Sorprendente. Este es el primer adjetivo que me ha venido a la cabeza al ver las imágenes de esta limitadísima edición dedicada al icónico músico británico Bryan Ferry. Esta versión del Moser Endeavour Small Seconds exhibe una elegante esfera de indudable diseño vintage que, inspirada directamente en los modelos históricos de H. Moser & Cie, rompe con la uniformidad de los códigos estéticos que caracterizan las creaciones de la firma de Neuhausen am Rheinfall.
Sinceramente, no hubiera esperado nunca que una edición especial dedicada a Bryan Ferry hubiera recorrido a una esfera de este estilo, pero sin duda el resultado es magnífico, no por su complejidad, sino precisamente por todo lo contrario, una cálida y embriagadora sencillez que nos transporta a principios del siglo pasado, cuando la lectura horaria era ofrecida de la manera más simple y nítida posible.
La caja mantiene los 38,80 mm de diámetro y 9,30 mm de grosor, una medida más que contenida respecto a los tamaños actuales, e incluso entre los relojes de corte clásico. De hecho, el Endeavour Small Seconds es la referencia con el diámetro más pequeño de Moser, con dos milímetros menos respecto a los 40,80 mm del resto de la colección, lo que intensifica si cabe su apariencia histórica junto a la correa de cuero marrón pulido con que se entrega.
Fabricada en oro rosa pulido, la caja está compuesta por tres partes: un bisel que muestra un suave perfil convexo, una carrura que se adornas con un discreto satinado vertical en ambos lados, y una trasera atornillada con un cristal de zafiro que permite admirar las excelencias de su mecanismo. La única inscripción adicional que se muestra el fondo respecto al Small Seconds estándar, es la de «LIMITED 100 PCS». Como veis, no aparece la numeración individual de cada reloj dentro de esas 100 piezas, pero lo que no sabemos es si las unidades finalmente entregadas sí la incorporarán.
Pero vayamos directamente a la única novedad que presenta el Moser Endeavour Small Seconds «Bryan Ferry», su esfera, cuya estética vintage representa un cambio radical respecto a la imagen habitual de los Moser. Acostumbrados a sus esferas metalizadas y decorados rayon soleil y fumée, el impoluto lacado blanco de acabado mate resulta casi obsceno por su sencillez y perfección, un matiz que se alcanza en parte gracias a la fina rugosidad de su superficie cuya función es desviar en múltiples direcciones la luz incidente, evitando así que podamos percibir ningún reflejo o brillo. Las cifras arábigas adoptan una tipografía que evoca claramente el pasado, combinando el negro con toques de rojo, el 12 horario y el 60 dentro del pequeño segundero. Este look retro se acentúa gracias a la minutería, que enfatiza el borde de la esfera, así como a las agujas Breguet azuladas, que exhiben su clásica pomme évidée descentrada. Por su parte, el pequeño segundero lo encontramos a las 6 horas en un plano inferior que, además de implementar el antes citado 60 en rojo, incorpora una escala chemin de fer y una fina manecilla también azulada.
Y cuando aquí parecía que se acababa la descripción de la esfera, resulta que nos falta un último pero no menos importante elemento, que bien podría pasarnos totalmente desapercibido por su sutilidad. Fijaos en lo que, aparentemente, identificamos con la pequeña y habitual inscripción «Swiss Made» ubicada bajo el pequeño segundero. En una de las más ingeniosas y sutiles formas que he visto de mostrar en la esfera el motivo de una edición especial, Moser ha impreso el nombre de Bryan Ferry camuflándolo de tal manera que no influye en absoluto en su estética y nitidez. Y a los que no lo habíais visto a primera vista, y por si os sirve de consuelo, tranquilos, yo tampoco.
El mecanismo que da vida al Moser Endeavour Small Seconds «Bryan Ferry» es, como cabía esperar, el calibre HMC 321, un movimiento de remonte manual que late a una frecuencia de 18.000 alternancias por hora. Con un diámetro de 32 mm (14¼ líneas) y un grosor de 4,8 mm, su reserva de marcha de tres días se muestra mediante un indicador circular con manecilla situado en el lado del movimiento. Los acabados son sencillamente impecables, luciendo la particular decoración que exhiben todos los Moser, una doble «Côtes de Genève», que se acompaña del biselado y pulido de los puentes.
En definitiva, el Moser Endeavour Small Seconds «Bryan Ferry» me resulta un reloj tremendamente atractivo, quizás un poco pequeño para mis gustos y tamaño de muñeca, en el que destaca, por encima de sus otras bondades, su preciosa esfera de estética vintage, en la que todos sus elementos adoptan su mejor diseño posible para acabar conformando una orquesta en la que no desafina ni uno solo de sus instrumentos. Lástima que sea sólo una edición limitada a cien unidades… aunque esperemos que sea un avance de por donde irán los futuros lanzamientos de esta pequeña gran manufactura, y que podremos admirar dentro de pocas semanas en su debut en el Salon International de la Haute Horlogerie de Ginebra que se celebrará entre el 18 y el 22 de enero.