El Oris Big Crown ProPilot Calibre 111 implementa el nuevo calibre manufactura de la firma, que suma la función de fecha a sus 10 días de reservas de marcha

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El año pasado, superando una interrupción de 35 años en la fabricación de sus movimientos propios, Oris retomó su historia como manufactura al sorprendernos con el lanzamiento de su primer movimiento desarrollado íntegramente en Hölstein, el Calibre 110. Implementado en el interior de las dos ediciones limitadas en acero u oro rojo presentadas en Baselworld 2014, homenajeaba los 110 años de la firma y recordaba al mundo de la relojería que Oris posee un legado de más de un siglo, manteniendo desde 1904 la filosofía de producir alta relojería a precios asequibles para llegar a un público más amplio. Era evidente que este esfuerzo en I+D no iba a quedarse ahí, sino que suponía el inicio de una nueva serie de referencias basadas en las bondades del calibre 110. Este mismo año, la firma ha creado el nuevo Oris Big Crown ProPilot Calibre 111, caracterizado por incorporar una nueva versión de dicho calibre al que le suma la función de fecha, con una imagen más dinámica respecto al clasicismo del Oris 110.

Oris Big Crown ProPilot Calibre 111 – la caja

El Oris Big Crown ProPilot Calibre 111 mantiene el diseño de la colección Big Crown ProPilot, inspirada, tal como su nombre nos avanza, en el mundo de la aviación. A diferencia de la colección Big Crown, que muestra una inspiración vintage, los Big Crown ProPilot gozan de un look más contemporáneo. Su caja de acero tiene un diámetro de 44 mm, un tamaño que me parece perfecto tratándose de un reloj de aviador, y que, además, luce un acabado satinado que le viene como anillo al dedo. Como el resto de la colección, exhibe el característico bisel estriado que nos remite al diseño de las turbinas de los aviones a reacción, acompañada por una corona cilíndrica que, a pesar de sus considerables proporciones, no me resulta en absoluto desproporcionada respecto al resto del reloj. Por su parte, la trasera de zafiro desvela el nuevo Calibre 111 en todo su esplendor, mientras que la hermeticidad que ofrece el conjunto alcanza los 10 bares (100 metros).

Oris Big Crown ProPilot Calibre 111

Oris ofrece el Big Crown ProPilot Calibre 111 con tres opciones: un brazalete de acero, una correa de aligator de color marrón oscuro, o una correa textil verde militar. Sinceramente, todas las opciones son recomendables, y dependerá de nuestros gustos y estilo. Si necesitamos un reloj polivalente, optaremos por el armis, pero si queremos potenciar su elegancia, debemos decantarnos por la correa de piel. Finalmente, la correa textil es la opción ideal para conseguir un look más desenfadado y deportivo. Personalmente no sé cual de ellas elegiría, porque todas me parecen excelentes opciones que se complementan perfectamente con la estética de este Oris.

Oris Big Crown ProPilot Calibre 111 correas

Oris Big Crown ProPilot Calibre 111 – la esfera

La esfera de color antracita y decoración «rayon soleil«, implementa numerales arábigos aplicados y tratados con Super-LumiNova, el mismo material luminiscente que recubre las agujas de minutos y horas, dos elementos que muestran una gran disparidad longitudinal, favoreciendo así su rápida identificación individual. En un reloj de aviador, la legibilidad debe ser impecable, una cualidad que en el caso del Oris Big Crown ProPilot Calibre 111 resulta intachable.

Oris Big Crown ProPilot Calibre 111

El dial se completa con tres funciones adicionales, todas ellas de gran utilidad. En primer lugar, y por orden de visibilidad, encontramos el indicador de reserva de marcha en un gran subdial semicircular a las tres horas, graduado no linealmente entre 0 y 10, con los últimos dos días remarcados en rojo que nos recuerda la necesidad de un pronto remonte. A su izquierda, ocupando la posición a las nueve horas, se ubica el pequeño segundero con un tamaño claramente inferior al anterior, seguido de la ventana de fecha. Éste es, quizás, el único punto que no acaba de encajarme; si os fijáis en las imágenes, veréis como la ventana «pisa» el pequeño segundero absolutamente pegado al eje central, lo que causa un cierto efecto de «embotellamiento» visual. Para evitar esta saturación, personalmente optaría por ubicar la ventana de la fecha a las 6 horas, lo que sin duda ayudaría a conseguir una esfera más limpia, armónica y proporcinada.

Oris Big Crown ProPilot Calibre 111 crop esfera 1

Oris Big Crown ProPilot Calibre 111 – el movimiento

Pero vayamos al principal protagonista de este reloj, el Calibre 111. En primer lugar, me gustaría destacar el gran esfuerzo que comporta, para una marca independiente como Oris, desarrollar sus propios calibres partiendo de cero. SI además le sumamos que los dos primeros mecanismos, el 110 y el 111, disponen de una fantástica reserva de marcha de 10 días, el logro resulta admirable. Estas 240 horas se consiguen gracias a la energía que acumulamos manualmente en un solo barrilete, mediante el enrollamiento en su interior de un muelle de 1,80 metros de longitud. El principal problema al que se enfrentaba Oris era ofrecer una entrega de par lo más estable posible para solucionar la gran diferencia entre la energía potencial cuando el muelle está completamente tensado, respecto a cuando está casi desenrollado. Este efecto, que es proporcional a la longitud del muelle, provoca una variación en la amplitud de oscilación del volante, que afecta directamente a la precisión del reloj.

