El Omega Speedmaster «Moonwatch» es el famoso cronógrafo que los astronautas de la NASA utilizaron en la misión Apollo XI, que por primera vez llevó al hombre a la luna. Esta era la 4ª generación del Speedmaster, pero antes, en 1962, otro cronógrafo Omega ya había sido utilizado en el espacio, concretamente por el astronauta Walter Schirra en la misión Sigma 7 del programa Mercurio. Se trataba de un Speedmaster de 2ª generación, de referencia CK 2998, y esta es la versión que rememora el nuevo Speedmaster «The First Omega in Space» de Omega.
En abril del 2017 publicamos un extenso artículo sobre la historia del legendario Speedmaster. En él podéis ver la versión original del Speedmaster First Omega in Space. Si la comparamos con esta nueva versión que ahora se presenta, apreciaremos que Omega ha tenido especial cuidado en reproducir los detalles estéticos del CK 2998 lanzado en 1959.
Muchos de estos detalles ya los conocemos del Speedmaster Calibre 321 presentado en enero del 2022 (artículo). Este Speedmaster replicaba la 1ª serie de este cronógrafo, que tiene mucho en común con la 2ª serie. Uno de estos aspectos comunes es el tamaño de la caja, exactamente los mismos 39,7 milímetros de diámetro de la caja de la referencia CK 2998 de 1962. La geometría de la caja es la denominada «simétrica», el diseño que precede a la caja «asimétrica» del Speedmaster Moonwatch de 1964.
Afortunadamente, Omega ha elegido el acero para producir la caja del Speedmaster «The First Omega in Space», lo cual siempre es una alegría para los apasionados de este icono ya que, ademas de fiel al original, es el metal más práctico para un reloj de uso diario. El brazalete de acero es idéntico a los demás cronógrafos de la colección histórica del Speedmaster, compuesto por unos grandes eslabones centrales de acabado satinado rodeados de dos eslabones laterales a los que se aplica una terminación pulida.
Siguiendo con la búsqueda de la fidelidad al original, Omega equipa este Speedmaster con un bisel fijo, con el plano superior de aluminio negro, que incorpora la característica escala taquimétrica. Esta escala aporta otro detalle vintage, que es el famoso DON (Dot Over Ninety), referido al punto que encontramos encima del número 90. También es muy fiel la forma elevada del cristal que protege su esfera. La diferencia (positiva) con el original es que ahora este cristal está realizado con zafiro en lugar de Hesalite, lo que le otorga una resistencia a los arañazos infinitamente superior. Ello lo permiten los avances que se han realizado en las últimas décadas en el trabajo del cristal de zafiro, lo que permite obtener de él formas complejas
Lo primero que llama la atención, por lo inédito, es el color gris azulado del fondo de la esfera. Se trata de un tono muy oscuro, y por lo que se desprende de las imágenes, parece incluso difícil no confundirlo con el habitual negro. De todos modos, tampoco es descartable que visto este reloj al natural la percepción cambie. Según nos transmite Omega, este tono se obtiene mediante una capa de CVD (Chemical Vapor Deposición) y el objetivo ha sido replicar con fidelidad el tono de algunos relojes CK 2998 de la década de 1960. A este fondo de esfera se le aplica un discreto y elegante acabado soleado.
Otro detalle muy significativo y visual de la esfera es el tratamiento Super-Luminova, de tono beige «vintage» que, emulando el color del tritio utilizado en la época, se aplica a los índices horarios y a las agujas de horas y minutos. El diseño de estas agujas reproduce el estilo «Alpha» característico de los Speedmaster de este segundo periodo del Speedmaster, distinto del estilo Broad Arrow de la 1ª serie que les precedió y del tipo bastón de la 3ª serie que les sucedió.
Siguiendo con su apuesta por reproducir con fidelidad el diseño original, las marcas Omega y Speedmaster se plasman con la misma tipografía que utilizó el cronógrafo de 1962. Aplicado, por encima de estas inscripciones, el logotipo Ω, adquiere el diseño alargado de la etapa 1961-64. Aunque en esta imagen no se aprecia, centrada, a la altura de las 6 horas, encontramos la inscripción SWISS MADE. Es importante señalar que no aparece la T antes y después de esta inscripción, lo que indicaba que se utilizaba el tritio como materia luminiscente, una obligación legal que fue introducida en 1964.
El fondo de la caja es de acero macizo, sin equipar el ya habitual cristal de zafiro. En este fondo encontramos grabado el medallón del Hipocampo, una figura mitológica griega que es uno de los símbolos identitarios de Omega. En su perímetro podemos apreciar las inscripciones “THE FIRST OMEGA IN SPACE” y “OCTOBER 3, 1962”.
La consecuencia de este fondo macizo es que no nos permite visualizar el calibre 3861 que encierra la caja. Se trata de un avanzado movimiento de cronógrafo, presentado en el 2019, al que dedicamos un extenso artículo en el que se trata sobre él y sobre sus antecesores. Por tanto no nos repetiremos acerca de sus detalles. Lo que sí vale la pena mencionar son sus principales características, que se resumen en una frecuencia de oscilación de 21.600 alternancias por hora y una reserva de marcha de 50 horas. A ello se suma el certificado METAS, que entre otras cosas garantiza una resistencia a campos magnéticos de hasta 15.000 Gauss.
Omega nos ofrece tres variantes de este Speedmaster «The First Omega in Space», que se diferencian por su sistema de sujeción. Así, podemos elegir entre un brazalete de acero, una correa de piel negra o una correa de piel marrón, ambas equipadas con un cierre del tipo desplegable. Esta forma de ofrecer el reloj sigue la tendencia de las ultimas novedades de Omega, pero sigo pensando que sería más «elegante» incluir los tres sistemas con la compra, aunque ello implicase un ligero incremento de precio.
La gran noticia es que estas tres versiones no son ediciones especiales y que por tanto pasarán a formar parte del catálogo de producción regular de Omega. El precio del Speedmaster «The First Omega in Space» es de 8.300 € para las versiones con correa de piel y de 8.700 € para la equipada con brazalete de acero. Esta es una gran democratización de esta gama Heritage del Speedmaster, ya que hasta ahora solo se podía adquirir la versión Canopus (101.200 €) o la de platino (72.300 €).
La conclusión es que este nuevo Speedmaster «The First Omega in Space» es una perfecta adición a esta legendaria colección de Omega. Aporta una gran historia a sus espaldas y resulta tan coherente para formar parte de una gran colección como perfectamente apropiado como gran reloj de uso diario.