Antes de iniciar este artículo sobre las novedades de Omega en Baselworld 2013, creo de justicia admitir que esta es una de mis marcas «fetiche». Ello conlleva a que mis opiniones y apreciaciones sean extremas, tanto en el aspecto positivo como en el negativo.
Una vez avisada mi profunda subjetividad en cuanto a Omega, puedo afirmar que es el primer Baselworld en el que se han cumplido totalmente mis expectativas. Se puede decir que Omega ha colmado mis sueños y acabado con alguna de mis principales pesadillas acerca de sus colecciones más icónicas. Omega ha exhibido su poderío tecnológico, algo que no es ninguna novedad, pero además, me atrevo a predecir que la coherencia estética y funcional de las novedades que ha presentado serán del agrado de la mayoría de los incondicionales de la marca.
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Omega Speedmaster
Speedmaster 57 es el nombre de la nueva colección del reloj más emblemático de Omega. El Speedmaster, en especial el Professional, es uno de los pocos cronógrafos perfectos y versátiles que han permanecido inalterables durante décadas, concretamente desde 1957, pero su última evolución, adaptado a los impresionantes avances técnicos que ha realizado Omega, me dejó una desesperante sensación de impotencia: un movimiento con escape co-axial, con espiral de silicio, con rueda de pilares, doble barrilete, en suma, el ideal mecánico…. embutido en una caja excesivamente grande y con un diseño de esfera desequilibrado.
El Speedmaster 57, cuyo nombre homenajea el año de lanzamiento de este reloj, es la cuadratura del circulo. Todas las críticas se han evaporado y mis hipotéticas soluciones se han visto plasmadas con una impensable exactitud. Por fin tenemos un Speedmaster con la tecnología más avanzada de Omega, el calibre de cronógrafo automático 9300, con un tamaño perfecto, de 41,5 mm, y con una configuración de esfera no menos perfecta en cuanto a estética, legibilidad, simetría. La caja no tiene nada que ver con la contemporanea y emula las formas rectas del Speedmaster (no professional) del año 1957.
Por si fuera poco, el número de variantes disponibles es espectacular. Lo podremos elegir en acero con esfera negra, acero con esfera plateada, acero con esfera azulada y agujas del cronógrafo rojas, titanio con esfera blanca y agujas azules, oro rosa, oro amarillo o una combinación de oro y acero. Tendremos la opción de correa de cuero o de un brazalete totalmente rediseñado en el mismo metal que la caja.
Del Speedmaster se ha presentado otra variante de la cual no me queda claro su denominación. Se trata de la caja clásica contemporanea de 42 milímetros, con bisel azul y esfera lacada, también azul. Como vemos, conserva el típico brazalete con segmentos pulidos. Además del color, la gran novedad consiste en que adapta el mismo calibre y la misma configuración de esfera bi-compax que los Speedmaster 57, aunque dudo que se le asigne esta denominación ya que como he mencionado su caja es totalmente distinta en su geometría.
Con el mismo diseño de caja contemporanea, aunque esta vez en 44,25 mm de diámetro, Omega nos presenta un modelo en cerámica negra, una auténtica primicia dentro de esta colección. A este modelo se le denomina «dark side of the moon». La esfera tambien es negra y los índices están realizados en oro blanco. La configuración de las esfera con los totalizadores de horas y minutos del cronógrafo en la misma sub-esferada a las 3 horas, es la misma que en los casos anteriores y por tanto también lo es su movimiento.
Al igual que en el caso de los nuevos Speedmaster 57, en los próximos días analizaremos estos modelos en profundidad.
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Seamaster
Grandes y acertadas novedades también en la colección Seamaster, otra de los legendarios relojes de Omega. En primer lugar una pieza que descubrimos de forma un tanto casual antes días antes de Baselworld 2013 y del que ya os adelantamos detalles en su artículo correspondiente; el Seamaster Planet Ocean GMT. Solo añadir que visto al natural, el tono naranja de los índices 24 horas de su bisel y de la aguja GMT me han parecido más intensos que en las imágenes oficiales, extremando su imagen deportiva y en consecuencia reduciendo su versatilidad, aunque estas cuestiones estéticas siempre son muy subjetivas.
