homage to Nicolas Rieussec Special Edition del pasado 2014.
Tan sólo cuatro años después de la invención del cronógrafo, en 1825 Rieussec decidió mejorar su dispositivo y para ello ideó una nueva configuración que renunciaba a los discos esmaltados giratorios de la máquina original por una aguja de segundos, larga y delgada, que recorría el perímetro de la esfera del cronógrafo – mucho más acorde al concepto actual del cronógrafo – y cuya punta se cargaba con una gota de tinta que era depositada sobre la superficie del dial en el momento en el que se detenía la cuenta del tiempo. El segundero de este dispositivo, que se conoció con el sobrenombre de diablotine – pequeño diablo – podía detenerse con una precisión de 1/5 de segundo. Es en esta segunda invención de Rieussec de la que Montblanc ha tomado la inspiración para lanzar el Montblanc Homage to Nicolas Rieussec II que verá la luz únicamente en caja de acero – bien por esta elección – y en Edición Limitada a 565 piezas.
La caja de este nuevo guardatiempos conserva los parámetros de su serie predecesora en lo que a forma y acabados se refiere. Incluso su diámetro se mantiene en los 43 mm del Nicolas Rieussec I de 2008. Aunque no se menciona nada al respecto del espesor de esta caja, el hecho de que su diámetro permanezca inalterado unido a que el movimiento mecánico albergado responda a la misma base que los anteriores, conduce a pensar que rondará los 15 mm. La estanqueidad del conjunto es de 3 bar o, lo que es lo mismo, 30 metros.
Acudiendo a la esfera y a primera vista en lo que a disposición se refiere podría parecer que estamos ante una nueva versión del Rieussec I. Pero si centramos nuestra atención en los contadores del crono es cuando percibimos lo comentado anteriormente, en este caso los discos contadores de 60 segundos a la izquierda y de 30 minutos a la derecha, se convierten en diales subsidiarios, fijos, sobre los cuales giran las agujas correspondientes en acero pavonado. La de los segundos hereda del dispositivo original el contrapeso en forma de anillo. A las 12, en un subdial de mayores dimensiones siguen inalterables las agujas indicadoras de horas y minutos acompañadas de una tercera, esqueletizada y azulada, responsable de la indicación del segundo huso horario. De nuevo y como ya sucedía en alguno de los modelos anteriores, Montblanc se sirve del uso de una cerámica híbrida para la manufactura de los elementos responsables de acoger las indicaciones, que se completan con un indicador día/noche a la izquierda y un fechador por ventanilla asimétrica a la derecha. La superficie de esta cerámica está micropigmentada con el tratamiento luminiscente bautizado como Montblanc Mysterious Super-LumiNova®.
Esta micropigmentación permite que, en tanto que durante el día la esfera de horas y minutos presenta una escala minutera del tipo ferrocarril con discretos numerales arábigos en las posiciones múltiplos de 10, en la visión nocturna y en ausencia de luz, deja paso a unos generosos numerales romanos que actúan a modo de índices horarios y que acompañan a las agujas de horas y minutos así como a los perímetros de los contadores del crono. El resto de la esfera de este Homage to Nicolas Rieussec II presenta un acabado granulado que imita el tratamiento utilizado en las superficies metálicas del reloj original.
Si le damos la vuelta al guardatiempos, el cristal de zafiro que ocupa la mayor parte del fondo de la caja deja observar el movimiento mecánico albergado en su interior. De remonte automático, el MB R200 responde al calibre base de los Rieussec con una reserva de marcha de 72 horas ofrecida por un doble barrilete y una frecuencia de oscilación del volante de 4 Hz (28.800 alternancias por hora). En cuanto al cronógrafo sigue siendo del tipo monopulsante, activado por un pulsador rectangular alojado a las 8 en la carrura de la caja, gobernado por una rueda de pilares y accionado por un embrague de tipo vertical que elimina el molesto backlash que, en ocasiones, se produce en los accionamientos por embrague horizontal. El conjunto se completa con una correa manufacturada en piel de caimán de color negro con cierre del tipo desplegable de tres hojas. Como no podía ser de otro modo, el nuevo Homage to Nicolas Rieussec II viene acompañado del correspondiente certificado del Laboratory Test 500 de Montblanc.