La presentación de la nueva colección Speedmaster’57 durante la celebración de la pasada edición de Baselworld en el recién finalizado 2013 podía llevar a la suposición de que 2014 no sería un año en el que viéramos novedades destacables en esta legendaria serie de guardatiempos de Omega. Adicionalmente y por norma general las novedades Pre-Basel de un año determinado, al igual que sucede con las previas al SIHH por cierto a punto de abrir sus puertas en poco más de 48 horas, no suelen ser las más destacadas de cada una de las manufacturas ya que estas reservan sus presentaciones para los días del evento correspondiente. Huyendo de esta habitual práctica respecto del segundo punto y en contra de cualquier suposición en lo que concierne al primero, Omega anuncia el lanzamiento de una reedición de un Speedmaster ciertamente peculiar y que veía la luz en 1969, año en el que la legendaria versión Professional saltaba definitivamente al Olimpo de los relojes al llegar a la Luna de la mano de la misión espacial de la NASA.
Sin lugar a dudas, el componente que distingue a primera vista al Mark II del resto de integrantes de la Colección Speedmaster es la caja. Con unas dimensiones y espesor que desconocemos por el momento, con un valor de estanqueidad de 100 metros, esta caja manufacturada en acero presenta una forma tonneau y cuyo generoso y atípico bisel presenta un acabado cepillado que recuerda al utilizado en el Spacemaster Z-33 lanzado en la edición de Baselworld de 2012.
La segunda peculiaridad de este reloj la encontramos en la escala taquimétrica alojada sobre el cristal de zafiro, completamente plano en este caso y responsable de una apariencia completamente distinta al resto de la colección, y cuya leyenda es visible en la oscuridad gracias al anillo perimetral de aluminio recubierto de Super-LumiNova ubicado en el plano inferior.
Al contrario de lo que sucede en los nuevos Speedmaster’57, la reedición del Mark II mantiene la configuración del dial correspondiente al modelo original con una disposición tri-compax de los diales subsidiarios. Con las agujas horaria y minutera compartiendo el eje central con la trotadora de los segundos del cronógrafo, los tres subdiales situados a las 3, a las 6 y a las 9, son los responsables de albergar las indicaciones del contador de 30 minutos, totalizador de 12 horas y pequeño segundero respectivamente. Adicionalmente y en la parte inferior del contador de 12 horas se ubica un discreto fechador por ventanilla cuya corrección puede realizarse de manera rápida mediante el pulsador encastrado en la carrura de la caja a la altura de las 10 y cuya manipulación resulta más fácil gracias al útil que se entrega con el reloj.
Manteniendo el escape co-Axial y la espiral de Silicio como parámetros innegociables en los calibres de las nuevas colecciones de Omega, el nuevo Mark II sustituye el legendario calibre de remonte manual 861 responsable también de dar vida al Speedmaster Professional de 1969, por el 3330 de remonte automático y la rueda de pilares como órgano de gobierno de la función de cronógrafo.
Las dos versiones en las que inicialmente se presenta este Speedmaster, ambas con armis de acero y cierre extensible de cremallera y pulsador, se diferencian por el color de su dial, negro o gris, en tanto que con el color aplicado a la trotadora central del crono y a los índices de tipo bastón más exteriores, blancos para el primer caso y naranjas en el segundo. Aunque con un carácter más deportivo la referencia con dial en gris, el Mark II conserva gran parte de la polivalencia y versatilidad de la versión más convencional del Speedmaster y, como no, la óptima legibilidad que siempre ha caracterizado a esta colección. Sin lugar a dudas, esta pieza tiene el éxito asegurado entre aficionados y coleccionistas.