Desde su renacimiento en 2005, Moser & Cie. se ha distinguido por ser una rara avis dentro de la Alta Relojería. Independencia, carácter, atrevimiento, calidad, manufactura y exclusividad, son los pilares que definen a Moser & Cie., y que se pueden resumir en su lema: Very rare. Y si por si no fuera suficiente con ello, la política comercial y publicitaria de los últimos dos años ha provocado que Moser estuviera en boca de todos; a finales del 2015, gracias al increíblemente minimalista Moser Endeavour Perpetual Calendar Concept, al que siguió en Baselworld el contestatario Swiss Alp Watch y su diseño emulando a un Apple Watch. Pero es que este año se han superado con el ya popularmente llamado «reloj de queso», el Swiss Mad, la acción más visible y efectista publicitariamente hablando dentro del marco de la decisión de Moser de abandonar el sello Swiss Made. Si todavía no habéis tenido la ocasión de ver el irónico vídeo lanzado dentro de la campaña #MakeSwissMadeGreatAgain, os recomiendo que no os lo perdáis. Lo podéis encontrar dentro de este artículo dedicado al Swiss Mad.
Es en este contexto donde Moser presenta su última creación, el Swiss Alp Watch Zzzz, una versión que incorpora el minimalismo extremo de los Moser Concept. ¿A qué viene esa denominación Zzzz?. En una vuelta de tuerca a su idea primigenia, su esfera adopta la apariencia de un smartwatch que se apaga o se pone en standby gracias a su esfera completamente negra y vacía, sin índices, logos o escalas de ningún tipo, sobre la que contrastan las delicadas manecillas de horas y minutos en forma de hoja.
Su caja de oro blanco 38,2 x 44,0 mm y 10,3 mm de altura acoge el calibre manufactura HMC 324, un fabuloso mecanismo de cuerda manual que late a 18.000 alternancias por hora y dispone de una reserva de marcha de 4 días, exhibiendo todas las bondades técnicas y la excelencia de acabados típicos de la firma con sede en Neuhausen am Rheinfall.
Elegante, frío, misterioso y hasta cierto punto inquietante, el Swiss Alp Watch Zzzz parece surgir de los confines de espacio profundo para mostrar en su esfera un tiempo congelado debido a la ausencia de segundero y de cualquier punto de referencia. Cierto, podemos argumentar que la precisión de su legibilidad funcional resulta seriamente perjudicada por su diseño absolutamente minimalista, pero personalmente me parece un reloj estéticamente espectacular y tremendamente atractivo.
Entregado junto a una correa de aligator negro, esta limitadísima serie de únicamente 20 ejemplares, también se ofrece en una segunda versión con la ya conocida esfera Funky Blue azul fumée con motivo rayos de sol, acompañada de una correa de piel de kudú beige con forro interior en verde lima.