Con motivo de su 175 aniversario, Patek Philippe nos impresionó con la puesta en escena y la presentación multimedia, que abarcó desde su longeva historia hasta los nuevos relojes conmemorativos, con especial énfasis en el nuevo «monstruo» 5175. Todo ello ya os lo hemos contado en el primer y segundo artículos referentes a este evento.
Pero, y ahí reside una de las grandes diferencias de Patek Philippe con la mayoría de sus competidores, es que cuando presenta un nuevo producto no lo hace solo de forma virtual ni detrás de una vitrina. Permite verlos en vivo y para ello nos regala la presencia de los Maestros Relojeros y Artesanos responsables de cada uno de los relojes.
Como era lógico y de esperar, el mayor despliegue hacía referencia al 5175. Detrás de una mesa de relojero, los dos Maestros Relojeros responsables de su montaje y regulación nos mostraban esta maravilla de la micromecánica. Como apreciaréis en las imágenes, se trataba de una pieza con la caja sin el grabado final, pero plenamente funcional, que es lo realmente importante. Quiero hacer hincapié en ello, pues en la inmensa mayoría de ocasiones en que las marcas presentan un reloj muy complicado o innovador mecánicamente, lo muestran detrás de una vitrina y cuando solicitas poder tocarlo para apreciar sus complicaciones en acción, la respuesta siempre es la misma: «no se puede porque es un prototipo y no es funcional».
Pero los dos maestros no se limitaron a mostrar en vivo el 5175, que ya es mucho, sino que estaban a plena disposición de todos los presentes para explicar son suma paciencia cualquier pregunta técnica referente a él. Ello lo complementaban si era necesario realizando los ajustes pertinentes a la cuestión y complicación que se les planteaba.
Pero además de un 5175 totalmente montado y funcional, habían dos más con el movimiento libre de caja, los cuales utilizaban para demostrar como se realiza el montaje de las diversas complicaciones. Impresionante la batería de cajas con sus compartimentos individuales, que albergaban todas y cada una de las 1.366 piezas que componen esta obra maestra de la relojería mecánica.
Para complementar todo ello, en otras mesas encontramos a los responsables de diseño de las innovaciones mecánicas del Grand Master Chime, que mediante una maqueta a gran escala, la misma que se utiliza para comprobar que los diseños que salen del ordenador son funcional y libres de fallos, nos mostraban el principio y el funcionamiento mecánico de dichas innovaciones. Además del 5175, estas demostraciones también se hacían con el 5275P «Chiming Jump Hour», mostrando el funcionamiento de su inédita y revolucionaria sonería de fecha.
El mismo tipo de demostración era aplicable al nuevo mecanismo de Horas Mundiales con Fase Lunar central que equipa a los también nuevos 5575 & 7175. Dos grande maquetas nos mostraban la integración mecánica de los discos de las zonas horarias con el módulo de fase lunar.
Además de ello, pudimos apreciar todas las piezas que componen este nuevo movimiento, con obvia especial atención a la fase lunar.
Pero no todo se limitó a la maestría mecánica. En coherencia con el grabado que exhibe el nuevo 5175, la Maestra Grabadora que realiza dicho trabajo, se hallaba presente en una mesa equipada con todos los utensilios que requiere su impresionante trabajo. No era la primera vez que la veía, ya que se trataba de la misma especialista que nos mostró y demostró el grabado del «Sky Moon Tourbillon» 6002, que Partek nos presentó en mayo de este mismo año en un evento denominado «Rare Handcrafts Exhibition«.
En la misma línea de coherencia, en otra mesa estaba presente la Maestra Esmaltadora que realiza estos complejos trabajos artesanos en muchos de los nuevos relojes «Rare Handcrafts» que forman parte de esta extensa colección dedicada al 175 aniversario de Patek Philippe.
Para terminar con este impresionante despliegue de Maestros, no podía faltar el especialista en el fascinante arte (y técnica) de la decoración «Guilloché». Es chocante y no menos fascinante ver la clásica máquina de guilloché, que probablemente se diferencia poco de la que se utilizaba hace 100 o más años, complementada con los microscopios más avanzados, que permiten una visión en directo del trabajo que se realiza, algo que seguro ya hubieran deseado tener los maestros de siglos pasados.
Y aquí termina este tercer artículo dedicado al evento y relojes conmemorativos del 175 aniversario de Patek Philippe. Aunque Patek lo organizó todo para que dispusiéramos de tiempo para ver y absorber todo lo que se presentaba, fue una jornada nocturna muy intensa, siempre con la preocupación de dejarme algo por ver o fotografiar. Creo que más o menos lo hemos conseguido y os habréis podido hacer una idea de conjunto bastante fiel de todo lo que ocurrió y se presentó.
Ya solo me quedaba buscar algo de combustible para ingerir. Claro que este era el menor de los problemas. Solo había que sustituir los Maestros relojeros y Artesanos por los Maestros cocineros que Patek puso a nuestra disposición con manjares tan sofisticados y exquisitos como los relojes que vimos.
Pero lo que no termina son los artículos relacionados con este evento. Queda pendiente el análisis en profundidad de los distintos relojes conmemorativas que se presentaron, que intentaré publicar lo antes posible. Sin duda serán muy extensos, en especial el concerniente al 5175, pero seguro que valdrá la pena.
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