Test – Montblanc Heritage Chronométrie ExoTourbillon Minute Chronograph
Se trata del guardatiempos más complicado de los que integran la nueva Colección Heritage Chronométrie que Montblanc lanza este 2015 al mercado tomando como eje central para su desarrollo al navegante portugués Vasco de Gama y el viaje que supuso la apertura de la primera ruta marina entre Europa y la India uniendo por mar los hemisferios norte y sur. Aunque habitualmente prefiero iniciar las series de artículos dedicados a nuevas colecciones por los relojes que incorporan las complicaciones más sencillas, en esta ocasión he preferido empezar la serie de manera inversa por simple preferencia personal. Durante la correspondiente presentación de novedades de Montblanc en la pasada edición del SIHH, este ExoTourbillon acompañado del Villeret Tourbillon Cylindrique Geosphères Vasco de Gama, fueron los modelos que más me atrajeron no solo por su complejidad técnica sino también por su espectacular y atractivo diseño.
LA CAJA
A pesar de las complicaciones que alberga este guardatiempos y del concepto estético y de diseño que Montblanc elige aplicar en sus componentes, las dimensiones de la caja pueden ser consideradas como de contenidas al presentar un diámetro de 44 mm con una altura de 14,79 mm. Tomando el oro rojo como material de base para su fabricación y aplicando un acabado pulido en toda su superficie excepto en los segmentos de la carrura situados entre las asas, en los que se aplica un cepillado vertical, esta caja presenta como particularidad más destacable desde mi punto de vista el bisel de forma cóncava – el resto de relojes de la colección implementan un bisel plano – que, de manera adicional a aportar un valor añadido en el apartado estético, aumenta la protección ante las frecuentes rayas que el desgaste diario suele provocar en esta parte del continente por ser el más expuesto.
Como elementos de manipulación encontramos la corona que permite remontar el reloj y actuar sobre las funciones horarias y de la fecha en la habitual posición de las 3, acanalada para facilitar su manipulación y con el emblema de Montblanc grabado en el cabujón. A las 8, un pulsador rectangular permite gobernar todas las funciones del cronógrafo – arranque, paro, puesta a cero – de manera cómoda con el dedo pulgar apoyando el índice sobre la parte superior derecha de la caja.
El fondo es atornillado con un anillo perimetral en oro rojo y la parte interna cubierta por un cristal de zafiro que permite observar el calibre interior albergado con el rotor semi-esqueletizado en primer plano. Escasos en valor absoluto pero más que suficientes para el tipo de pieza de la que se trata, 30 son los metros de resistencia al agua de este continente.
EL DIAL
La esfera del ExoTourbillon Minute Chronograph presenta dos zonas claramente diferenciadas tanto por funcionalidad como por estrato. Resulta obvio al observar el dial que los dos tercios superiores están destinados a recibir todas las indicaciones del guardatiempos en tanto que el tercio inferior, situado un estrato por debajo, revela un majestuoso puente con sus extremos en forma de flecha y que sostiene al ExoTourbillon visible a través de una abertura circular a las 6 erigiéndose como protagonista total y absoluto de esta zona. En tanto que la superficie del nivel superior es en color marfil y acabado grainée, la correspondiente al inferior presenta color plateado con un acabado satinado vertical.
Las agujas de horas y minutos, de forma lanceada y fabricadas en el mismo material que la caja, están situadas sobre un eje ligeramente descentrado verticalmente hacia arriba. La lectura de los minutos goza de lo que podríamos considerar una doble escala. La primera se sitúa exactamente en la linde con el bisel y está transferida en color negro reproduciendo el habitual “chemin de fer”. Justo a continuación y en un segundo anillo del mismo grosor que el anterior y delimitado por una segunda circunferencia transferida también en negro, aparecen una serie de pequeños puntos aplicados en oro rojo, ligeramente mayores en las posiciones horarias. Por su parte, la aguja horaria apunta a unos índices del tipo bastón aplicados también en oro rojo y sustituidos por numerales arábigos en las posiciones a las 3, las 9 y a las 12. Ambas escalas, horaria y minutera se interrumpen en el intervalo comprendido en el tercio inferior, a excepción de la de tipo ferrocarril que sigue su curso natural como única referencia para la lectura del tiempo.
