Desde un terrenal pequeño segundero hasta la excelsa repetición de minutos, muchas son las complicaciones que pueden ser implementadas en un reloj, aportando todas ellas un valor añadido a la mera función básica de todo reloj, dar la hora. Cuando elegimos un guardatiempo, generalmente lo hacemos fascinados por su encanto estético y/o mecánico, por lo que es habitual que esas complicaciones que pueden llevar asociadas no las utilicemos en nuestro día a día. Por ejemplo… un cronógrafo: ¿cuántos de vosotros lo utilizáis o utilizaríais de forma asidua?. Yo he tenido dos de ellos simplemente porque me gustaba su estética, un Speedy y un Panerai Chrono Flyback, y os puedo decir que es una función que casi nunca he utilizado.
Quizás valorando en su justa medida la función primigenia de la Relojería, últimamente mis preferencias se decantan por los diseños minimalistas y funcionales de los sólo hora, acompañados, como mucho, de las prácticas indicaciones de segundos (central o pequeño segundero) y fecha. Es ahí donde encajan a la perfección las dos nuevas versiones del H. Moser Venturer Big Date, caracterizadas por su caja en oro blanco y dos preciosas esferas en blanco lacado y fumé azul medianoche, que no hacen sino sublimar sus virtudes.
Fabricada en el más discreto oro blanco, su elegante caja mantiene los 41,50 mm de las versiones en oro rojo, cuyo fino bisel y unas asas más delgadas , conceden mayor protagonismo a la esfera a la vez que suscitan la ilusión visual de que el reloj posee un tamaño mayor que el real. Su grosor llega a los 14,50 mm, una cifra que si bien resulta un poco excesiva a primera vista, no lo es tanto si tenemos en cuenta que, en gran parte, se debe al voluptuoso combado que luce su cristal de zafiro.
Si la caja del H. Moser Venturer Big Date es espléndida, las dos esferas merecen mis más encendidos elogios. Evidentemente, ambas disponen de una configuración similar, o sea, ventana de fecha a las 3 horas y pequeño segundero a las 6, con una escala limitada a las horas, pero mientras la referencia 2100-0200 es blanca lacada, la 2100-0202 adopta un color azul medianoche fumé con decoración «rayon soleil», ambas acompañados por una correa de aligator negra. Además de esta variación cromática, la primera luce numerales romanos, manecillas azuladas y un pequeño segundero de estética minimalista, frente a los índices de tipo bastón, agujas rodiadas y pequeño segundero decorado que exhibe el dial azul medianoche. ¿Cuál me gusta más?. Sinceramente, soy incapaz de decidirme.
La gran ventanilla de la fecha es una de las más legibles del mercado, cuyo secreto reside en sus discos de fecha apilados: el disco superior cuenta con las cifras de la 1 a la 15 y el segundo, con las cifras de la 16 a la 31. Gracias a este ingenioso sistema, cada cifra queda perfectamente centrada en la ventanilla. A diferencia del cambio gradual de fecha de la mayoría de calendarios, el «Flash Calendar» de Moser es sumamente excepcional debido a que cuenta con dos importantes ventajas: el salto de fecha instantáneo en una fracción de segundo, y la opción de ajustar la fecha adelante o atrás en cualquier momento sin restricción ni riesgo alguno de dañar el mecanismo, incluso cuando la fecha esté cambiando. Todo ello es posible gracias al complejo mecanismo de embrague que aísla y protege al sistema de ajuste de la fecha, llamado «Double Pull Crown». Además, consigue eliminar el riesgo de realizar cambios en la fecha cuando se está ajustando la hora, ya que es necesario tirar de la corona, soltarla brevemente y extraerla de nuevo para ajustar la hora del reloj.
Sin duda, este sistema de Moser ostenta todo lo que deberíamos esperar en una indicación de gran fecha: inmejorable precisión, rapidez del salto y facilidad de ajuste, junto a una excelente visibilidad y legibilidad.
El H. Moser Venturer Big Date alberga el calibre de cuerda manual HMC 100. Visible a través del fondo de zafiro, este mecanismo late a la esperada frecuencia de 18.000 alternancias por hora (2,5 Hz), una característica que forma parte del ADN de los calibre Moser. Por otro lado, el isocronismo y la precisión quedan garantizados por el escape modular intercambiable de Moser, mientras su doble barrilete le garantiza una excelente reserva de marcha de siete días. Con un diámetro de 34,00 mm (15 líneas) y una altura de 6,30 mm, destacan sus dos grandes puentes, decorados con lo que podríamos llamar doble Côtes de Genève, y con las aristas biseladas y pulidas. Justo al lado del órgano regulador, podemos observar el discreto indicador de la reserva de marcha. Resumiendo lo descrito hasta ahora, el calibre HMC 100 muestra las funciones de horas, minutos, pequeño segundero a las 6 horas, fecha de gran tamaño a las 3 horas, indicador de reserva de marcha en el lado del movimiento, y parada del segundero.
En definitiva, los dos nuevos H. Moser Venturer Big Date White Gold son, simplemente, espléndidos, gracias a una larga lista de motivos, empezando por su elegante diseño clásico y tamaño ideal, que adopta la exuberante discreción del oro blanco, y siguiendo con las dos casi perfectas esferas por su estética, equilibrio, sencillez, proporcionalidad y minimalismo. Además, el calibre HMC 100 es un dechado de virtudes, técnica y mecánicamente impecable, y rematado con unos acabados a la altura de las mejores manufacturas.