No una, sino tres, son las novedades que Montblanc nos avanza a la próxima edición del SIHH. Tres piezas realmente exquisitas de la Colección 1858 que, manteniendo la estética vintage implícita de esta serie de guardatiempos, incorporan como novedad la utilización del bronce en la construcción de sus cajas. De hecho, y a excepción del uso de este material, los tres guardatiempos os serán conocidos ya que tuvimos la oportunidad de ver, durante el pasado 2015 y este ya casi terminado 2016, los relojes que han servido de inspiración para su desarrollo. Veámoslos.
Montblanc 1858 Chronograph Tachymeter Limited Edition 100.
En mi opinión personal, uno de los guardatiempos más atractivos presentados por Montblanc durante los últimos años tanto en lo que a diseño como a mecánica se refiere. Os hablamos de él por primera vez en 2015, cuando en el SIAR de ese mismo año, se presentó la referencia en caja de oro rojo y esfera negra (podéis leer el artículo aquí). Poco tiempo después, en el SIHH 2016, descubriríamos la versión de este reloj con un atractivo dial azul (aquí). En ambos casos se trataba, al igual que el que nos ocupa en este artículo, de una Edición Limitada a 100 piezas. Al hilo de lo comentado en este párrafo, no fue casualidad que este Montblanc 1858 Chronograph Tachymeter – la versión con esfera azul – se hiciera con el premio al mejor cronógrafo en la pasada edición de los GPHG.
El Montblanc 1858 Chronograph Tachymeter que veremos el próximo mes de enero respeta todos y cada uno de los códigos de la pieza original tomándose dos licencias. La primera de ellas responde al bronce utilizado en la construcción de su caja, la segunda en la cromatografía de la esfera y de sus elementos. Así pues, nos encontramos de nuevo ante una caja con unas dimensiones de 44 mm de diámetro por 13,15 mm de altura, con un valor de estanquidad de 3 bar (30 metros), más que suficientes tendiendo en cuenta el reloj del que se trata.
El bronce es el protagonista absoluto, a excepción del fondo de la caja donde, para evitar posibles problemas alérgicos debido al contacto permanente con la piel, se ha utilizado el titanio (aunque aplicando una capa de coloración que la hace coincidir con la tonalidad del bronce). Este fondo está atornillado a la caja e incorpora un cristal de zafiro que deja al descubierto, en lo que a visibilidad se refiere, el calibre albergado. Tanto en este guardatiempos como en los dos que veremos a continuación, será interesante conocer cómo evoluciona la pátina que, por naturaleza, desarrolla el bronce en su superficie.
La esfera de esta versión adopta un color champán que combina de una manera excelente con el bronce de la caja. El resultado a la vista es una mezcla entre calidez y olor a pasado. Los numerales arábigos que ocupan las posiciones horarias están perfilados en color negro y recubiertos con Super-LumiNova beige, en tanto que el resto de escalas son de color negro y se han aplicado sobre la esfera por transferencia. Las agujas de horas y minutos son del tipo squelette (esqueleto) rellenas con Super-LumiNova en la misma tonalidad beige que los numerales.
El pequeño segundero del movimiento base lo encontramos en un dial subsidiario a las nueve, equilibrando de manera perfecta al contador de 30 minutos del cronógrafo a las 3. Estos dos subdiales comparten el tipo de escala ferrocarril en negro y las agujas reproduciendo la punta de flecha, logotipo histórico, de la manufactura Minerva. La discreta pincelada de color de esta pieza la encontramos, en rojo y al igual que en las versiones anteriores, en el extremo de la trotadora central del cronógrafo así como en las posiciones correspondientes a los 30 y 60 segundos.
MB M16.29. De una manera tan fría como esta es como se define una maravilla mecánica como es el calibre manual Minerva que da vida a este Montblanc 1858 Chronograph Tachymeter. Puro espectáculo. Inspirado en el que latía en el interior del reloj conocido como Calibre 17.29 de Minerva (17 por el número de líneas del calibre y 29 por haberse desarrollado en 1929). Éste, de manera conjunta con el Calibre 13.20 (13 por el número de líneas y 20 por haberse desarrollado en 1920) y que supuso uno de los primeros cronógrafos mecánicos pensados para ser implementados en un reloj de pulsera, son los dos pilares de la historia de los cronógrafos Minerva. El puente del cronógrafo con la característica forma de V utilizada por Minerva desde 1912 o el remate en forma de flecha de la palanca que sujeta los martillos del crono son algunos de los rasgos propios de la manufactura.
