Moser nos adelanta el primero de los modelos que presentará en el SIHH 2016, el principal evento de la industria relojera mundial junto a Baselworld, que se celebrará a partir del próximo 18 de enero. Sin duda será una fecha importante en la historia de la firma de Neuhausen am Rheinfall, ya que supondrá su debut como marca expositora en el prestigioso Salón Internacional de la Alta Relojería. La referencia elegida es ciertamente peculiar, el Moser Endeavour Perpetual Calendar Concept, una edición limitada a únicamente diez ejemplares, que reduce una gran complicación como es la de calendario perpetuo a un minimalismo absoluto.
Cuando el Endeavour Perpetual Calendar fue lanzado por Moser hace ya una década, supuso una gran sorpresa para todos: nunca antes habíamos visto un calendario perpetuo con esa nitidez y facilidad de lectura, que incluso nos hacía creer que nos encontrábamos ante un tres agujas con las funciones de fecha y reserva de marcha. Sin embargo, un pequeño detalle marcaba la diferencia: la pequeña manecilla en forma de flecha ubicada en el eje central, que hábilmente utiliza los 12 índices horarios para mostrar los meses del año. Esa misma idea de sencillez y diafanidad es ahora radicalmente aplicada en el Concept hasta llevarla a su máxima expresión, aunque sea a costa y en perjuicio de toda precisión en la lectura de las indicaciones, exceptuando la fecha y el año bisiesto en la trasera.
Para ello, Moser prescinde en primer lugar del pequeño segundero ubicado a las seis horas, continúa con la eliminación de todos los índices y escalas, y acaba borrando cualquier escrito, ya sea el nombre de la marca o el diminuto y habitual Swiss Made. ¿Que es lo que nos queda después de este streptease?, pues la desnudez total: una esfera fumé gris oscuro con decoración rayons de soleil, la ventana de fecha a las tres, las agujas centrales de minutos y horas biseladas en forma de hojas, la pequeña manecilla central en flecha que indica los meses, y la finísima manecilla de la indicación de reserva de marcha ubicada a las 9 horas. Nada mas. Su visión me recuerda un paisaje lunar, yermo, silencioso y frío, aunque también cautivador, atractivo e hipnótico.
Pero si analizamos el Moser Endeavour Perpetual Calendar Concept estrictamente desde el punto de vista de su uso práctico, ya no es cuestión de opinión, sino de hechos: la ausencia de cualquier escala conlleva que saber o ajustar la hora con precisión resulte una quimera. Incluso tampoco sabemos el nivel de carga que, en teoría, debería ofrecernos el indicador correspondiente. Pero eso no es lo peor. Si la lectura del tiempo la podemos medio salvar porque sigue siendo bastante intuitiva (somos capaces de saber aproximadamente la hora según la posición de las agujas), concretar en qué mes nos encontramos resulta ciertamente más complejo debido al reducido tamaño de su manecilla indicadora.
Consecuentemente con su filosofía, para fabricar la caja recurre a la expresión estéticamente menos ostentosa y limpia de este noble metal, el oro blanco. Con un diámetro de 40,80 mm y 11,10 mm de grosor, su geometría redonda no presenta ninguna variación respecto a los Perpetual Calendar de la colección actual, Y se entrega con una atractiva correa de cuero de kudú, un antílope africano, en color beis y aspecto envejecido.
Una de las características de un calendario perpetuo es que, una vez ajustadas sus indicaciones, sólo debemos preocuparnos de que mantenga su carga, lo que en el Endeavour Perpetual Calendar supone darle cuerda al menos cada siete días. Esta reserva de marcha es fabulosa, y sin duda su indicador es de gran ayuda, pero debemos tener en cuenta que, debido a su diseño, es un reloj destinado a coleccionistas, y que puede ser posible que cuando volvamos a querer utilizar nuestro Moser Endeavour Perpetual Calendar Concept necesite ser ajustado de nuevo. Por suerte, el hecho de que la fecha del calibre HMC 341 pueda ajustarse en ambas direcciones, será de gran ayuda para cuando llegue ese momento.
Se me ocurren una retahila de adjetivos con los que calificar a este Moser: obsceno, atrevido, hipnótico, audaz, sorprendente… Habrá quien crea que es una obra de arte, y habrá otros que dirán que no guarda la función básica que todo reloj debería cumplir, la de ofrecer una lectura del tiempo de forma precisa. Gustará más o menos, pero lo que es seguro es que no dejará a nadie indiferente.