H. Moser & Cie. es una firma única por su carácter provocativo y atrevido al tiempo que elegante y clásico. ¿Pero cómo consigue conjugar adjetivos que a priori parecen inmiscibles?. Uno de los ejemplos más claros lo tenemos con los Concept y su minimalismo absolutamente sobrecogedor. Ejemplos como los Endeavour Perpetual Calendar Concept, Endeavour Tourbillon Concept, Swiss Alp Watch Concept Black o el más reciente Endeavour Perpetual Moon Concept, encarnan esta filosofía de reducir a lo imprescindible las indicaciones y funciones que implementan cada uno de estos relojes, prescindiendo de índices y de cualquier otro elemento que las disturbe. Siguiendo esta línea, H. Moser & Cie. nos presenta el Venturer Concept Vantablack Diamonds que reúne por primera vez el extremo minimalismo de los Concept con la llamativa fastuosidad de los diamantes.
Para ello, recurre a la caja de oro blanco de 39 mm de diámetro y 11,9 mm de grosor del Venturer Small Seconds, y la engasta completamente con 313 diamantes, 29 de los cuales corresponden a la corona y el resto a la carrura, asas y bisel.
Bajo el cristal de zafiro se muestra la espectacular esfera recubierta con Vantablack, el acrónimo de vertically aligned nanotube arrays. El Vantablack, la sustancia más oscura descubierta, está compuesto por nanotubos de carbono alineados verticalmente uno al lado de otro, ofreciendo la sorprendente capacidad de absorber el 99,965 % de la luz que incide sobre él. Este material negro oscuro mate no hace sino realzar el resto de elementos del reloj gracias al brutal contraste con la esfera, las solitarias agujas rodiadas de horas y minutos en forma de hoja y, por supuesto, el ostentoso brillo de los diamantes engastados.
Además, puesto que la belleza de un reloj es inútil sin el mecanismo que hay tras ella, el H. Moser & Cie. Venturer Concept Vantablack Diamonds está equipado con el calibre de cuerda manual HMC 327, visible a través del fondo de zafiro. El movimiento, que late a 18.000 alternancias por hora, cuenta con una reserva de marcha de al menos 3 días, marcada por un indicador en el reverso del reloj.
Mirar este reloj en tu muñeca es como contemplar un agujero negro sobrevolado por dos manecillas que parecen congeladas en el tiempo debido a la aparente ausencia de movimiento. No es un reloj en el que leemos la hora, es un reloj en el que contemplamos la naturaleza del tiempo mismo; no la revolución diaria de las agujas, sino el movimiento lento, inexorable y silencioso a través de la oscuridad del espacio. Verdaderamente, un reloj conceptual.