2019 está siendo un año especialmente prolífico para Omega en cuanto a novedades, no solo en número, sino también por la importancia de muchas de ellas. Desde las ediciones limitadas del Speedmaster Apollo 11 que celebran el 50º Aniversario del alunizaje (con las versiones del nuevo 3861 latiendo en su interior) hasta el Speedmaster Moonwatch 321 Platinum (con la reedición del legendario 321), pasando por el espectacular récord de profundidad de 10.928 metros alcanzado con el Seamaster Planet Ocean Ultra Deep Professional. De todas ellas os hemos hablado en los artículos que, hace pocos días, reuníamos en esta colección.
El Seamaster Aqua Terra Ultra Light responde al último de los relojes incorporados por Omega a las páginas de su catálogo. Un reloj que incorpora el uso de un nuevo material con el que se consigue un peso del conjunto reloj/pulsera de tela de únicamente 55 gramos. Pero hay más.
Con estas palabras define Omega al Gamma Titanium (γ-TiAl), el material de uso aeronáutico debido a sus propiedades de gran resistencia (más duro y ligero que el titanio convencional) que se ha utilizado como base de construcción para la caja de 41 mm de diámetro y 15 bar de estanqueidad (150 metros si hablamos de columna de agua). La combinación de sus acabados, color y líneas de diseño no hacen más que incrementar la sensación de deportividad del Seamaster Aqua Terra Ultra Light. Otra de las innovaciones que Omega implementa en este nuevo guardatiempos reside en la corona de puesta en hora y remonte del movimiento, una corona de tipo telescópico que se esconde por completo en la carrura cuando no debe ser manipulada. La ligereza es importante, la comodidad en el uso también.
Son las únicas indicaciones que alberga la esfera de este nuevo Seamaster Aqua Terra Ultra Light. Construida tomando el titanio de grado 5 como base y aplicando un acabado arenado con el patrón de bandas en relieve negativo, esta esfera ha sido objeto de otra de las optimizaciones a las que ha sido sometido este reloj. En esta ocasión y en coherencia con la filosofía de esta pieza, la optimización se ha basado en una reducción del material utilizado en la parte trasera de esta esfera. Menos material, más ligereza.
Los índices horarios, aplicados y facetados, así como las agujas de horas y minutos, han sido ennegrecidos para aumentar el contraste con el fondo gris a la vez que rellenados con Super-LumiNova en su interior. La aguja de los segundos es de aluminio siendo uno de los elementos, junto al logo Seamaster y a los numerales que ocupan las posiciones de los cuartos en la escala de minutos, que aporta el discreto toque de color – rojo, azul o verde – a cada una de las tres referencias con las que se lanza este Seamaster Aqua Terra Ultra Light.
El calibre albergado en el interior del Seamaster Aqua Terra Ultra Light se une también a la innovación esgrimida por esta pieza. Para ello, el 8928 Ti se convierte en el primer movimiento de Omega construido en titanio. Los puentes y la pletina principal toman el titanio ceramizado como material de base, una aleación que les confiere la tonalidad gris oscuro visible a través de la trasera de zafiro de la caja, además de minimizar las pérdidas por fricción y mejorar, en consecuencia, el rendimiento y el consumo de energía.
Perteneciente a la familia Master Chronometer y la correspondiente certificación del METAS, el 8928 Ti presenta un remonte de tipo manual con una reserva de marcha disponible de 72 horas conseguida con la disposición en serie de dos barriletes.
La correa que monta el Seamaster Aqua Terra Ultra Light puede ser de tela (con la que se consigue el peso de 55 gramos del conjunto) o de caucho. En ambos casos el color del pespunte coincide con el aplicado al segundero, logo Seamaster y numerales en los cuartos. Las tres referencias, en función del color de estos elementos son la 220.92.41.21.06.001 (rojo), acabada en 02 para el azul y, finalmente, en 03 para el verde.
Disponible a partir de principios del próximo año 2020, la exclusividad destilada por los cuatro costados de este Aqua Terra Ultra Light se reflejará también en su precio de 46.100 €. Resulta obvio que este precio de venta abrirá debates. No obstante, aprovecho las últimas líneas de este artículo para argumentar los que, a priori, podrían ser los motivos de esta cifra desde mi punto de vista:
- En primer lugar y por lógica, el precio de adquisición o de fabricación del Gamma Titanium. Lo desconozco, pero todo apunta a que se trate de una aleación cuyo coste sea elevado.
- El material hay que mecanizarlo, darle forma y dotarlo de los correspondientes acabados. Sigo con mis hipótesis, pero es probable que los procesos necesarios hayan requerido de una nueva inversión en maquinaria o de una modificación importante de las herramientas ya disponibles. Probablemente los sistemas de electroerosión, estampado o similares convencionales no sean válidos.
- En el párrafo anterior hacía referencia al material de la caja, pero no hay que olvidar que el calibre 8928 Ti es el primer movimiento de Omega construido en titanio ceramizado. También aquí es posible que se haya requerido de inversiones adicionales en equipos y herramientas que permitan trabajar con las exigentes tolerancias impuestas por la micromecánica.
- Por último, Omega es una manufactura cuya evolución tecnológica es contínua y sin interrupciones. Una evolución tangible que se implementa de manera efectiva en todos sus relojes sin que ello conlleve incrementos importantes en los precios de adquisición de las piezas. Así pues, es lógico pensar que el precio de venta de este Seamaster Aqua Terra Ultra Light se haya madurado como es habitual en el seno de la marca.
Una última curiosidad desde mi punto de vista y dado el precio del que estamos hablando. La producción no estará limitada a ningún número de relojes en concreto. Sin embargo, es de suponer que la exclusividad intrínseca a esta pieza suponga una limitación en sí misma.