Desde hace muchas décadas, la colección Omega está claramente definida en cuatro gamas: Speedmaster, Seamaster, Constellation y De Ville. El Constellation ha sufrido múltiples variaciones desde su creación, las últimas de ellas en un claro intento de emular el Nautilus de Patek Philippe o el Royal Oak de Audemars Piguet. Curiosamente, Gerald Genta intervino en la creación de un par de modelos Constellation antes de triunfar definitivamente con el Nautilus y el Royal Oak. Algo que por desgracia de Omega no logró con el Constellation.
El diseño de la caja y de la esfera del Hour Vision no se parece en nada a ningún modelo existente, por tanto, como ya he comentado anteriormente, parte de un cero absoluto en su creación. El primer factor único, no tan solo en Omega, sino en cualquier reloj existente en el mercado, es la arquitectura de su caja.
Habitualmente la caja de un reloj se compone de tres partes: La carrura, o parte central, que alberga el mecanismo. El bisel, en la parte superior de la carrura, que sirve de nexo entre carrura y cristal. Y finalmente el fondo de la caja, que unida a la carrura hermetiza el reloj.
El nuevo Hour Vision añade un cuarto componente a esta estructura y modifica el primero de ellos. Su carrura, que habitualmente debería ser maciza, es hueca en sus cuatro caras, por lo que de hecho, basa su rigidez en las asas que la unen al fondo de la caja. El nuevo componente, es una sorprendente segunda carrura interna realizada totalmente en cristal de zafiro, que de hecho es la que soporta realmente el mecanismo. El resultado final de estas innovaciones es un reloj por el que a través de su carrura podemos contemplar los laterales del calibre que alberga.
Indudablemente, esta compleja arquitectura externa convierte al Hour Vision en un reloj único e inconfundible, algo que evidentemente pretendía Omega con su nueva creación. En cuanto a la imagen que transmite este diseño, aporta una imagen diferenciadora, incluso llamativa, pero sin caer en la peligrosa extravagancia. Su funcionalidad ya es más discutible, ya que el imperativo grosor que requiere el cristal de esta carrura para obtener robustez y rigidez, inevitablemente penaliza su transparencia. Podemos observar el lateral del calibre 8500, pero no con la claridad que lo vemos a través del habitual fondo de la caja realizado con el mismo cristal de zafiro.
Los acabados del Hour Vision son excelentes y en mi opinión superiores a cualquier Omega creado hasta la fecha. En la imagen se puede apreciar la alternancia en sus asas del acabado satinado con el pulido. Esta delicada convivencia de acabados opuestos, requiere necesariamente de una terminación manual ejecutada por personal altamente especializado. El cristal es de zafiro y tiene un tratamiento antireflejos por ambas caras.
El resultado final de todos estos detalles, es una caja de diseño clásico por su geometría, muy homogénea en sus curvas, de unos perfectos 41 mm de diámetro y con un factor único y diferenciador que es su transparencia lateral. La hermeticidad de 10 bares, es idónea y más que suficiente para un reloj con vocación polivalente. Todo ello unido, consigue el fin que Omega pretendía: un reloj de todo uso, con un diseño que probablemente le convierta a medio plazo en un nuevo icono de la relojería. Y quien sabe si Legendario, aunque para llegar a este estatus son necesarias varias décadas.
Todo lo descrito, es más que suficiente para que un nuevo reloj merezca la atención de todo el sector y de todos los aficionados a la relojería. pero Omega va más lejos y lo equipa con un nuevo calibre manufactura, que por si solo ya representa un hito en la historia moderna de la marca.
Hasta la aparición de este nuevo calibre 8500, Omega recurría en todos sus relojes a calibres fabricados por ETA, Valjoux, Lemania o Frederic Piguet. Ello hacía que muchos aficionados, los más puristas, no consideraran a Omega a un mismo nivel que por ejemplo Rolex. El razonamiento esgrimido es que mientras Rolex fabrica sus mecanismos internamente, Omega recurre a proveedores externos. Esta es una opinión respetable, pero a mi parecer técnicamente incorrecta, dado que las cuatro manufacturas que he citado pertenecen al mismo holding empresarial que Omega, el Grupo Swatch. Es más, dentro del grupo Swatch, la marca líder tanto desde le punto de vista de imagen como de negocio es indiscutiblemente Omega. Pero bien, con el nuevo 8500 este debate se cierra, pues incluso desde el punto de vista más extremo, el nuevo Hour Vision es de los contados relojes existentes en el mercado que se puede considerar 100% manufactura.
Las soluciones técnicas que adopta el nuevo calibre 8500 son las más avanzadas que existen actualmente en el sector. En primer lugar, emplea dos barriletes montados en serie que le proporcionan 65 horas de reserva de marcha. Además de esta autonomía superior a la norma, esta arquitectura de doble barrilete proporciona una estabilidad de marcha, y por tanto precisión, mayor que la que se puede obtener con un solo barrilete de mayores dimensiones.
La energía que suministra el sistema de doble barrilete se transmite mediante el tren de ruedas al órgano regulador del reloj: el conjunto escape-volante-espiral. Este órgano regulador es el responsable en cualquier mecanismo de su precisión y fiabilidad, y Omega pone en él toda la carne en el asador.
