El próximo 5 de agosto se dará el pistoletazo de salida de los JJOO Río 2016, conocidos oficialmente como Juegos de la XXXI Olimpiada. Por un año más, Omega estrechará los lazos que, desde 1932, la han relacionado de una manera indisoluble con este evento deportivo en calidad de Cronometradora Oficial. Se trata sin lugar a dudas de un hecho sobre el que apetece, y mucho, escribir para hablar del pasado y presente de la labor llevada a cabo por esta manufactura durante tantos años de historia, de los hitos conseguidos y de la mejora continua que ha desarrollado en busca de la máxima precisión. Y nos lo han puesto muy fácil. De hecho, el artículo que estáis a punto de leer no es más que una adaptación de toda la información que Omega nos ha suministrado al respecto. Hitos, evolución, métodos, tecnologías y los relojes que conmemoran estos Juegos Olímpicos de 2016 serán los protagonistas de las próximas líneas. De hecho, lo cierto es que debido a la extensión, trataremos el tema con dos entregas. La primera, la que tenéis ante vosotros, abarcará los hitos de la historia de Omega en cronometraje, unas pinceladas sobre Omega en los JJOO Río 2016, la evolución del cronometraje Omega y, finalmente, un par de apartados en los que veremos como se procede al cronometraje de dos de las pruebas: los 100 metros lisos de atletismo y los 100 metros estilo libre en natación. Empecemos.
HITOS DE LA HISTORIA DE OMEGA EN CRONOMETRAJE.
A lo largo de su historia como firma Cronometradora Oficial de los Juegos Olímpicos, Omega ha ayudado a captar algunos de los momentos deportivos más notables. Al reducirse la victoria a milisegundos, participar en este importante acontecimiento ha sido su pasión y deber. A medida que los Juegos Olímpicos y los atletas que en ellos toman parte han ido evolucionando, la propia excelencia de Omega en el cronometraje ha continuando también aumentando.
1932 Comienza el legado.
1932 fue un año decisivo en la historia de la medición deportiva. Por primera vez, se confió a una sola compañía privada el cronometraje de todas las pruebas en los Juegos Olímpicos. Aquel honor le correspondió a Omega, que envió a un cronometrador y 30 cronógrafos de alta precisión, certificados todos ellos como cronómetros por el Observatorio de Neuchâtel. En esta primera ocasión como firma Cronometradora Oficial de los Juegos Olímpicos, Omega registró resultados aproximados hasta de décimas de segundo. La pericia de la marca fue muy bien considerada por los jueces de Los Ángeles y resultó también inestimable cuando confirmó 17 nuevos Récords Mundiales. El acontecimiento destacó asimismo por contar con la primera Villa Olímpica y con los primeros podios para medallistas en unos Juegos Olímpicos.
1948 Todas las miradas puestas en Londres.
Cuando los Juegos Olímpicos llegaron a Londres en 1948, se presentó una de las mayores revoluciones en el cronometraje deportivo. La primera cámara photofinish, apodada “Magic Eye”, el Ojo Mágico, fue presentada por Omega y permitió a los cronometradores determinar las posiciones exactas de los atletas al cruzar la línea de meta. Desarrollada por la British Race Finish Recording Company, permitiría distinguir la diferencia entre el merecedor de la medalla de oro y el de la de plata con más precisión que cualquier otro sistema anterior. De pronto, las clasificaciones dejaron de ser discutibles y las máquinas empezaron a superar al ojo humano. La «Magic Eye» fue inmediatamente puesta a prueba en la histórica final de los 100 metros lisos, cuando dos estadounidenses, Harrison Dillard y Barney Ewell, alcanzaron el mismo tiempo de 10,3 segundos. Después de consultar la imagen, los jueces nombraron ganador a Dillard que obtuvo en consecuencia la medalla de oro.
