La categoría de relojes deportivos de lujo con brazalete integrado ha sido uno de los segmentos más populares del mercado relojero durante los últimos años, una tendencia que se ha extendido a niveles de precio más asequibles respecto a los Audemars Piguet Royal Oak, Girard Perregaux Laureato, Chopard Alpine Eagle o Vacheron Constantin Overseas, por ejemplo. En ese segmento se encuentra el Riviera de Baume & Mercier, un reloj que cuenta con una historia que se remonta a 1973. El Riviera original, lanzado tan solo un año después del Audemars Piguet Royal Oak, que marcó un antes y un después en el género, fue pionero en la creación de este estilo, y el resurgimiento de la marca en 2021 buscó capturar parte del espíritu de principios de los 70 en una amplia gama de opciones de esfera y movimiento. Con un aspecto deportivo muy actual, diversas opciones de personalización y un precio muy competitivo, Baume & Mercier acaba de presentar el rediseño del Riviera Cronógrafo actual, con cuatro referencias con estéticas modernas en unos casos y vintage en otros: los Riviera Cronógrafo Flyback (M0A10828), Riviera Cronógrafo (M0A10827) y Riviera Cronógrafo de 41 mm (M0A10825 y M0A10826).
Común en todos ellos es su caja de acero, que recorta en 2 mm el tamaño de la generación anterior para adoptar unos más ergonómicos y modernos 41 mm. Mantiene su icónico bisel dodecagonal con cepillado radial y biselado pulido, y los cuatro tornillos hexagonales que ensamblan el conjunto bisel/carrura/fondo (con cristal de zafiro). Todas las referencias se acompañan de un brazalete integrado de tres hileras realizado en acero. En consonancia con su temática deportiva, el Riviera ofrece una respetable resistencia al agua de 100 metros.


La fórmula básica de la esfera del Baume & Mercier Riviera es elementalmente simple, con índices aplicados, que son lo suficientemente simples como para ser estilísticamente versátiles, y el carácter extra que le confieren los numerales romanos a las 12 y 6 horas. Las nuevas esferas exhiben el habitual grabado en chevrones en relieve, que le confieren la estilizada evocación acuática que caracteriza el Riviera. Dos de ellas son de color azul o negro, con los tres contadores en posiciones 6/9/12 y el mismo grabado que el dial, y la doble ventana de día y fecha con ruedas en negro (hubiera sido ideal que fuera azul en el caso de la esfera de ese color). A diferencia de la generación anterior, ahora implementan un anillo perimetral que los delimita e incluyen las respectivas escalas. Aún más interesante es la versión panda, con un fondo blanco, tres subesferas negras en las posiciones 3/6/9 y decoradas con acaracolado, un anillo perimetral negro (dividido en 1/5 de segundos) y ventana de fecha a las 4:30.
Punto y aparte merece el Riviera Cronógrafo Flyback, tanto por su mecanismo como por su sorprendente estética vintage de los años 50. En su esfera de color champagne con cepillado vertical se disponen dos subdiales, el totalizador de 30 minutos del cronógrafo (a las 3 horas) y el pequeño segundero (a las 9), en ambos casos con las escalas y las manecillas en azul intenso, el mismo color con que está lacada la trotadora central con el contrapeso en forma de la letra Phi, el emblema de Baume & Mercier. El cronógrafo flyback se complementa con la ventana de fecha a las 4:30 y las funciones de taquímetro y telémetro en dos escalas circulares: la primera intersecta los dos totalizadores, mientras que la segunda se dispone en el límite perimetral.
Antes de poder tener los relojes en nuestras manos y hacer las consultas pertinentes, la nota facilitada por la firma no informa qué mecanismos de remonte automático implementan estos tres modelos. Todos ellos ofrecen una reserva de marcha de 42 horas y laten a una frecuencia de 4 Hz (28.800 alternancias por hora), por lo que suponemos que prosiguen con el Valjoux 7750 que latía en el interior de los anteriores Riviera cronógrafo, con sus respectivas configuraciones gracias a la enorme versatilidad de este mítico mecanismo.