Desde el año 1995 en la película Goldeneye, James Bond luce su inseparable reloj Omega Seamaster en cada uno de los filmes del Agente 007. Era por tanto de una lógica aplastante que, si alguna manufactura debía realizar una pieza que conmemorara el 50 Aniversario de Goldfinger esta no podía ser otra que Omega. Por el mismo sencillo y obvio principio tampoco aparecieron las dudas al respecto del modelo que tendría el honor de conmemorar el medio siglo de historia del film: el Seamaster. Así pues, los ingredientes para la creación del guardatiempos estaban servidos y han dado lugar a la pieza única Omega Seamaster Aqua Terra Goldfinger.
Este reloj fue uno de los objetos que formaron parte de la subasta online organizada por Christie’s el pasado 17 de septiembre y en la que se erigió como verdadero protagonista al ser vendido por la cantidad de 106.000 Francos Suizos (unos 88.000 €), multiplicando así por ocho su valor estimado.
Si hay alguna característica por la que esta pieza de coleccionista se distinga del resto es, sin lugar a dudas, el protagonismo que el oro amarillo adquiere a nivel global en prácticamente la totalidad de los componentes visibles del reloj: armis, caja, esfera, agujas,… todas adoptan al noble metal en una de sus versiones más llamativas como material de base para su construcción. En tanto que las agujas de horas y minutos están recubiertas de Super-LumiNova blanca, al igual que los índices aplicados en las posiciones horarias, el segundero central incorpora un contrapeso con el logo 007 del famoso agente. Realmente atractiva en particular resulta la esfera de este Aqua Terra Goldfinger puesto que abandona el habitual acabado liso de este elemento para presentar distintos relieves que parecen emular la superficie de un lingote de oro.
En el interior y como ya viene siendo habitual desde su presentación oficial en Baselworld 2014, late uno de los calibres de la nueva colección Master Co-Axial de la manufactura: en este caso el 8501 que sustituye el oro rojo habitual en el rotor y en el puente del volante, de nuevo por el oro amarillo.
Obviamente y como exigía la situación, tampoco la caja de este Seamaster es convencional y, en este caso, se ha diseñado de acuerdo a la forma del edificio U.S. Billion Depositary de Fort Knox en Kentucky.