H. Moser & Cie es una marca ciertamente peculiar. Desde el renacimiento moderno de esta firma de Schaffhausen se creó un gran revuelo en el mundo de la Alta Relojería, especialmente por su innovador y original calendario perpetuo. Es un caso muy parecido por impacto y originalidad a otro gran renacimiento como fue el de A. Lange & Sohne, marca con la cual no comparte país de origen pero sí su filosofía germánica de la relojería.
En ambos casos las aguas se calmaron y con ello también han desaparecido las listas de espera para adquirir sus relojes. Esta calma ha sido notoria en Moser ya que después del merecido estrépito mediático de su relanzamiento pocas novedades de peso han aparecido. Casi todo se ha limitado a la adición de algunas complicaciones básicas y a variantes de materiales en los modelos de su colección ya existentes. Este es precisamente el caso del nuevo «Perpetual Calendar Black Golden Edition», aunque con una peculiaridad poco frecuente.
Cuando hablamos de Alta Relojería, lo habitual son relojes con envoltorios preciosos que salvaguardan mecanismos funcionales. Dicho de un modo menos poético; cajas de metales preciosos que albergan movimientos realizados en materiales para cuya elección prima la practicidad. Así, salvo casos especiales como el de Audemars Piguet que centra la mayoría de sus esfuerzos en un reloj de corte deportivo que cambió la historia, como es el Royal Oak, las cajas que no sean de oro o platino son la excepción. Del mismo modo, salvo también alguna excepción como ciertas ediciones de F.P. Journe, movimientos en los que se utilice el oro no son habituales.
Pues bien, precisamente lo que ha hecho Moser con este Perpetual Calendar Black Golden Edition es invertir la ecuación; una caja de titanio con tratamiento DLC negro que alberga un movimiento mayormente realizado en oro. La caja en titanio ennegrecido no es novedad y Xavi ya os habló de ella en un artículo anterior a Baselworld 2014 del Perpetual Calendar Black Edition que lo utilizaba por primera vez.
La gran novedad reside en el oro del calibre HMC 341. El elemento del movimiento que habitualmente recurre al oro en piezas de Alta Relojería es la masa oscilante, ya que el peso de este metal beneficia la inercia y por tanto la eficacia de carga, pero este calibre HMC 341 es de carga manual y por tanto carece de masa oscilante. El oro lo emplea Moser para la platina y todos los puentes, lo que a nivel de volumen representa la mayor parte del movimiento.
La segunda originalidad de este Black Golden Edition reside en su elegante esfera, que acertadamente y para mantener el equilibrio estético recurre también al oro macizo de 18 quilates. Su decoración, realizada a mano, es «fumé» y la decoración del estilo «Rayos de sol». Para completar el conjunto, las agujas horaria y minutera se realizan nuevamente en oro. Un detalle curioso y que sin suda beneficia la armonía visual es que los grandes números del fechador son dorados.
En cuanto a las características técnicas, las funciones y el original modo de mostrar las indicaciones del calendario perpetuo podéis consultar el artículo antes citado ya que no varían en absoluto. El único elemento diferenciador con el resto de variantes del Endeavour Perpetual Calendar es precisamente el envoltorio con el que se entrega, que para este caso es una caja de madera de Macassar, ensalzando el carácter especial del Black Golden Edition ya que se trata de una edición sumamente limitada, a tan solo 10 ejemplares. Una lástima, ya que a pesar de tratarse de una mera cuestión estética, su originalidad y atractivo es indudable.
