Para escribir todo lo que he plasmado hasta ahora me ha resultado suficiente con observar las imágenes de la nota de prensa. Pero, para intentar comprender este desatino he procedido a leer el texto de dicha nota de prensa. Pues bien, como era de esperar, el texto que me remite Moser confirma todas mis apreciaciones. Es decir, lo han hecho con plena consciencia. Ahora la pregunta es ¿porqué?. A ello también responde la nota de prensa.
El resumen sería que el H. Moser Swiss Icons Watch «Frankenstein» es la escenificación de una dura crítica de Moser a la falta de originalidad que protagonizan muchas marcas del sector. Es evidente que el CEO de Moser se debió despertar un día de muy mal humor y se le ocurrió esta idea. También es evidente (espero) que se trata de una exageración. Comparto y he escrito muchas veces que crear nuevos diseños que sean originales es sumamente difícil en relojería. Pero de ahí a insinuar copias descaradas va un mundo.
No conozco a ninguna marca de entre las protagonistas del sector relojero que utilicen un bisel «pepsi», unos índices Panerai o una tipografía IWC, para mencionar alguno de los elementos que antes hemos identificado. Sí que hemos visto y veremos en muchos relojes de marcas más prestigiosas recurrir a agujas «tipo Breguet», pero esto es algo habitual desde hace siglos y es todo un homenaje al legendario relojero.
Edouard Meyland, CEO de H. Moser & Cie, también critica que la mayoría de marcas del sector de la Alta Relojería realicen acciones de marketing como realizar grandes eventos o pagar a personajes famosos para promocionar sus relojes. Bueno, comparto el principio de esta crítica pero no soy absolutista en ella. Me alegra que por ejemplo Patek o Vacheron nunca hayan recurrido a ello, pero también admito que para cierto estilo de reloj o para determinado volumen de producción es casi obligatorio utilizar estos métodos. A Patek no le hace falta, pero a firmas del máximo prestigio, como son Rolex u Omega, les resultaría imposible vender su producción anual, que se mide aproximadamente con 6 ceros, sin llegar al gran público.
De este reivindicativo y horripilante reloj solo se producirá una pieza y los beneficios que se obtengan de su venta los donará Moser a la Fondation pour la Culture Horlogère Suisse. Además Moser amenaza con mostrarnos en vivo este espanto de reloj durante el inminente SIHH 2018. Puede ser la presentación más hilarante de la historia. Un poco de relajación no vendrá mal.
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