1960 La reflexión profunda conduce a más innovación.
Un resultado polémico en los Juegos Olímpicos de Roma, en 1960, provocó la siguiente gran innovación, esta vez en la piscina: las touchpads automáticas. Los Juegos Olímpicos de 1960 fueron los últimos cronometrados por Omega en que la decisión la debería tomar el ojo humano. Este sistema demostró ser problemático en la final masculina de los 100 metros estilo libre, cuando los jueces no se pusieron de acuerdo sobre quién era el ganador. Finalmente, la medalla de oro fue para el australiano John Devitt, mientras que el estadounidense Lance Larson fue, quizás injustamente, declarado segundo. En respuesta, Omega no cejó hasta desarrollar las touchpads automáticas, situadas en ambos extremos de la piscina, que permiten a los nadadores detener el tiempo con sus propias manos. Inventadas por un fabricante con sede en Bienne, se presentaron por primera vez en 1967, en los Juegos Panamericanos de Winnipeg y, desde entonces, se utilizan con éxito en los Juegos Olímpicos.
1968 Una imagen vale más que mil palabras.
En 1968, Omega envió a 45 cronometradores a Ciudad de México, junto con 8 toneladas de equipamiento. Incluida en este gran transporte estaba la Omega Photosprint, utilizada para filmar a todos los corredores al final de una carrera. El aparato podía captar en una sola foto el momento en que cada competidor cruzaba la meta. Un minuto después de la carrera, los jueces disponían de una imagen positivada y ampliada, que marcaba los tiempos oficiales de cada participante. Una vez más, Omega había reaccionado ante las exigencias del cronometraje y aportado una tecnología nueva y revolucionaria. Aquel año, la cámara registró 10 Récords Mundiales en el Estadio Olímpico. Probablemente la gran altitud del lugar ayudó a los atletas y la menor densidad del aire contribuyó a muchos de estos impresionantes resultados.
1984 La prueba auténtica de una salida falsa.
Los Juegos Olímpicos que se celebraron en Los Ángeles en 1984 destacaron por varias actuaciones atléticas, incluidas las 4 medallas de oro que ganó el estadounidense Carl Lewis. Sobre la pista, Omega estaba dando también su gran salto en cronometraje al presentar el primer detector de salida falsa.
El sistema era extraordinariamente sensible y medía la presión ejercida por cada corredor sobre el bloque de salida. Al lanzarse el atleta hacia delante, su tiempo de reacción se activaba cuando la pierna retrasada ejercía una presión de 29 kg (27 kg para las mujeres). Con un tiempo de reacción mínimo permitido de una décima de segundo, Omega podía ahora detectar la falsa salida más indetectable.
2012 – 2016 El fiable cronometraje actual.
Si se observan los actuales Juegos Olímpicos, se ve claro que el cronometraje de Omega ha evolucionado y se ha convertido en un sistema muy sofisticado, que no deja dudas sobre ningún resultado. En Londres, en 2012, Omega presentó tres nuevos elementos de equipamiento «futurista», incluidos los nuevos bloques de salida para velocistas y corredores de distancias cortas. El innovador Swimming Show, que clasifica al instante los primeros tres puestos de llegada en piscina, y el Quantum Timer de alta precisión, utilizado en atletismo y deportes acuáticos, que ha aumentado la resolución a una millonésima de segundo. Además, aun hay más dispositivos que se están utilizando ahora, como la «pistola de salida» de láser y sonido, con su brillante color rojo, y la Omega Scan’O’Vision MYRIA, que capta 10.000 fotogramas por segundo en una photofinish. A lo largo de 84 años, el prestigio de Omega se ha basado en la dedicación y la pasión. Para los atletas que compitan en Río 2016, cada resultado estará ahora en manos muy seguras y expertas.
OMEGA EN LOS JUEGOS OLÍMPICOS RÍO 2016.
A una edición actual de Juegos Olímpicos, Omega envía alrededor de 480 toneladas de equipamiento, kilómetros y kilómetros de cableado y 450 cronometradores. Este compromiso masivo muestra el esfuerzo que la marca está dispuesta a efectuar para servir a los valerosos atletas que compiten en uno de los escenarios más grandes de su vida. Desde luego, Omega no se centra solo en esas pocas semanas. A lo largo de su historia como firma Cronometradora Oficial, ha sido también líder en la investigación, desarrollo y dominio de las tecnologías que registran cada segundo.
