El De Ville Trésor Power Reserve puede considerarse como la segunda novedad más importante entre las nuevas referencias que nos ha presentado recientemente Omega. Si no fuera porque compartió escenario con el nuevo Seamaster 300 (análisis), este Trésor Power Reserve hubiese sido sin duda el gran protagonista de Omega para este 2021.Poca gente asocia Omega con relojes clásicos, pero es un error. La prueba es que esta saga Trésor se remonta a 1949. Ahora, Omega añade una nueva configuración a esta colección, con indicador de reserva de marcha, que eleva al máximo sus cualidades. Vamos a analizarlas por pasos.
De Ville Trésor Power Reserve – la caja
La máxima expresión de una caja de reloj clásico no deja equívoco; geometría redonda y bisel fino. El De Ville Trésor Power Reserve cumple con ambas premisas, aunque la delgadez de su bisel no llega a los extremos de otros relojes clásicos. El diámetro elegido por Omega es de 40 milímetros, unas dimensiones que pueden considerarse como perfectas por su compromiso y adecuación a todo tipo de circunstancias. No es demasiado grande como para comprometer su elegancia ni demasiado pequeño como para perjudicar la legibilidad.Una medida aun más determinante en un reloj y en especial en los de carácter clásico es el grosor de su caja. En este sentido, el De Ville Trésor Power Reserve también cumple a la perfección ya que la altura de su caja es de 10.07 milímetros. No es una cifra que califique al reloj como ultra-plano, pero para valorarla hay que tener en cuenta la geometría del cristal de zafiro que protege la esfera, cuya importante elevación a buen seguro implica un par de milímetros. La vista de su carrura nos muestra que, a pesar de la aparente simplicidad de los diseños típicos en este tipo de reloj, Omega se ha esforzado en dotarle de personalidad propia, especialmente por la atractiva inclinación de su bisel,
Como también suele ser una característica común en los relojes clásicos, se aplica un acabado pulido en los distintos elementos que componen la caja. Su hermeticidad es de unos discretos 3 bares, suficientes para su utilización diaria pero sin más pretensiones. A nadie se le ocurrirá vestir este exquisito reloj en la playa, un entorno para el que no ha sido diseñado.
De Ville Trésor Power Reserve – la esfera
Como en todo reloj de corte clásico, la esfera es la gran protagonista del De Ville Trésor Power Reserve. Este carácter clásico debe cumplir una serie de parámetros que son generales en prácticamente todos los relojes de este estilo; nitidez, simetría e indicaciones estilizadas.
El Omega De Ville Trésor Power Reserve cumple con todos estos parámetros y lo hace a la perfección. La nitidez de esfera, que va directamente ligada con la finura de las indicaciones, está garantizada por unos indices horarios muy finos y alargados. Como es típico de la colección Trésor, estos índices, realizados en oro, se duplican a las 3,6,9 y 12 horas. Además, siguiendo la curva que adquiere la base de la esfera al acercarse al perímetro, se les aplica una forma convexa con el fin de que no quede nada «al aire».
Como se aprecia en la imagen superior, los acabados de los elementos de la esfera son dignos de un reloj del máximo nivel. Las agujas de horas, minutos, segundos y del indicador de reserva de marcha están realizadas en el mismo tipo de oro que los índices horarios.
La simetría de las indicaciones es máxima y se expresa principalmente por el pequeño segundero ubicado a las 6 horas y el indicador de reserva de marcha, de idéntico diámetro, situado opuestamente a las 12 horas. Ello obliga a que la marca y el logo Omega se vean desplazados a la altura de las 3 horas. Para completar la simetría, Omega decide ubicar la inscripción «CO-AXIAL MASTER CHRONOMETER» a las 9 horas, si duda para equilibrar visualmente la marca. Personalmente hubiese deseado que, al igual que el nuevo Seamaster 300, Omega hubiese prescindido de toda inscripción que no fuese la marca, pero también es cierto que dejar huérfana toda la zona izquierda de la esfera hubiese producido un efecto extraño.