En el año 2004 se produjo una de las mayores revoluciones conceptuales en la historia de la Alta Relojería. El reloj que encarnaba esta revolución tenía nombre y apellidos: Parmigiani Bugatti Type 370. Por primera vez se giraba 90º el movimiento de un reloj mecánico de pulsera para que sus indicaciones se percibieran a través de la carrura de la caja.
En el 2010 Parmigiani da una vuelta de tuerca más al concepto y presenta un calibre dividido en dos planos: La base, que encaja de forma convencional, paralela a la caja, se une mediante un engranaje cónico con un módulo inclinado 90º que ofrece la indicación del tiempo. Ha nacido el Bugatti Super Sport. Ahora, como adelanto del SIHH 2013, Parmigiani nos presenta la evolución de este concepto, que toma el nombre de Bugatti Vitesse.
El concepto que engloba a todos los Bugatti que ha creado Parmigiani Fleurier es lo que podríamos denominar reloj «driver». Un reloj pensado para que el conductor de un automóvil pueda visualizar la hora sin dejar de sujetar el volante, ni modificar la forma de sujetarlo. Cierto que hoy en día con todo el bagaje tecnológico que incorporan los automóviles modernos, la funcionalidad de este concepto tiende a cero, pero su implementación en un reloj de pulsera y bajo parámetros puramente mecánicos no deja de ser una proeza asombrosa.
Analizar y explicar la complejidad mecánica del Type 370 del 2004 requiere un artículo de considerable extensión. Hacerlo sobre la evolución del 2010 probablemente aun requiera más espacio y dedicación. Creo que lo más razonable es dejarlo para un futuro artículo dedicado a la historia y evolución del Parmigiani Bugatti y centrarnos en el motivo de este artículo que es presentar esta última versión.
Para ser justo, y basándome en las informaciones que nos proporciona Parmigiani, esta última versión, el Bugatti Vitesse, es la evolución menos trascendental ya que se trata en su mayor parte de una variación estética del Super Sport de 2010. Es cierto que incorpora alguna modificación mecánica con respecto a su antecesor, pero en términos relativos, teniendo en cuenta la enorme complejidad de esta pieza, es fácil y probablemente injusto considerarla como de menor importancia.
Las modificaciones que anuncia Parmigiani, citadas textualmente son las siguientes:
- El Calibre PF 372 de cuerda manual (10 días de reserva de marcha) ha sido concebido en cascada, en dos planos, para adaptarse a las líneas del nuevo reloj Bugatti.
- Seis cristales de zafiro permiten admirar los 333 componentes del Bugatti Vitesse.
- Excepcionalmente afilado, el perfil del Bugatti Vitesse hace referencia a la forma emblemática de las asas de la caja Parmigiani Fleurier
- La esfera oval calada, inclinada sobre un eje de 90° y realizada en Texalium™, es de un color que refleja el Bugatti Veyron Grand Sport Vitesse. Los índices se han tallado en forma de husos (forma trapezoidal) para conferir una noción de potente aceleración.
- La corona dinamométrica, integrada a la perfección en el perfil, permite realizar todo tipo de ajustes después de liberase mediante una simple presión.
Como se aprecia en la imagen superior, Parmigiani nos presenta dos variaciones cromáticas de este Bugatti Vitesse, una de tonos azulados y otra rojizos. las características técnicas son idénticas en ambas referencias.
Faltan menos de dos meses para el SIHH 2013, cuando podremos tener en nuestras manos este Parmigiani Bugatti Vitesse. Con un reloj tan especial, creo que merece la pena esperar a contar con la base de conocimiento necesaria y ofrecer un análisis a fondo de esta pieza, que sin duda lo merece.