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El reloj más valioso del mundo. El «Graves» de Patek Philippe bate su propio record

En la subasta que ha celebrado Sotheby's en Ginebra, el Patek Philippe "Graves" bate de nuevo su propio record como reloj más caro de la historia.

23.237.000 Francos Suizos, que hoy equivalen a 19.332.198 Euros o 24.253.108 USD, es lo que alguien ha pagado en la subasta que ha organizado Sotheby’s en Ginebra el pasado 11 de noviembre por el legendario reloj que en 1933 Patek Philippe entregó al banquero norteamericano Henry Graves Jr. De este modo, el Patek Philippe «Graves», que es el apodo por el que se conoce esta pieza, bate su propio record de reloj por el que más dinero se ha pagado, duplicando de largo los 11,002,500 $ que se pagaron por él en una subasta que la misma Sotheby’s celebro en New York en el año 1.999.

Patek Philippe Graves

Patek Philippe Graves

Si hiciéramos una encuesta preguntando sobre el reloj más famoso del mundo, probablemente los encuestados mencionarían el Big Ben de la Torre del Reloj del Palacio de Westminster en Londres, el conocido reloj que preside el vestíbulo de la Grand Central Station en New York, e incluso algunos es posible que mencionasen el reloj Astronómico del Ayuntamiento de Praga. Pero si dicha encuesta se celebrase entre aficionados a la relojería, seguro que la inmensa mayoría se decantarían por el Graves de Patek Philippe.

El motivo no es solo el precio que alcanzó en la subasta de 1.999, ni el hecho de haber mantenido el record de precio hasta hace pocos días y batido por él mismo. Tampoco sería el motivo principal sus 24 complicaciones, record de reloj más complicado del mundo que mantuvo hasta que la propia Patek Philippe presentó en 1989 el Calibre 89 con 33 complicaciones. Todos estos datos y cifras son evidentemente impresionantes, pero la leyenda que envuelve a este reloj se debe principalmente a la pugna entre dos millonarios norteamericanos que originó su creación.

Fue a principios del siglo XX cuando el destino hizo que coincidieran en el tiempo dos personajes que compartían dos características poco comunes: ser millonarios y fanáticos de la Alta Relojería. Además también compartían un carácter ultra-competitivo, lo que origino que se enzarzasen en una lucha permanente para poseer el reloj más complicado del mundo. Me refiero a dos figuras que, hechos relojeros aparte, eran mundialmente conocidos por su gran importancia en la economía y en el empresariado de los Estados Unidos de Norteamérica:  James Ward Packard, fundador y presidente de la famosa firma de automóviles a la que dio nombre, y el banquero Henry Graves Jr.

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Henry Graves Jr.

Esta competencia relojera se desarrolló durante años, en los cuales ambos personajes no cesaron de encargar relojes ultra-complicados a las firmas relojeras suizas más prestigiosas, principalmente Patek Philippe. Ello dio origen, entre otros, a uno de los relojes más célebres de la historia: el «Packard», que fue encargado en 1927 por el industrial automovilístico a la misma Patek Philippe y que se convirtió en el reloj más complicado jamás realizado hasta dicha fecha.

Poco le duró a Packard el placer de poseer la pieza relojera más compleja, pues en enero de 1933, la propia Patek Philippe entrego a Graves el reloj que había encargado en 1925 con unas premisas muy claras: superar en número de complicaciones a cualquier reloj manufacturado hasta la fecha, entre ellos el Leroy Nº 1 o el María Antonieta de Breguet. Y así es como se generó y nació esta leyenda de la relojería. Con el Patek Philippe «Graves» terminó la sana y cara batalla entre ambos personajes. La cifra que pagó Henry Graves Jr. por su reloj fueron 60.000 francos suizos (15.000 USD), que prácticamente quintuplicaban el precio pagado por Packard por su Patek Philippe pocos años antes, cifras que hoy pueden parecer irrisorias, pero que en la fecha podían considerarse de astronómicas.

El término que he utilizado al principio del artículo «alguien ha pagado», referente a quien ha vencido en la subasta ginebrina, es relativamente exacto. No lo es si el «alguien» lo entendemos como anónimo, pues la persona que ha pagado la astronómica cifra estaba presente en la sala, y era nada menos que el director de relojería de Christie’s, paradójicamente la firma londinense de subastas competidora histórica de Sotheby’s. De lo que a nadie le cabe duda es que el destinatario final del «Graves» no será esta persona sino probablemente un cliente suyo que prefiere mantener el anonimato. Se de buena fuente que la propia Patek Philippe quería pujar en la subasta con el fin de llevar el «Graves» a su museo, pero que tampoco sobrepasaría unos límites de precio razonables, como al parecer ha considerado.

Enumerar y describir todas las complicaciones del Graves sería muy largo, pero aun lo sería más narrar la batalla relojera y el entorno socioeconómico en el que se produjo, de hecho hay un libro, lamentablemente solo editado en inglés, enteramente dedicado a ello. Lo que está claro, por si alguien aun lo dudaba, es que cuando nos referimos a hechos históricos en relojería, casi siempre aparece el nombre Patek Philippe. Esta noticia no es más que la última y más reciente de las muchas que han convertido a lo largo de su historia a Patek Philippe en la firma relojera más respetada del mundo.