Aunque con una historia que se remonta a la segunda mitad del siglo XIX, los años que marcaron el ADN de lo que hoy es Panerai comenzaron en 1936 con el Radiomir, un instrumento diseñado para apoyar las misiones de la Marina Militare italiana y bautizado así a posteriori por el material luminiscente patentado por Guido Panerai. Sus principales características se han mantenido prácticamente inalteradas durante todos estos años, evolucionando hacia otras referencias no menos icónicas como el Luminor o el 1940: una gran caja de acero en forma de cojín, esfera limpia con grandes numerales luminiscentes y asas de tipo alambre soldadas.
Eilean, también nacido en 1936
En un golpe del destino, ese mismo año se botó el Eilean, un precioso queche bermudiano de 22 metros diseñado por uno de los más reconocidos constructores de yates clásicos de toda la historia, el escocés William Fife III, y que se convertiría en parte de la historia de Panerai. Construido originalmente para unos comerciantes de acero escoceses, el velero navegó por los mares de Europa y el Caribe durante décadas, cambiando cambió varias veces de mano antes de ser abandonado en English Harbour, en la isla caribeña de Antigua. Angelo Bonati, entonces CEO de Panerai y apasionado de la navegación, descubre a Eilean.
Bajo su dirección, la empresa compró el barco en 2006 y lo restauró a su estado original después de tres años y unas 40.000 horas de trabajo en las manos expertas del astillero Francesco Del Carlo en Viareggio. Desde entonces, Panerai ha utilizado regularmente el Eilean como embajador itinerante y así reforzar los orígenes marítimos de la firma florentina.
Radiomir Eilean
Si bien sus formas y diseño son los habituales, encontramos algunos detalles que lo diferencian del resto de referencias en la esfera y la caja. Si el tratamiento del acero y el inspirador dial me gustan, no pienso lo mismo del grabado del emblema del Eilean en la carrura izquierda. Vayamos por partes.
Lo primero que apreciamos es la esfera sandwich de color marrón con estrías verticales, un diseño que se inspira en la cubierta de teca del Eilean, complementada con grandes numerales arábigos en las posiciones cardinales e índices de tipo bastón en las restantes. Su troquelado muestra el Super-LumiNova subyacente en la habitual tonalidad beige con el fin de conferirle un aspecto más vintage. Junto al dorado de las manecillas, la paleta cromática es calida y sumamente agradable.
La caja de 45 mm exhibe un inusual acabado «envejecido»: a la distancia es mate pero también vagamente brillante, dependiendo de cómo se mire. Panerai lo define como un patinado, y aunque inicialmente tiene un aspecto peculiar, encaja bien con el estilo retro del reloj, eliminando el aspecto brillante de reloj nuevo sin caer en la tentación de envejecerlo artificialmente en exceso. El proceso se realiza en tres etapas, iniciándose a partir de una caja Radiomir pulida a espejo. El segundo proceso es un granallado con unas perlas más finas que consiguen una superficie con una menor densidad de micro-impactos respecto a la habitual. Después de eso, la caja se pule una vez más, lo que elimina parte de esa textura, acentuando aún más su suavidad y creando el acabado “semi-mate” final.
Si el Radiomir Eilean os resulta familiar es porque es bastante similar al Radiomir Venti “Paneristi” presentado a fines del año pasado. A diferencia del gran emblema que lucía en la esfera del Venti, el motivo de esta edición especial es menos visible al estar implementada en la carrura izquierda mediante el grabado del emblema del dragón que decora el casco del barco. A pesar de ello, no es un detalle que me guste. Puedo llegar a entender que las firmas visibilicen el motivo de sus ediciones especiales, pero subjetivamente y salvo contadas ocasiones, preferiría que se reservaran para la trasera… como también es el caso del Radiomir Eilean: está decorada en relieve con el motivo Eilean 1936 que luce la botavara del velero.
Otro controvertido aunque menos importante detalle es la correa de cuero con que se acompaña. Fabricada a mano en la Toscana, la región italiana cuna de Panerai, presenta unas visibles costuras inspiradas en las cuerdas que se encuentran en las velas de Eilean y muestra el mismo logo que la trasera.
Esta edición especial está limitada a 449 unidades. No es un número tomado al azar, ya que coincide con el número de vela del Eilean, el equivalente a una matrícula para barcos. Con un precio de 7.900 €, considero que el Radiomir Eilean es caro, ya que cuesta el doble que los modelos de nivel de entrada con el mismo calibre P.6000 (3 días de reserva de marcha y un único barrilete), y es aproximadamente un 25% más elevado que la edición Paneristi, que era casi idéntica en especificaciones. Con ese precio, como mínimo, debería implementar el calibre P.5000 con 8 días de reserva de marcha. Por suerte, el calibre queda oculto bajo la trasera ciega con el enorme logo del Eilean.