Con el centro ubicado en el mismo eje que las agujas de horas y minutos se traza un anillo en color gris responsable de albergar los numerales correspondientes a la escala de un fechador por aguja, aguja que, manufacturada en oro rojo, presenta su extremo en forma de media luna en color rojo que acuna al valor correspondiente.
Finalmente, los contadores del cronógrafo. Atractiva, inteligente y, lo más importante, altamente legible es la solución adoptada por Montblanc para salvar el obstáculo que supone no poder disponer de un tercio de la esfera para ubicar indicaciones. De este modo, justo en el límite entre ambos niveles, a izquierda y derecha del eje vertical, se ubican los contadores de 60 segundos y 30 minutos respectivamente. En ambos casos el contador se implementa en un semicírculo con dos escalas y dos agujas que operan de manera idéntica. La escala exterior, a la que sigue la aguja en oro rojo, es la responsable de indicar la primera mitad del contador – de 0 a 30 segundos y de 0 a 15 minutos – en tanto que la escala interior aloja los índices de la segunda mitad del conteo al ser seguida por una segunda aguja, más corta que la anterior, en color rojo.
Para ser justos con la verdad, no acaba de ser cierto que todas las indicaciones del Heritage Chronométrie ExoTourbillon Minute Chronograph se implementen en los dos tercios superiores ya que el perímetro de la abertura que rodea al tourbillon aloja una discreta escala en negro a la que apunta una pequeña flecha en color rojo que actúa como pequeño segundero. Probablemente sin importancia en muchas ocasiones, en este caso le deberemos otorgar la que merece y que justificaremos en el siguiente apartado, el dedicado al calibre.
EL CALIBRE.
El responsable de animar todas las indicaciones de este Heritage Chronométrie en el Calibre de remonte automático MB R230 que oscila a una frecuencia de 3 Hz y presenta una reserva de marcha de 50 horas, considerable como importante dadas las complicaciones implementadas, gracias a la existencia de dos barriletes. Como resulta obvio, dado el nombre con el que la manufactura bautiza esta pieza, el mecanismo del ExoTourbillon es una de sus tarjetas de presentación. Presentado por primera vez en 2010 y en el seno de la Colección Villeret, para no extendernos en aspectos técnicos que no proceden, podríamos resumir las excelencias de este dispositivo en el ahorro de aproximadamente un 30% de energía respecto de la construcción de un tourbillon tradicional al tiempo que contribuye a la mejora de su precisión.
En esta ocasión, Montblanc va un paso más allá e incorpora un sistema que a buen seguro aplaudirán la práctica totalidad de los amantes de la Alta Relojería… y de la precisión. Este nuevo ExoTourbillon añade un dispositivo de parada del volante, es decir, la pequeña flecha en color rojo que actúa como pequeño segundero puede detenerse. Conclusión: podremos sincronizar el reloj de manera perfecta para que las agujas de horas, minutos y segundos apunten donde y cuando deban. Al respecto de esta sincronización horaria, comentar que como ya sucede en numeras piezas de Montblanc, este calibre incorpora un sistema de ajuste rápido de la hora que no afecta a las agujas de minutos y segundos. Es decir, si cambiamos de huso horario y deseamos ajustar nuestro reloj a la nueva hora, bastará con girar la corona estando ésta en la posición adecuada, para que la aguja de las horas se desplace a intervalos exactos de una hora, sin afectar a la minutera y sin detener la marcha regular del reloj. Por lo que respecta a las funciones del cronógrafo y como ya hemos visto, se trata de un crono monopulsante con la rueda de pilares como órgano de gobierno y un embrague de acoplamiento vertical.