El Seamaster Aqua Terra 15.000 gauss deja poco a la imaginación con su nombre. Omega afirma que supera con creces las propiedades amagnéticas de cualquier reloj existente. No utiliza el clásico recurso anti-magnético de la caja interna de hierro dulce, sino que centra su amagnetismo en el movimiento. Además de la ya habitual (en Omega) espiral de silicio, todos los componentes de calibre 8508 son amagnéticos. A nuestra pregunta de cual era el material utilizado para dichos componentes, la respuesta fue que era un tema secreto y en las distintas informaciones facilitadas por Omega también se mantiene la discreción en este asunto. Su caja es de acero, de 41,5 mm de diámetro y la esfera adquiere un ligero tono amarillento.
Seguimos con otra novedad en la colección Aqua Terra denominada Day Date, que incorpora la indicación adicional del día de la semana. Dicha indicación se muestra a través de una ventana ubicada a las 12 horas. Su diámetro es de 41,5 mm y se ofrece con caja de oro rojo o de acero. Para equilibrar la esfera, la ventana que nos muestra la fecha se traslada a las 6 horas, con lo cual se guarda la simetría con la nueva indicación del día de la semana.
La última novedad, una de las más notables y sorprendentes en la colección Seamaster, es el Cronógrafo denominado BullHead. Se trata de un reloj con una caja asimétrica en su plano, pero también en su carrura. La zona de la carrura que corresponde con la cara externa de nuestra muñeca es más alta que la zona interna. De este modo, tenemos una visión más perpendicular de la esfera con menor giro de nuestro antebrazo. Además de una mayor altura, esta zona superior del reloj tambien es más ancha que la inferior. Para finalizar con las trangresiones de este reloj, los pulsadores del cronógrafo se ubican a las 12 horas y la corona a las 6. La sorpresa continúa cuando nos afirmaron que su movimiento era un calibre de origen Blancpain. Lo más extraño de esta novedad es que no se le hace la más mínima mención en ninguna de las notas de prensa que nos ha facilitado Omega. Intentaremos obtener más datos y dedicarle el artículo que merece.
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Constellation
En esta colección, la gran novedad reside en un modelo del que ya se habló antes de Baselworld, el Constellation Sedna. Lo novedoso de este reloj reside en una nueva aleación de oro exclusiva de Omega en la que se utiliza el Paladio. La ventaja según Omega es que ello le proporciona una mayor consistencia de tonalidad a lo largo del paso del tiempo. Como no podía ser de otro modo, está equipado con un movimiento de escape co-axial, el calibre 8501. Se trata de una edición limitada a 1952 unidades.
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De Ville Ladymatic
Omega no es ajena a la feliz tendencia de ofrecer al público femenino relojes con la sofisticación mecánica de los masculinos. Ello se plasma en este Baselworld 2013 con la colección Ladymatic, cuyas diversas versiones incorporan el calibre manufactura co-axial 8520, con todo lo que ello implica de excelencia tecnológica. La novedad en esta colección consiste en las nuevas versiones que combinan el oro y el acero.
Elogiable y sorprendente por lo poco habitual, es su hermeticidad de 10 bares, más propia de relojes deportivos que de guardatiempos de caracter elegante como son estos Ladymatic.
Omega ha sido sin duda uno de los grandes triunfadores de este Baselworld 2013, tanto por la importancia de sus novedades como por su número, abarcando casi todas sus colecciones e incidiendo especialmente en las más emblemática. Un gran año para los incondicionales de la marca, aunque quizás menos bueno para sus economías. En este sentido es importante comentar los sorprendentes precios que nos ha facilitado Omega acerca de sus novedades. Sorprendentes por lo muy contenidos en relación a su calidad, una tendencia que también hemos apreciado en otras marcas en este Baselworld, con lo que parece que la cordura y la coherencia vuelven al sector. Algo de bueno nos tenía que aportar la dichosa crisis económica.