En la piscina, ha desarrollado muchos sistemas que hacen indiscutible la victoria. Aquí se incluyen las famosas touchpads situadas en ambos extremos de la piscina, que permiten a cada nadador detener el tiempo con sus propias manos.
En la pista, Omega ha sido la responsable de la creación de los dispositivos más famosos que se utilizan en el cronometraje deportivo de precisión, entre ellos la cámara photofinish Scan´O´Vision MYRIA, la tecnología de bloques de salida y de detección de falsas salidas y los sistemas de vídeo de alta velocidad. Estos Juegos Olímpicos de Brasil prometen no parecerse a ningún otro. Es la primera vez que Sudamérica recibe el acontecimiento multideportivo más grande y famoso del mundo y, como todos, se supone que será una ocasión inolvidable.
Para Omega, se trata también de un auténtico motivo de orgullo al saber que cualquiera que suba al podio en estos Juegos Olímpicos lo hará con la seguridad más absoluta de que la exactitud de la medición certifica su medalla.
LA EVOLUCIÓN DEL CRONOMETRAJE OMEGA.
Del mismo modo que los atletas se han hecho más rápidos y fuertes, Omega ha potenciado también sus propias fuerzas y recursos en el mundo del cronometraje de los Juegos Olímpicos. En particular, tres tecnologías han experimentado una gran evolución que prueba lo lejos que se ha llegado.
La pistola de salida.
Una de las imágenes más inolvidables de los Juegos Olímpicos es la de la pistola de salida, que recuerda a los revólveres, tan populares en las películas del Oeste. El problema con el diseño original estaba en que el sonido se transmite con menor velocidad que la luz. Esto significa que el corredor más cercano a la pistola tenía una ligera ventaja, porque oía la señal una fracción de segundo antes que los demás. Y, por lo mismo, el corredor más alejado de la pistola tendría la mayor desventaja: un asunto grave cuando cada milisegundo cuenta.
Por eso, Omega desarrolló la nueva pistola de inicio electrónica, que se presentó en los Juegos Olímpicos de Invierno Vancouver 2010. Este aerodinámico dispositivo en rojo brillante consta de una pistola de destello y una caja generadora de sonido. Está conectado a altavoces situados detrás de cada corredor, de modo que todos oigan la señal de salida a exactamente el mismo tiempo. Cuando el juez de salida aprieta el gatillo, ocurren tres cosas simultáneas: se emite un sonido, destella una luz de flash y el sistema de cronometraje recibe un impulso de inicio.
Este nuevo dispositivo ha sido también beneficioso para aeropuertos y estadios. Debido a las cada vez más rigurosas medidas de seguridad, la clásica pistola de salida causaba problemas cuando sonaba en las pantallas de televisión. Esta nueva tecnología futurista no tiene ese riesgo.
La cámara Photofinish.
En los Juegos Olímpicos de Londres, en 1948, las máquinas comenzaron a superar a los humanos en la precisión del cronometraje. A la cabeza de la carga revolucionaria iba la primera cámara photofinish, apodada «Magic Eye», el “Ojo Mágico». Este dispositivo producía una imagen continua y su velocidad de registro podía ajustarse a las necesidades de cada deporte. Cuatro años más tarde, la siguiente generación, la Omega Time Recorder, permitió a los cronometradores registrar tiempos de una centésima de segundo, lo que acabó con muchas decisiones polémicas.
Hoy, Omega ha potenciado las posibilidades de la cámara photofinish hasta unos niveles impresionantes. Este año, la Scan´O´Vision MYRIA debutará en los Juegos Olímpicos. Combina un detector de tiempos y un cronógrafo, y es capaz de registrar hasta 10.000 imágenes digitales por segundo mediante un dispositivo de alta tecnología para la captación de imágenes. Una sensibilidad lumínica mejorada hace que la calidad de las tomas sea alrededor de cuatro veces mayor que la de las versiones anteriores de la cámara photofinish y, gracias a su tamaño compacto, se tarda menos en montarla y desmontarla.
Cronometraje Fotoeléctrico.
