Después de varias semanas de negociaciones, LVMH (Louis Vuitton Moët Hennessy) ha cerrado el acuerdo para comprar Tiffany & Co. por 13.850 millones de euros. Con la adquisición del famoso joyero estadounidense, el grupo de lujo más grande del mundo refuerza su presencia en el negocio de lujo de joyas y relojes, un segmento tradicionalmente dominado por su rival suizo Richemont, propietario entre otros de marcas de joyería como Cartier, Piaget o Van Cleef & Arpels.
Esta compra tiene mucho sentido desde un punto de vista comercial, incluso si la analizamos desde una perspectiva de monopolización del sector. Se podría argumentar que al consumidor de lujo se le dan cada vez menos opciones a medida que atraen a más y más empresas al redil, pero dado que LVMH ha demostrado estar dispuesto a tratar a cada marca como entidades individuales, las preocupaciones que pueden haber surgido parecen menos probables. Sin embargo, será interesante ver cómo va la adquisición y cómo reaccionan los consumidores, o si incluso lo llegarán a notar. Las marcas y minoristas existentes necesitan evolucionar y comprender cómo hacerlo de manera eficiente, lo que para muchos significa unir fuerzas con otros o formar parte de un grupo más grande.
A pesar de varios años de crecimiento apático y una disminución del precio de sus acciones, la adquisición de Tiffany & Co. es la más importante de la historia de LVMH. Con ella, Bernard Arnault, propietario del grupo, por fin consigue su oscuro objeto de deseo desde que compró Bvlgari en 2011 por 5.200 millones de dólares. El acuerdo también significa que el director ejecutivo de Tiffany, Alessandro Bogliolo, regresa al grupo donde fue el director de operaciones de Bvlgari.
Bernard Arnault
El conglomerado de lujo francés pagará 135 $ por acción, aproximadamente un 35% por encima del último precio negociado antes de que estallara la noticia de la adquisición. Este precio por acción no está muy lejos de su máximo histórico, pero vale la pena tener en cuenta que las marcas de lujo son notoriamente difíciles de valorar.
LVMH incluye 75 marcas, entre ellas reconocidas firmas como Louis Vuitton, Loewe o Christian Dior, y marcas de alta relojería como Hublot, TAG Heuer, Bvlgari o Zenith. Su facturación alcanzó los 38.400 millones de euros en los nueve primeros meses de este año, un 16% por encima del mismo periodo del año pasado. La incorporación de Tiffany ayudará al grupo a aumentar su presencia en China y Estados Unidos, en un momento en que la joyería afronta dificultades derivadas de la guerra comercial entre ambos países, que perjudican sus exportaciones al gigante asiático. Claramente, LVMH tiene mucho que ganar con esta adquisición. Las ventas de relojes y joyas representan actualmente el 9% de sus ventas y el 7% de sus ganancias, pero recordemos que el «hard luxury» duro es el único subsector donde LVMH juega y no es el líder.
Por su parte, Tiffany espera que LVMH pueda repetir lo que hizo con Bvlgari, evolucionando una marca bastante anticuada hasta llegar a duplicar las ventas. La empresa se ha visto afectada por la guerra comercial entre EE UU y China o la fortaleza del dólar. Las rebajas de impuestos en China han lastrado las ventas de sus tiendas en EE UU y otros destinos, pues los chinos compran en casa y los turistas compran en China. Así, obtuvo un beneficio neto de 261,5 millones de dólares (236 millones de euros) en el primer semestre de su año fiscal, hasta agosto, un 8,9% menos que un año antes.
Tiffany & Co. no es sólo una de las mejores marca marcas de joyas del mundo, sino también una de las más respetadas, toda una institución en Nueva York con su tienda insignia al lado de Trump Tower en 5th Avenue. Fundada por Charles Lewis Tiffany en 1837, la marca se ha convertido desde entonces en sinónimo de elegancia, diseño innovador, artesanía y excelencia creativa. Hoy, con más de 14.000 empleados, Tiffany & Co. y sus subsidiarias diseñan, fabrican y comercializan joyas, relojes y accesorios de lujo. La compañía opera más de 300 tiendas minoristas en todo el mundo como parte de su enfoque omnicanal.
Después que los accionistas de Tiffany aprueben la compra por parte de LVMH y se obtengan las autorizaciones pertinentes, la operación se cerrará a mediados del próximo año.
