Omega nos tienta con propuestas navideñas
Se acerca Navidad, sinónimo de fiestas y lo que más interesa a las marcas relojeras: sinónimo de regalos. Invariablemente, cada año cuando se acercan estas fechas, muchas marcas nos inundan con sus sugerencias para obsequiar a nuestros seres queridos. Siempre se trata de comunicados en los que sugieren relojes masculinos y femeninos de su catálogo que, por el motivo que sea, consideran los más adecuados como objeto de regalo.
Omega no es ajena a la oportunidad y nos sugiere dos relojes que podemos regalar. Por lo menos, y aquí está la excepción, se trata de nuevos modelos lanzados a propósito, o mejor dicho aprovechando, la ocasión. Bueno, siendo estrictos no se trata de nuevos modelos sino de variaciones de relojes ya existentes en su colección: El Speedmaster manufactura y el Constellation femenino, también manufactura.
Esta nueva variante del Speedmaster Moonwatch Co-Axial calibre 9300, protagonista de un reciente análisis, consiste en el material utilizado para su caja, en este caso el oro naranja. Realmente, es la primera vez que oigo denominar así una tonalidad de oro. Normalmente encontramos el oro rosa 4N y el oro rojo 5N, que se diferencian por el porcentaje de cobre que contiene su aleación, lo que deriva en la intensidad del rojo que se obtiene. Omega especifica para su oro naranja una aleación compuesta por un 75% de oro y un 23,98% de cobre. El 1,02% restante es una mezcla de platino y plata. Este pequeño porcentaje de platino sirve para añadir el grado de dureza necesario en la aleación, al tiempo que actúa como estabilizante del color obtenido.
De todos modos, tonalidades aparte, el conjunto resultante es ciertamente atractivo por el acertado y marcado contraste entre el oro y la típica esfera negra, que en este caso también utiliza índices y agujas en oro. Ya sabéis que soy poco partidario, normalmente bastante crítico, con los relojes de carácter deportivo con cajas de oro. Sigo pensando igual, pero tengo que admitir que este Speedmaster es un acierto estético notable.
Con esta combinación de materiales y con la correas de aligator, puede pasar perfectamente como reloj “de vestir”. Eso si, pierde la mayor parte de la polivalencia del modelo en acero.
Como último apunte, señalar que el calibre utilizado es concretamente el 9301. Su diferencia con el 9300 consiste en que tanto la masa oscilante como el puente del volante están realizados en oro.
En cuanto al Constellation, se trata de un modelo de 27 mm de diámetro, una medida muy discreta y comedida, incluso tratándose de un modelo femenino. Afortunada y atípicamente a la norma en relojes de este tamaño, Omega no utiliza un movimiento de cuarzo, sino que recurre a un calibre mecánico manufactura de reciente creación, el 8521. Este calibre utiliza todo su arsenal tecnológico de última generación: escape Co-Axial y espiral de silicio, lo que le otorga una estabilidad y regularidad de marcha superior a los esquemas convencionales.
Estéticamente, Omega recurre a unas soluciones muy festivas como son la esfera nacarada y el engaste de brillantes, tanto en el bisel como en los índices de dicha esfera. Esta última aplicación de los brillantes la veo un tanto excesiva y ostentosa, pero desde luego yo no soy el prototipo de usuario al que va destinado, con lo que en este caso mi opinión tiene poca validez. Lo que si es objetivo es que, al igual que en el Speedmaster masculino, le resta versatilidad, abocándolo casi exclusivamente a su uso en ocasiones muy especiales. En este caso, la caja y el brazalete de este Constellation son de un más convencional oro rojo 5N.