La frecuencia de oscilación del volante respeta la tradición de la época de los calibres originales y mantiene esas históricas 18.000 alternancias por hora (2,5 Hz), entregando una reserva de marcha de 50 horas a un movimiento de cronógrafo gobernado por una rueda de pilares y activado por un embrague horizontal. El cronógrafo es del tipo monopulsante y se activa a través del pulsador concéntrico ubicado en la corona.
La correa de esta pieza está realizada en piel de aligátor color cognac con pespunte beige y hebilla con baño de bronce y acabado cepillado. El precio de venta recomendado se situará entre los 27.000 y los 28.000 €.
Montblanc 1858 Automatic Dual Time.
En esta ocasión el bronce hace acto de presencia únicamente en el bisel de la caja. El resto de esta está manufacturada en acero, incluso la trasera que en esta ocasión es del tipo ciego e incorpora un grabado como decoración. En cuanto a dimensiones, se mantienen los 44 mm de diámetro del modelo con crono en tanto que se reduce ligeramente la altura hasta los 12,30 mm. La estanquidad sigue fijada en los 3 bar.
Como resulta fácil deducir por el nombre con el que se ha bautizado a esta pieza, la principal característica en lo que respecta a funciones y que la diferencia de sus compañeros, es que incorpora la indicación de un segundo huso horario. De este modo, desde el centro de la esfera, que en esta ocasión es de color negro, parten las agujas de horas y minutos del tipo esqueleto con Super-LumiNova beige. A estas se les añade una tercera, también del tipo esqueleto pero con tratamiento luminiscente únicamente en su extremo, responsable de la indicación del segundo huso horario. Las dos agujas horarias apuntan a los numerales arábigos situados en las posiciones horarias – de nuevo recubiertos con Super-LumiNova beige – en tanto que la correspondiente a los minutos lo hace a la escala del tipo ferrocarril transferida en blanco junto al bisel.
A las indicaciones mencionadas se les añaden un pequeño segundero en dial subsidiario a las 6 que acoge, a su vez, un pequeño fechador por ventanilla. Finalmente, entre el 12 y el emblema histórico de Montblanc, se sitúa un pequeño punto cuya responsabilidad es la de indicador día/noche.
El movimiento es el de referencia MB 29.19 de remonte automático que oscila a una frecuencia de 28.800 alternancias por hora (4 Hz) y entrega una reserva de marcha inferior a dos días (42 horas). Probablemente y en mi opinión personal el único punto débil de esta pieza que se entregará con una correa de piel envejecida de becerro en color cognac y pespunte beige con hebilla de acero. Su precio, ligeramente inferior a los 5.000 €.
Montblanc 1858 Automatic.
Es el resultado de tomar el 1858 Automatic Dual Time y prescindir de todas sus indicaciones excepto de las correspondientes a las de horas y minutos. Se mantienen los 44 mm de diámetro en tanto que la altura disminuye hasta unos adecuados 11,1 mm. La correa es también idéntica a la incorporada en el modelo con doble huso horario.
En esta ocasión, el calibre albergado es el de remonte automático de referencia MB 24.16, que mantiene la frecuencia de oscilación del volante en los 4 Hz a la vez que reduce hasta las 38 horas la reserva de marcha disponible. Si 42 horas me parecen escasas, estas 38 rozan, en mi opinión, el mínimo admisible. No obstante, también debo decir puesto que es de justicia, que la calidad de acabados y la mecánica son realmente buenos considerando que el precio de venta recomendado de este modelo estará alrededor de los 3.500 €.
Como conclusión personal, no tengo ninguna duda de que Montblanc tiene reservadas sus novedades mayores para los días del salón, no obstante y a priori, dudo mucho que estas sean más de mi agrado que cualquiera de estas tres piezas con el modelo de cronógrafo, obviamente, a la cabeza. No es mi intención subestimar los relojes que están por descubrir puesto que, entre otras cosas, desconozco a día de hoy cuales serán. Lo que sucede es que con estos nuevos tres representantes de la Colección 1858 lo han hecho excepcionalmente bien.