El guardatiempo que hoy os presentamos es una nueva versión del célebre Carrera Calibre Heuer 02T Tourbillon que TAG Heuer presentó en la feria de Baselworld del 2016 y que representó un gran escándalo. Todo vino por su precio, que rondaba los 15.000 euros, algo que no debería extrañar a nadie salvo por el detalle de que se trataba de un reloj con regulador tourbillon. Muchas grandes firmas históricas acusaron abiertamente a TAG Heuer de romper los «códigos de la Alta Relojería» vendiendo un tourbillon a tal precio. El debate es complejo y las opiniones diversas, aunque al final todo giraría en torno a la diferencia entre lo que es una producción industrial y una artesanal.
Con una medida de 45 mm, la caja de titanio de grado 5 de la nueva referencia reinterpreta la forma clásica del Carrera, y nos recuerda mucho el look del Carrera Sport Chronograph Calibre Heuer 02 presentado el año pasado. Con un acabado general cepillado, las asas mantienen el típico biselado interior pulido, mientras el bisel cerámico taquimétrico combina su color azul con el del caucho que recubre la corona y el anillo intermedio de los pulsadores cronográficos.
Es en la esfera donde vemos un cambio de estilo importante al prescindir de los habituales y vanguardistas diseños esqueletados que descubren parte del calibre 02T en modelos anteriores, optando por un enfoque más tradicional y clásico. Su fondo sólido de color azul está decorado con un sutil acabado satiné soleil que mantiene su estructura en el interior de los dos totalizadores de 30 minutos a las 3 horas y de 12 horas a las 9.
Otras diferencias respecto al Sport Chronograph son los anillos de los subdiales: esta vez son plateados con azurage e índices que replican, invertidos, los índices rectangulares de las posiciones horarias. Más técnico y más detalles, si, pero personalmente prefiero la sencillez y limpieza del más terrenal hermano menor.
La abertura a las seis horas nos descubre la joya de la corona, el tourbillón volante, en el que destaca su poco convencional jaula fabricada en carbono y titanio si la comparamos con la exquisitez de realización y acabados con la que se construye habitualmente esta delicadísima pieza. Pero como hemos dicho al principio, este tourbillon no busca jugar la misma liga, por lo que su diseño se adapta a la perfección con el estilo del Carrera Heuer 02T
El mecanismo que incluye este sensible órgano regulador es el cronógrafo tourbillon automático Heuer 02T, el calibre estrella de TAG Heuer. Con una frecuencia de 4 Hz y una reserva de marcha de 65 horas, a las bondades técnicas que le aportan su rueda de pilares y embrague vertical debemos sumarle que su cronometría viene avalada por el certificado COSC. La mayoría de los movimientos equipados con tourbillon están profusamente decorados, pero TAG Heuer opta por un aspecto más limpio y vanguardista. Los puentes están acabados en un gris grafito mate intenso, mientras que el rotor esqueletado está decorado con Côtes de Genève y revestido en PVD azul, el mismo color que luce la rueda de pilares.
Si hasta ahora el 02T se entregaba con correas de cocodrilo y caucho negro, o incluso solo caucho, en esta ocasión y por primera vez se acompaña de un brazalete de titanio que le confiere una mayor elegancia (y polivalencia) en consonancia con su esfera más tradicional. Limitado a 250 unidades, el TAG Heuer Carrera Heuer 02T tiene un precio de 19.900 €.