Oris Big Crown ProPilot Calibre 111 trasera

La solución que implementa Oris es ingeniosa: alargar la medida del muelle hasta esos 1,80 metros, e interrumpir la entrega de energía cuando todavía resta energía disponible en el muelle. Todo ello está perfectamente calculado para que este corte de suministro se produzca cuando la curva de entrega de par empieza a caer en picado. Los resultados cronométricos no son tan buenos como los que podríamos obtener con un carísimo mecanismo de fuerza constante, pero sin duda, es un sistema que podemos calificar como inteligente y eficaz si tenemos en cuenta la relación coste/resultado.
Un aspecto a tener en cuenta es que late a una frecuencia de 21.600 alternancias por hora (3 Hz), lo que también favorece un menor consumo de energía. En teoria a mas alternancias mas precisión, pero en realidad se ha demostrado que un calibre de calidad y bien regulado es tan preciso como cualquiera de más alta frecuencia, y además, tiene el beneficio añadido de su menor desgaste.

Oris Big Crown ProPilot Calibre 111 calibre 111

El Calibre 111 es un mecanismo grande, con un diámetro de 34 mm (15 líneas) que lo hace sólo apto para ser implementado en el interior de relojes de tamaño considerable. En nuestro caso, un guardatiempo de 44 mm, la visión desde el fondo de zafiro resulta espectacular. Hartos de ver como habitualmente se recurre a anchos anillos para disimular el hueco existente entre las cajas de generosas dimensiones y los calibres de reducido tamaño relativo que albergan, es un gozo ver cómo este mecanismo «llena» toda la trasera. Lo primero que destaca a simple vista es su enorme barrilete, que ocupa aproximadamente un tercio de la superficie del movimiento, complementado por dos puentes que lucen un acabado cepillado vertical, mientras los cantos están biselados y pulidos a mano, el barrilete muestra un cepillado circular y los tornillos son pulidos,  conformando una buena mezcla entre lo industrial y el mundo artesanal.
Otro aspecto único de este movimiento es el micro-ajuste de la longitud efectiva del espiral; el tornillo que un relojero giraría suavemente para aumentar o disminuirla, incorpora un especial sistema de engranaje dentado que parece facilitar su funcionalidad.

Oris Big Crown ProPilot Calibre 111 calibre 1

Oris Big Crown ProPilot Calibre 111 – conclusiones

No debe resultar nada sencillo dar el paso que Oris inició el año pasado con el 110, su primer reloj que incorporaba el fruto del renacimiento de la firma como manufactura, con la dificultad añadida de ser una firma independiente y no contar con el apoyo de un gran grupo y las políticas de sinergia que tan buenos resultados ofrecen en cuanto al ahorro económico, de tiempo y energía. El último resultado es el Oris Big Crown ProPilot Calibre 111. Debido a la estructura de la firma y su re-debut como fabricante de sus propios mecanismos, era evidente que el lanzamiento de nuevos calibres sería muy paulatino, y que éstos tendrían al 110 como movimiento base. El primero de ellos ha sido el Calibre 111, que muestra la misma fabulosa reserva de marcha de 10 días que caracteriza al 110, ofreciéndolo en un reloj de aviador de atractivo diseño, con un tamaño adecuado y fabricado en acero satinado. Su esfera muestra una excelente legibilidad, dominada por la presencia del gran indicador no lineal de reserva de marcha, y equilibrada por el pequeño segundero. Lástima que la ubicación de la ventana de fecha emborrone un poco su armonía, pero en ningún caso resulta un elemento decisivo.

Finalmente, comentar que, con el número de referencia 111 7711 4163, tendrá un precio de 5.200 CHF, unos 4.825 €. Este precio le permite entrar a competir con relojes de aviador tan reconocidos como los IWC o los Zenith. Sus armas, tanto estéticas como mecánicas, son lo suficientemente importantes como para ser tomadas en cuenta, pero lo que está por ver es si se podrá hacer un hueco en este mercado donde el nombre de la marca tiene un peso fundamental, y ahí es donde Oris parte con cierta desventaja, al encontrarse en un nivel de precios parecido al de firmas más prestigiosas. Otro cantar sería si su precio fuera inferior a los 4.000 €.

Más

Atractiva estética y diseño
Excelente legibilidad de la esfera
Calibre manufactura
Reserva de marcha de 10 días

Menos

Ubicación ventana de fecha
Precio algo elevado

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Ingeniero geólogo, Master en Geología Marina y Master en Restauración Medioambiental, Co-fundador y editor en Watch-test. Opinión, pasión y rigor, son los pilares fundamentales que sustentan la redacción de mis artículos. La clave, disfrutar de una profesión que coincide con mi afición.

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