Aunque el próximo y último apartado, el de conclusiones, versará sobre la pieza que os hemos descrito en las líneas anteriores y que responde a una producción regular, aprovecharé para incluir en este artículo la pieza que verá la luz en Edición Limitada: el Montblanc Heritage Chronométrie ExoTourbillon Minute Chronograph Vasco de Gama Limited Edition 60. Semejante nombre es el que recibe un guardatiempos que, manteniendo invariables la práctica totalidad de parámetros de su hermano, sustituye el oro rojo por el blanco en la fabricación de la caja, a la vez que manteniendo intacto el diseño del tercio inferior de la esfera, utiliza como material para los dos tercios superiores la aventurina tintada de azul marino sobre la que se simula el cielo estrellado del Hemisferio Sur respetando únicamente la escala del tipo ferrocarril más exterior como única referencia para la lectura de horas y minutos. Otro rasgo distintivo es fácilmente identificable en la posición de las 12 donde podemos encontrar el diamante de talla patentada que reproduce el emblema de la marca.
Varios son los guiños a la expedición de Vasco de Gama de esta Edición Limitada: en primer lugar, precisamente, el número de unidades que se producirán, 60, en referencia a los 60 hombres que integraban la tripulación del Sâo Gabriel, buque insignia de la flota de naves que el 8 de julio de 1497 partieron de la Bahía de Restelo en Lisboa. El reverso del reloj muestra un esbozo en negro de este barco acompañado de la firma del navegante portugués. Finalmente y regresando al dial, el disco de la fecha presenta un decorado que utiliza la técnica del guilloché en forma de ondas y estilo flinqué revestido con pintura azul en referencia al nocturlabio (reloj estelar) que Vasco de Gama llevaba entre sus instrumentos de medición.
Como constante en todos los guardatiempos que forman parte de esta nueva Colección Heritage Chronométrie, todas las piezas abandonan los talleres de la manufactura con el Certificado Montblanc Laboratory Test 500 sobre el que os hablaremos en un próximo artículo, y completan el conjunto con correas en piel de aligátor, negras en ambos casos, fabricadas en los talleres de la Pelleteria Montblanc afincada en Florencia.
CONCLUSIÓN
Sin lugar a dudas, nos encontramos ante otra de las muchas demostraciones de que Montblanc pertenece al mundo de la Alta Relojería por derecho propio y que, además de tener la habilidad de diseñar y producir relojes de tipo más convencional, posee el saber hacer por tradición y tecnología necesario para desarrollar piezas como la presentada.
Pros.
De nuevo y como ya es habitual, la relación calidad-precio es ciertamente excelente: 38.000 € para la versión de producción regular y 45.000 € para cada una de las 60 unidades de la Edición Limitada. Teniendo en cuenta la complejidad de la pieza y que los modelos toman materiales nobles – oro rojo y oro blanco – en su fabricación, no se trata de importe disparatados en absoluto sino todo lo contrario.
Minerva. El valor añadido que buscaba Montblanc con la adquisición de esta manufactura de calibres se ha conseguido con creces. En mi opinión creo que su potencial comercial a nivel de marketing está infrautilizado y que podría aparecer muchas más veces y de manera más explícita.
Diseño. Combinación perfecta entre lo tradicional y ciertos toques vanguardistas en los que Montblanc se permite la licencia de distribuir a sus anchas los elementos en el dial. Elimina los límites convencionales para destacar aquello que más le interesa en la posición que cree más conveniente.
Nitidez y legibilidad. Os lo comentaba cuando me refería a los semi-subdiales que albergan los contadores del crono. A priori, el inconveniente de no disponer de toda la superficie del dial para implementar las muchas indicaciones de este Heritage, se soluciona con una maestría ejemplar que conduce incluso a dotar de cierto concepto retrógrado a las agujas de estos contadores. Generalmente, las escalas dobles tienen malas consecuencias por la masificación de índices y numerales que desembocan en una difícil lectura de las indicaciones. Excelente Montblanc en la resolución de este punto.
Contras.
Si me sitúo en la posición de comprador, a priori, no se me antojan contras destacables que pudieran conducir a una decisión negativa en la adquisición de esta pieza. Únicamente se me ocurren motivos muy subjetivos como las preferencias de cada uno por una u otra estética y por el abanico de posibilidades que se puedan encontrar en el mercado siempre que se consideren estándares similares de complicación, calidad y precio. Tan solo tendría mis reservas en la recomendación si se tratara de la pieza en la que alguien pensara como único reloj, puesto que la polivalencia del guardatiempos viene condicionada por su propio ADN. Aun así, antes de mostrar mis reservas, debería considerar el tipo de persona que pretende hacerse con esta maravilla.