Durante la segunda mitad de la década de los 30 se vivía un clima prebélico que finalmente desembocó en la Segunda Guerra Mundial, unos años en que los ejércitos buscaban la mejor manera de prepararse para lo inevitable. Barcos, aviones, vehículos y armas era la tecnología más evidente que desarrollaba la industria militar, pero esas necesidades también afectaban al equipamiento. Ahí es donde entra la relojería, fabricando relojes bajo las especificaciones proporcionadas por los estamentos militares, basadas en su resistencia y legibilidad. La referencia que hoy os presentamos es el reflejo de esa época y un perfecto ejemplo de reloj militar, el Longines Heritage Military 1938. Su nombre refleja el año de producción del modelo en que se inspira y que podemos admirar, tal como pude comprobar personalmente hace escasas semanas, en el museo que Longines tiene en Saint-Imier.
No es la primera ni la segunda vez que Longines lanza un modelo bajo el nombre de «Military». Tenemos los ejemplos del Military RAF(2018), del Military 1918 (2016) del Military COSD (2015), y si, de otros tres Military 1938 (2013). Y visto el extenso archivo histórico de Longines, seguro que no será la última.
Una de las cosas que mas admiro de la colección Heritage de Longines es la fidelidad que mantiene respecto a los modelos originales, una premisa que también cumple el Military 1938 tal como podéis comprobar:
A pesar de observar el reloj original en una de las vitrina del museo, no pude comprobar si su tamaño coincide con los 43 mm de la reedición, aunque visualmente parecía algo más pequeño. Rematada por un bisel angular, la caja de acero tiene forma cilíndrica y combina acabados pulidos en su superficie y satinado en la carrura. El cristal de zafiro es uno de los elementos que más me sorprendió, ya que sobresale un milímetro del bisel para imitar la geometría del cristal acrílico utilizado en la época.
La corona acanalada en forma de cebolla es un poquito más grande que la del original, mejorando así su facilidad de uso, un aspecto importante si tenemos en cuenta que el Longines Heritage Military 1938 implementa un calibre de remonte manual.
La esfera de fondo negro resulta todo un ejercicio de simplicidad, limpieza y legibilidad. Una escala chemin de fer perimetral, once numerales arábigos en las posiciones horarias, un pequeño segundero (también rodeada por una escala chemin de fer) a las seis horas y las dos manecillas de tipo bastón de horas y minutos. El nombre de Longines bajo las 12 es la única lectura que encontraremos en ella. Para todos estos elementos se ha elegido un color crema que le confiere un aspecto más cálido y vintage. Tanto los numerales como las agujas están revestidas de Super-LumiNova.
Como vemos, la esfera calca a la perfección el reloj original, y solo si las comparamos muy a fondo veremos los pequeños y casi imperceptibles detalles diferenciales: la escala de minutos es un poquito más estrecha, la fuente de los números es levemente más gruesa, la manecilla horaria es más corta y con su punta menos puntiaguda, mientras que la del pequeño segundero pierde su forma lanceolada para ser totalmente recta.
Tal como hemos avanzado, en su interior encontramos un movimiento de remonte manual. Evidentemente no es el calibre 17.26 que monta el original, sino el L507.2 (ETA 6498/2), un mecanismo que late a 21.600 alternancias por hora y dispone de una reserva de marcha de 53 horas.
En edición limitada a 1938 piezas, el Longines Heritage Military 1936 se entrega con dos correas: una de cuero color antracita envejecida y una NATO de cuero de color coñac. Su precio es de 2.340 €.