En 1948, coincidiendo con los Juegos Olímpicos en los que apareció la cámara photofinish, Omega también presentó por primera vez el cronometraje fotoeléctrico. Esta tecnología sustituyó inmediatamente la capacidad limitada del ojo humano por la de una célula fotoeléctrica de alta sensibilidad y gran velocidad de recorrido. Este rayo de luz iba y venía de un extremo a otro de la línea de meta, de modo que, tan pronto como un corredor la cruzaba, interrumpía el fluido eléctrico y se detenían los correspondientes cronógrafos. Asombrosamente, aproximaba los tiempos a la milésima de segundo, lo que superaba todos los dispositivos anteriores y eliminaba la necesidad de la cinta de llegada.
Más de seis décadas después de la aparición de esta tecnología pionera, la célula fotoeléctrica se sigue utilizando todavía para determinar con precisión cuándo los competidores cruzan la línea de meta. La precisión se ha aumentado mediante rayos infrarrojos y los dispositivos son fiables en todas las condiciones meteorológicas y temperaturas. En 2016, Omega presentará una nueva y gran mejora, con la siguiente generación de células fotoeléctricas para atletismo. Antes, en cada línea de meta se utilizaban dos células por extremo de meta y ahora se aumentan a cuatro. Este aumento supone que se detecten otras partes del cuerpo, además del torso, cuando un atleta cruza la línea y así se aumenta la precisión en el momento cumbre de la carrera.
CÓMO CRONOMETRA OMEGA LOS 100 M LISOS.
El momento quizás más popular y esperado de los Juegos Olímpicos, la prueba de los 100 m lisos, se inicia con el disparo de la pistola de salida. Hoy, la pistola real se ha reemplazado por un dispositivo aerodinámico que consta de una pistola de destello y una caja generadora de sonido. Cuando se aprieta el gatillo, ocurren tres cosas simultáneas: el sistema de cronometraje recibe un impulso de inicio; se emite una luz y se genera un sonido en cada bloque de salida y en una serie de altavoces externos. La integración de un altavoz en cada bloque de salida asegura que todos los atletas participantes oigan la señal exactamente al mismo tiempo.
La primera medición que se proporciona es el tiempo de reacción de los atletas. Para ello, Omega ha desarrollado un preciso bloque de salida que detecta la presión. Esto es crucial para detectar una falsa salida en caso de que ocurra.
Durante la carrera, los dispositivos miden también la velocidad del viento. Si se bate un récord, solo constará oficialmente si el viento a favor soplaba a menos de 2 m por segundo. Esto, por supuesto, no afecta al resultado de la carrera. Finalmente, en meta hay situados dos sistemas.
Las Photocells o células fotoeléctricas actúan en el instante en que un atleta cruza la línea, detienen el tiempo y lo muestran en televisión y en el marcador del estadio. Pero el tiempo oficial de llegada es siempre medido por la cámara photofinish MYRIA, que toma 10.000 imágenes por segundo.
CÓMO CRONOMETRA OMEGA LOS 100 M ESTILO LIBRE EN NATACIÓN.
Desde el primer momento de los 100 m estilo libre, Omega asegura la precisión absoluta en el cronometraje de la carrera. Con altavoces integrados en cada banco de salida, cada competidor oye la señal de salida exactamente en el mismo instante. Al emitirse el sonido, unos sensores especiales miden los tiempos de reacción de los nadadores hasta lanzarse al agua.
Cuando están luchando por la victoria, sus tiempos son registrados por las touchpads sumergidas en los extremos de cada calle. Un impacto de 1,5 a 2,5 kg basta para detener inmediatamente el cronógrafo. Si el contacto con la touchpad resulta fallido o demasiado suave, los cronometradores recurrirán a la cámara de alta velocidad de Omega como sistema de apoyo para obtener imágenes. La cámara toma y envía 100 imágenes por segundo.
Acabamos aquí el primero de los dos artículos que integran este reportaje. Hemos dejado para el próximo temas no menos importantes que los tratados en este como son las nuevas tecnologías de cronometraje que Omega implementará en los inminentes JJOO de Río 2016, hablaremos sobre la campana de última de vuelta y, finalmente, daremos unas breves pinceladas sobre cada una de las tres Ediciones Limitadas que la manufactura ha editado para la ocasión.