El nombre de este nuevo reloj es largo y parece complejo, pero lo dice todo. Se trata de un nuevo modelo de la emblemática colección Seamaster de Omega, que pertenece a su declinación más contemporánea; la Planet Ocean, su principal código estético es el color anaranjado y utiliza la cerámica en alguno de sus componentes.
A priori, toda esta amalgama de conceptos y características no parece tener nada de especial, pero sí lo tiene y es algo de enorme dificultad, que se está desarrollando de forma acelerada en los últimos años; conseguir fabricar cerámica técnica en un color determinado.
El color naranja no es nuevo en los Planet Ocean. De hecho, esta tonalidad cromática ya formó parte de su ADN desde su lanzamiento, pero las novedades que aporta este nuevo Planet Ocean son notables. La primera es que su bisel, que comparte el mencionado color naranja con los modelos ya existentes en su catálogo, está realizado en cerámica. Ya existían variantes Planet Ocean con bisel cerámico y otras con bisel naranja, pero ninguna que aunase las dos características.
Puede parecer algo banal, pero mantener un color ya asociado universalmente con este reloj y hacerlo con cerámica es un gran avance, ya que precisamente el bisel es el elemento más expuesto a roces y por tanto a los consecuentes arañazos. Ahora ya podemos estar tranquilos, pues la cerámica resiste prácticamente cualquier contacto sin inmutarse, salvo que hablemos de materiales más duros, como el diamante. Atención pues a las féminas, pues su afición a mezclar pulsera y reloj en el mismo brazo sigue siendo un peligro para su integridad estética.
Este matrimonio entre cerámica y color naranja es la principal característica de este nuevo Planet Ocean, pero hay otras, más sutiles, que también son significativas. En esta categoría entraría su diámetro de 43,5 milímetros, que solo comparte con el también reciente Planet Ocean GMT. En mi opinión es un buen síntoma, ya que siguen siendo unas dimensiones considerables y propias de un reloj de carácter robusto y deportivo, pero que afortunadamente se alejan de los disparatados 45,5 mm del Planet Ocean actual de gran tamaño.
Otra característica propia de este nuevo modelo es el color plata de su esfera, en las antípodas del negro de los modelos actuales. Con ello pierde algo de legibilidad con luz diurna, pero gana en elegancia. La última característica, esta vez no tan loable, es que su caja está realizada en platino y que su producción está limitada a 8 piezas. Con ello se plantea la gran incógnita, ¿Aplicará Omega el bisel naranja cerámico y el diámetro de 43,5 mm a futuros Planet Ocean con caja de acero?. Yo como, además de «fan» de Omega, soy por naturaleza optimista, espero que sí…
