De forma totalmente merecida, H. Moser & Cie. se ha alzado con el galardón dentro de la categoría de cronógrafos del Grand Prix d’Horlogerie de Genève celebrado la semana pasada con el Streamliner Flyback Chronograph. Basada en una preciosa caja almohadillada en acero con brazalete integrado, la colección Streamliner ha debutado este mismo año precisamente de la mano de este espectacular cronógrafo de aires vintage que, sin duda, es uno de las mejores piezas que he visto este año, mientras que la versión tres agujas vio la luz unos meses más tarde. Si inicialmente se combinó con una neutra esfera griffé de color gris, ahora nos deslumbra con la que, seguramente, será su mejor versión: fumé Funky Blue. No por esperada resulta menos fascinante.
Rompiendo en mil pedazos la imagen inconfundible de las creaciones de H. Moser, su particular caja monobloque en forma de cojín y brazalete integrado adopta una estética que nos remite inmediatamente a los relojes deportivos de los años 60 y 70. Con un diámetro de 42,30 mm y un grosor de 14,20 mm, el cepillado radial del ancho bisel inclinado se alterna con el pulido de las líneas marcadas por los cantos, logrando una bonita composición de matizados y brillos que realzan las provocativas curvas de su contorno.
En una posición desplazada respecto a la habitual, la corona se encuentra a las 4 en punto, mientras que los alargados pulsadores cronográficos pentagonales se disponen simétricamente en la carrura a las 2 y 10 horas. Sin duda, una disposición más funcional respecto a la tradicional ubicación a las 2 y 4 horas.
El brazalete integrado con eslabones en forma de escamas es otro de sus grandes atractivos. Cómodo, con un diseño original e impecable en sus acabados, poco más (o más bien nada) se le puede pedir. Un excelente trabajo que gracias sus bondades cobra protagonismo en la valoración global del reloj. De hecho el CEO de H. Moser, Edouard Meylan, afirmó en su momento que todo el concepto del reloj había comenzado con el brazalete.
Por último, su trasera atornillada implementa un cristal de zafiro que nos permite admirar los entresijos de su hermoso calibre HMC 902. La hermeticidad conseguida es de 12 atm, unos 120 metros que son más que suficientes para un reloj de estas características, y que, por si fuera poco, es una estanqueidad dinámica, es decir, que nos permitirá accionar el cronógrafo bajo el agua sin ningún temor.
Hasta ahora ninguna novedad, y es en la esfera fumé donde encontramos el porqué de esta versión, su fondo de color Funky Blue sobre el que contrasta a la perfección el rojo vivo de la trotadora central. Si, es cierto que el azul es un color que desde hace unos años ha sido implementado masivamente para dar vida a nuevas versiones en infinidad de referencias (últimamente, su testigo lo está tomando el verde), por lo que si lo unimos a que el Funky Blue es utilizado por H. Moser en muchos de sus relojes, la posibilidad de que la segunda versión del Streamliner Flyback Chronograph fuera con esfera azul era realmente alta.
Teniendo en cuenta que es el primer cronógrafo flyback automático con solo agujas centrales, encontramos una escala perimetral de estilo racing en blanco y detalles en rojo, que, graduada a 60, sirve para minutos y segundos. Se acompaña de una deportiva escala taquimétrica sobre el realce. Como vemos, el protagonismo de las medidas cronográficas es tan absoluto que incluso prescinde de cualquier índice horario. En la posición de las 12 en punto no hay un número 12, sino un sobredimensionado 60 aplicado que reafirma esta vocación de ser «un cronógrafo que muestra la hora y no un reloj que también lleva función de cronógrafo».
La lectura precisa de los intervalos registrados se hacen más fáciles gracias a las manecillas del cronógrafo central de idéntica geometría, gruesas en sus bases y más finas en sus puntas, imitando el diseño de los contadores del tablero de instrumentos de un automóvil. De un simple vistazo diferenciamos los minutos de los segundos gracias a sus dos colores: rojo para la segundera y rodio para la minutera. Cuando el cronógrafo está a cero, ambas manecillas se superponen una sobre la otra señalado el «60», reproduciendo así la disposición de reposo de un cronógrafo rattrapante.
Por su parte, las horas y minutos se muestran mediante dos inusuales manecillas en forma de «jeringa» construidas en dos secciones, que incorporan inserciones de Globolight, un innovador material de base cerámica con Super-LumiNova, utilizado ahora por primera vez en unas agujas. Calcando el perfil cóncavo del cristal, las dos manecillas cronográficas y la de minutos de la función horaria tienen su extremo ligeramente curvado.
Vamos a arriesgarnos y a recurrir al Photoshop para ver cómo sería el Streamliner Flyback Chronograph con esfera azul… pero con el acabado griffé o cepillado vertical que descubrimos en la primera versión y que también luce la preciosa edición especial Centre Seconds Rotating Bezel C.02. Personalmente, me gusta más la segunda opción, más deportiva, exclusiva y con más personalidad.
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- Streamliner Flyback Chronograph Funky Blue
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- Simulación con esfera Griffé Blue
Si bien su exterior es lo que más nos llama la atención, al girar el Streamliner Flyback Chronograph se nos revela otro espectáculo, esta vez mecánico: su calibre HMC 902. Desarrollado por Agenhor este mecanismo cronógrafo flyback automático con rueda de pilares es de una belleza absoluta. Y si, habéis leído bien: contrariamente a lo que parece a primera vista, el remonte de sus dos barriletes se realiza automáticamente. El secreto está en olvidarnos de las estructuras preconcebidas, ya que la masa oscilante de tungsteno se monta en el anverso del movimiento, donde queda oculta por la esfera y permite así disfrutar del mágico espectáculo de engranajes, palancas, piñones y demás componentes que, con un total de 434, conforman este calibre. Simplemente Maravilloso.
Atractivo y original diseño con brazalete integrado, de construcción impecable y acabados de perfecta ejecución, con un tamaño adecuado, cómodo y fabricado en acero, además de una bellísima esfera minimalista de legibilidad intachable y un calibre espectacular y técnicamente avanzado. Con muchos puntos positivos y ninguno negativo, el H. Moser Streamliner Flyback Chronograph, ahora con esfera azul, es una alternativa muy a tener en cuenta frente a las opciones convencionales dentro de los relojes deportivos de acero de lujo. Su precio es de 39.900 CHF (impuestos no incluidos).
