Junto con el Speedmaster, la gama Seamaster de Omega conforman los dos relojes emblemáticos de la firma suiza. El Seamaster es un reloj creado inicialmente para su utilización profesional en el buceo. A lo largo de los años y con la aparición del cuarzo y posteriormente de las computadoras de buceo, el Seamaster, al igual que el Submariner de Rolex, se han transformado en relojes de prestigio para uso diario.
En el año 2005, Omega lanzó una gama denominada Planet Ocean que pasaba a complementar el Seamaster clásico. A grandes rasgos, aparte de cuestiones estéticas y de diseño, las diferencias son una caja de mayor grosor y una hermeticidad de 60 bares que dobla los 30 bares del modelo original.
La utilidad de estos 60 bares para un uso que no sea buceo de grandes profundidades es nula, y la única explicación para su implementación es la batalla “de los metros” que hace años llevan entablando las marcas con sus relojes de buceo. Cuestión de imagen y prestigio más que otra cosa.
En el actual 2011, en la feria de Baselworld, Omega presenta una nueva evolución del Seamaster Planet Ocean. Como es habitual en Omega, esta nueva variante no sustituye ni al Planet Ocean del 2005 ni al Seamaster original. Todos ellos conviven en el catálogo de la marca. Aunque no me cabe ninguna duda de que a un relativo corto plazo el Planet Ocean del 2005 cesará su producción.
El motivo que me lleva a realizar esta afirmación es el mecanismo que equipa este nuevo Planet Ocean, la familia de calibres manufactura de referencia 8500. Esta es la mayor diferencia con su antecesor y es de mucho calado. Mucho más que de lo que sería un cambio estético o de dimensiones. Cuando una marca relojera desarrolla un calibre propio necesita implementarlo gradualmente en la mayor parte de su producción, ya que es la única vía de amortizar la enorme inversión que requiere su diseño y desarrollo.
Este proceso lo inició Omega implantando el escape Co-axial en muchos de sus relojes equipados con calibres ETA o Valjoux. El escape, es probablemente la parte del mecanismo más crítica en lo que se refiere a la precisión de un reloj mecánico. Algunas de las grandes firmas relojeras llevan años estudiando sistemas que sustituyan al centenario “escape suizo” que utilizan la práctica totalidad de los relojes existentes.
El gran acierto de Omega, fue rescatar del olvido un sistema diseñado hace muchos años, pero que nunca había sido implementado debido a la falta de recursos financieros. Su creador es George Daniels, uno de los grandes relojeros del siglo XX. Omega llegó a un acuerdo con este relojero y a partir de ahí inició el desarrollo e implementación de este sistema de escape.
El segundo gran salto cualitativo lo dio Omega en el año 2005, presentando su primer calibre manufactura, el 8500. Este calibre fue utilizado inicialmente en la innovadora colección “Hour Vision”. Ahora, en el 2011, ha llegado el momento de implantarlo en el Planet Ocean.
Pero ¿porqué es tan importante este hecho si los anteriores Seamaster ya utilizaban el sistema co-axial?. La respuesta se resume en dos puntos: silicio y reserva de marcha.
Los calibres de la gama 8500 utilizan una arquitectura de doble barrilete que permite una reserva de marcha de 60 horas, en lugar de las habituales 42/44 horas. Parece poco, pero en la práctica significa que podemos dejar un reloj todo el fin de semana (viernes tarde/noche incluido) sin que al querer utilizarlo el lunes este se haya parado. Este factor, de una importancia relativa si solo se poseen uno o dos relojes, lo es de mucha en el caso de un coleccionista con bastantes piezas en su poder.
La segunda gran innovación de este mecanismo es la utilización de una espiral de Silicio, material en el que todo el mundo coincide será el futuro de este delicado elemento. En comparación con los materiales utilizados habitualmente, el silicio aporta una gran inmunidad hacia los cambios térmicos y los campos magnéticos. Estos son (aparte de los choques) los dos grandes factores que influyen negativamente en la precisión de un reloj mecánico. La idoneidad de este material lo demuestra que firmas del prestigio de Rolex, Patek Philippe y Breguet también están empezando a implantarlo en sus relojes.
Pero Omega ha dado un golpe en la mesa del sector que ha hecho temblar sus cimientos. En todos sus relojes equipados con estos calibres manufactura, ofrece una garantía de 4 años!… el doble del mínimo que marca la ley. Es como decir: mis relojes son tan fiables que duplico su garantía. ¿porqué no hacen lo mismo las demás marcas?. Esta pregunta también yo me la planteo, al igual que seguro hacen todos los aficionados y coleccionistas. Esperaremos ansiosamente la respuesta de la competencia.
Además de este espectacular calibre, el Planet Ocean 2011, realiza algunos cambios menores en su estética. El mayor de ellos y más visualmente perceptible, es el rediseño de su bisel giratorio, eliminando la franja plateada de su predecesor. Un cambio que en mi opinión le aporta mayor elegancia y homogeneidad. Si observamos detenidamente las dos coronas, la de ajustar el tiempo y la de la válvula de helio (situada a las 10), veremos que también han sido rediseñadas, con unas estrías más gruesas y definidas. Otra evolución positiva que le aporta mejor agarre, especialmente si utilizamos guantes.
Pero donde estética y funcionalmente Omega se destaca de los demás es que sigue ofreciendo sus Planet Ocean en tres diámetros distintos. Los universales 42mm, los ostentosos 45,5 y los femeninos 38 mm. Se acabó el típico problema de tamaño, que origina que muchos potenciales compradores de un reloj renuncien a el porque el tamaño no se adapta a su físico o a sus apetencias estéticas.
Para acabar de rematar su apuesta, Omega ofrece variantes estéticas de tono en toda la gama y tamaños. Bisel gris, bisel gris con detalles anaranjados en los números de la esfera, bisel naranja con números naranja, esfera blanca para los de 38 mm. Todo ello además de una gran variedad de brazaletes, de pulseras de cuero y de caucho.
En Baselworld y en el kit de prensa, pudimos observar una variante del modelo de 45,5mm realizado en titanio y con bisel y esfera de un atractivo color azul. Misteriosamente, no hay más noticias de esta variante ni aparece en la web de Omega. Algo que por otra parte no debe extrañarnos demasiado ya que es un hecho bastante habitual en la marca.
En resumen, es prácticamente imposible que alguien no encuentre el Planet Ocean que se adapte a la perfección a sus exigencias. Si a ello le sumamos su avanzado calibre, sus magníficos acabados y su garantía imbatida, estamos ante un seguro ganador. Recomendable 100% y sin reservas para todo tipo de usuario. Probablemente sustituirá mi Seamaster original.