Baselworld 2018. Omega Speedmaster Dark Side of the Moon Apollo 8.

Vistas las novedades de Omega en la Colección Seamaster en el artículo de ayer y las piezas femeninas en esta entrega de hace unas escasas dos horas , es el turno de los Speedmaster. Aunque lo cierto es que, siendo estrictos, es más adecuado hablar de novedad. Lo dijimos en la entrega previa, este es el año del Seamaster y la manufactura cede el protagonismo de Baselworld 2018 a esta colección. A pesar de ello, no resulta nada fácil resistirse al guardatiempos que hoy os presentamos: el Speedmaster Dark Side of the Moon Apollo 8.

Como suele ser habitual en este tipo de modelos, hay una historia y un motivo que justifican el nacimiento de este Speedy. En esta ocasión se trata del 50º Aniversario de la misión Apollo 8, la primera que orbitó alrededor de la Luna. Resulta fácil deducir por el nombre que esta pieza recibe, que se trata de una variante del Dark Side of the Moon lanzado en 2013. Largo y tendido hemos hablado en watch-test sobre él. En este artículo lo hicimos analizándolo en profundidad, en este otro os hicimos llegar espectaculares imágenes y finalmente, en este, le tocó el turno a un video editado por la marca.

¿Dónde está pues la novedad del Speedmaster Dark Side of the Moon Apollo 8? Pues nada más y nada menos que en la decoración especial aplicada al calibre, que reproduce las dos caras de la Luna. Existen dos condiciones innegociables para que la decoración de un movimiento sea visible una vez encajado. La primera, que el fondo sea visto y, por tanto, ocupado por un cristal de zafiro. La segunda, notablemente más compleja, que la esfera sea del tipo esqueletizado.

Para reproducir de manera realista la superficie de la Luna se ha recurrido a la ablación por láser de los puentes y la platina principal, además de un tratamiento mediante el cual se ha ennegrecido el material. La parte de la esfera rinde tributo a la cara visible de la Luna, con un tono ligeramente más claro en el ennegrecido que el aplicado a la trasera del reloj. Aquí el negro es intenso, profundo, para representar la cara oculta del satélite terrestre.

La cerámica negra – conocida también como óxido de zirconio – es de nuevo el material protagonista tanto en la construcción de la caja como en la de los elementos de manipulación del reloj. El blanco se utiliza para crear un extraordinario contraste en la Super-LumiNova de los índices y agujas de horas y minutos, así como en la escala taquimétrica del bisel y las situadas en la esfera, lo cual contribuye a mejorar de manera excelente la legibilidad de las indicaciones. En lo que al cromatismo se refiere, la gran novedad del Speedmaster Dark Side of the Moon Apollo 8 reside en el amarillo, utilizado por primera vez por Omega en un modelo Speedmaster Racing de 1968.

En esta ocasión, el amarillo aparece en la escala taquimétrica, las agujas de los contadores del cronógrafo, las posiciones de cinco minutos de la escala perimetral y, por último, en la leyenda Speedmaster a las 12. El mismo código de color negro-amarillo se aplica a la correa de este nuevo Speedmaster. La parte central interna de esta correa alberga una lámina de caucho amarillo. Una vez aplicada la piel exterior, en negro, se practican una serie de microperforaciones mediante una fresadora de manera que, en los agujeros resultantes aparece el color amarillo del caucho.

La trasera de este Dark Side of the Moon Apollo 8 es hipnotizante. Al contraste ofrecido por las zonas ennegrecidas tratadas con el láser y el metalizado de los componentes del calibre es espectacular. Vale, debo confesar que el calibre 1861 siempre me ha parecido una belleza y que siento una especial debilidad por él. El anillo que lo rodea, de cerámica negra como el resto de la caja, recibe la leyenda «DARK SIDE OF THE MOON», el nombre y la fecha de la misión espacial «APOLLO 8, DEC 1968» y, por último, la cita «WE’LL SEE YOU ON THE OTHER SIDE» (Nos veremos en la otra cara). Esta frase fue la pronunciada por Jim Lovell, el piloto del módulo de mando a bordo del Apollo 8, al iniciarse la parte de la órbita que rodeaba la cara oculta de la Luna, nunca vista hasta entonces por ningún ser humano.