El primer elemento que parte del tren de rodaje, el escape, emplea un diseño del genial George Daniels, lamentablemente fallecido hace unas semanas. Hace muchas décadas que el maestro Daniels diseñó su escape co-axial, y no fue hasta hace pocos años que Omega contactó con el para rescatarlo del olvido e introducirlo progresivamente en todos sus mecanismos. El resultado, es que hoy en día todos los especialistas del sector consideran el escape co-axial de Daniels como un diseño superior y más efectivo que el clásico escape suizo.
La espiral calibre 8500, el elemento crucial de todo mecanismo, está realizada en silicio, un material que aporta la solución a todos los problemas de este delicado elemento. El silicio es inmune a las variaciones térmicas y a las temidas y muy cercanas radiaciones magnéticas. Estos dos factores externos influyen negativamente en el isocronismo y en la amplitud de oscilación del volante, originando irregularidad en la precisión del reloj e incluso grandes desviaciones en su marcha. El volante, de innovador y futurista diseño, es de inercia variable y como tal se regula mediante cuatro cabezas perdidas.
El calibre 8500 es automático, generando su energía mediante un rotor central de carga bidireccional. Hay una variante este calibre, el 8501, que emplea el oro para su rotor y para el puente del volante. El 8501 se emplea normalmente en las variantes de oro del Hour Vision.
En cuanto a las funciones e indicaciones del Hour Vision, son las más habituales. Indicación de horas, minutos y segundos centrales, más un práctico fechador ubicado a las 3 horas. Pero incluso aquí, el calibre 8500 va más lejos, aportando una innovación de una funcionalidad absoluta. El ajuste de la aguja horaria es totalmente independiente de las agujas de minutos y segundos. En la práctica, esto significa que cuando viajamos a otro huso horario, o cuando simplemente se realiza el cambio horario de invierno o verano, solo tenemos que llevar la aguja de las horas al indicador correcto, mientras las agujas de minutos y segundos siguen su curso y permanecen totalmente sincronizadas. Ello nos permite efectuar esta operación de forma fácil y en pocos segundos, en lugar de la siempre incómoda secuencia de esperar a detener el segundero cuando llega a acero, e intentar (normalmente requiere varios intentos) ajustar la aguja de los minutos en el centro exacto del índice correspondiente.
Afortunadamente, y a diferencia de los brazaletes de algunos Speedmaster y Seamaster antiguos, Omega fija los eslabones finales mediante tornillos de generosas dimensiones. Esto nos permite, por poca destreza que tengamos, modificar la longitud del brazalete a nuestra conveniencia y con facilidad, sin tener que acudir a un distribuidor de la marca.
Este es un detalle importante, ya que nuestra muñeca varía su diámetro de forma notable en función de la temperatura ambiente estival o invernal. Si se comparte el reloj con la pareja, también es una operación inevitable de realizar con cierta frecuencia.
Casi siempre que doy mi recomendación sin reservas a un reloj, debo puntualizar algún detalle que lo especializa o que lo hace menos adecuado para ciertas ocasiones. También es frecuente que realice alguna pequeña crítica de alguno de sus elementos, ya sean mecánicos o estéticos. Por más vueltas que le dé, y le he dado muchas, no se me ocurre ninguna objeción al Hour Vision.Su diseño es original, novedoso y personal. Sus acabados, tanto de caja como de esfera, están muy por encima de los relojes de su precio. El calibre que equipa, tanto desde el punto de vista técnico como funcional, es probablemente de los más avanzados que existen en la actualidad. El tamaño es perfecto para cualquier muñeca. Podemos elegir entre dos materiales de caja, tres acabados de esfera y dos tipos de pulsera. Sus 10 bares de hermeticidad nos permiten incluso efectuar inmersiones de baja profundidad.
¿Que más se puede pedir?… a mi no se me ocurre nada, pero a Omega si. Tal y como mencioné en el test del Planet Ocean, Omega emite una garantía de 4 años para cualquier reloj equipado con sus calibres manufactura. Algo que no se atreve a efectuar ninguna otra firma de relojería. Pero aquí hay que efectuar una puntualización: esta garantía de 4 años solo se aplica a los calibres manufactura equipados con espiral de silicio, detalle de suma importancia en el caso del Hour Vision. La versión “Bleu”, la de más reciente aparición, cumple con dicho requisito, pero las versiones con esfera negra o plateada no la cumplen necesariamente. Solo las series más recientes incorporan la espiral de silicio ya que cuando se lanzó el Hour Vision en el 2007, aun no aplicaba esta tecnología.Así que, a pesar de que se me pueda enfadar algún concesionario, os recomiendo tener muy en cuenta este aspecto cuando vayáis a adquirir vuestro Hour Vision. Olvidaos de lo que os digan, solo tenéis que darle la vuelta al reloj y girarlo hasta que veáis claramente el volante de su mecanismo. Si es de color negro mate y tiene la inscripción Si14 cumple el requisito para otorgar 4 años de garantía. Si no veis dicha inscripción, solicitad amablemente que os avisen cuando llegue uno de más reciente producción.