Patek Philippe 5320G: reinterpretando el Calendario Perpetuo
Analizamos a fondo el Patek Philippe 5320G, el Calendario Perpetuo que ha sido la gran estrella de la firma ginebrina en el 2017. Este fascinante reloj confirma el positivo cambio de ruta estético que ha emprendido Patek en los años más recientes.
A pesar de celebrarse el 40 aniversario del calibre 240, protagonista de sus calendarios perpetuos extra-planos, el Patek Philippe 5320G fue sin duda la gran novedad de la firma ginebrina en la feria de Baselworld 2017. Resulta en cierto modo paradójico ya que el nuevo 5230G no recurre al calibre 240 sino al 320 S Q, una nueva variante del famoso 320. Ahora, aunque en cantidades reducidas, el Patek Philipe 5320G ya ha llegado al público y es el momento perfecto para analizarlo a fondo.
Desde su nacimiento en 1839, Patek Philippe se ha caracterizado por la excelencia, la elegancia y la sobriedad de sus relojes. Nunca han sido ni son relojes para exhibicionistas, son relojes para «connaisseurs» y apasionados de la Alta Relojería. La excelencia y la elegancia siempre la han mantenido, pero la sobriedad, especialmente en las últimas décadas, quizás la habían llevado al extremo. Por muy experto que uno sea, distinguir a cierta distancia un típico Calatrava resulta imposible ya que no hay ningún signo externo que lo diferencie claramente o lo identifique. Lo mismo podía aplicarse a la mayoría de sus relojes redondos. Pero todo esto ya es pasado porque parece que corren nuevos aires estéticos en Patek Philippe.
El primer reloj que sorprendió con su inesperada estética fue el Patek Philippe Calatrava Pilot Travel Time 5524G del 2015, un reloj que presentaba una inesperada estética vintage de carácter militar. En julio del 2017, con motivo del evento The Art of Watches Grand Exhibition celebrado en Nueva York, Patek presentó el Calatrava Pilot 5522, un reloj que seguía la misma estética del 5524, pero que además ofrecía algo insólito; un caja de acero. Lamentablemente fue una edición especial conmemorativa y limitada al mercado estadounidense.
Antes del evento neoyorkino, en la feria de Baselworld 2017, Patek Philippe ya había presentado el 5320 protagonista de este artículo, un reloj que sigue parecidos códigos estéticos que los anteriormente citados.
En estos últimos años, también hemos asistido a un refinamiento y sofisticación en las cajas de muchas de las novedades que ha lanzado al mercado Patek Philippe. Por tanto, resulta evidente que no se trata de un hecho aislado, sino la confirmación de una nueva etapa en la que la firma ginebrina está dedicando grandes esfuerzos en la estética de sus relojes. Se podría decir que el objetivo es mantener su innata elegancia y huir de la austeridad.
Dejando aparte relojes de estilo vanguardista, crear diseños originales en relojes de estilo clásico se ha convertido en una tarea prácticamente imposible. No olvidemos que estamos hablando de un sector cuya historia se cuenta por siglos. Por ello, cada año asistimos con mayor frecuencia a novedades que se inspiran en relojes vintage. Patek Philippe no es ajeno a este problema pero lo tiene más fácil que nadie; solo tiene que recurrir a sus archivos y a su museo, que es lo que ha hecho para diseñar este nuevo Calendario Perpetuo de referencia 5320G.
Patek Philippe y el Calendario Perpetuo; un poco de historia
La importancia de esta nueva referencia 5320G la determinan dos palabras; Patek Philippe y Calendario Perpetuo. La primera, la de la marca, no es necesario explicarla a los lectores habituales ya que son conscientes de la expectación que despierta cualquier novedad de la firma ginebrina. Si la unimos a la segunda, la de Calendario Perpetuo, los más entendidos inmediatamente serán conscientes del importante vínculo que implica. Patek Philippe fue el autor del primer reloj de pulsera con esta Gran Complicación, una pieza única con la numeración 97.975 creada en el año 1925.
La importancia de la relación de Patek Philippe con el Calendario Perpetuo no se limita en haber sido el pionero en aplicar esta complicación a un reloj de pulsera. El «timeline» reflejado en la imagen superior deja bien a las claras que el vínculo de Patek y esta complicación no ha hecho más que incrementarse a lo largo de los años. Nada menos que 30 son las referencias de relojes con Calendario Perpetuo que Patek Philippe ha creado desde el año 1925 hasta nuestros días. Y nos estamos refiriendo a relojes que únicamente incorporan esta complicación. Si añadiéramos los que asocian el Calendario Perpetuo con otra complicación, la cifra crecería enormemente.
Han pasado 92 años desde que Patek Philippe creara el Calendario Perpetuo No. 97.975 del año 1925 hasta la presentación en el 2017 de la referencia 5320G motivo de este análisis.
Si observamos nuevamente el «timeline» veremos que hay dos grandes familias dentro de los calendarios perpetuos, que se diferencian primordialmente por la forma de mostrar en la esfera las indicaciones del día de la semana y del mes. El primer grupo lo componen los relojes que muestran estas indicaciones mediante aguja. El segundo grupo abarca a los que recurren al método de ventana. El primer representante de este grupo es la referencia 1526 de año 1941 que se muestra en la imagen superior, siendo además es el primer Calendario Perpetuo de pulsera Patek Philippe sin complicaciones adicionales producido en serie.
Patek Philippe 5320G – la caja
Como es habitual iniciamos el recorrido del 5320G por la caja. En este elemento externo encontramos el primer gran signo, no el único, que lo identifica estéticamente y que lo diferencia del resto de relojes del catálogo actual de Patek Philippe; las asas de triple moldura.
Estas elaboradas asas no son ninguna novedad en Patek Philippe. Para encontrar el primer reloj de la firma ginebrina con esta característica debemos remontarnos a los años 40 con la referencia 2405. En este caso no se trataba de un Calendario Perpetuo sino de un Calatrava, y es el reloj en el que se ha inspirado Patek para diseñar el 5320G.
Si comparamos la imagen de la izquierda, de la referencia 2405, con el nuevo 5320G, apreciaremos que la fuente de inspiración en las asas es evidente. Pero si lo analizamos con más atención, veremos que las similitudes también se extienden a la carrura y al bisel.
El bisel de un reloj es el elemento de la caja que se sitúa por encima de la carrura (parte central) y cuya función básica es enmarcar el cristal que protege la esfera. Normalmente, en la mayoría de relojes, el diámetro del bisel y de la carrura coinciden y en algunos, el del bisel es ligeramente inferior. Si observamos el 2405, veremos que esta diferencia de diámetro es mayor de lo habitual. Ello provoca que apreciemos claramente dos niveles muy marcados, formando visualmente una especie de doble moldura que conjunta a la perfección con sus asas.
Observando el nuevo Patek Philippe 5320G, apreciamos que se ha realizado el mismo ejercicio estilístico y que el efecto visual resultante es aun más notorio debido a la mayor anchura del bisel con respecto a la referencia 2405. Además, el ancho del bisel equivale a la diferencia de su diámetro con el de la carrura, lo que provoca que el resultado estético sea de una total simetría. Es importante también señalar el encaje de la corona en el interior de la carrura, de forma que este último elemento actúa como protector sin necesidad de realce alguno.
Podríamos concluir que la formula geométrica utilizada en el 5320G es la misma que Patek aplicó en el 2405, pero con unas formas y proporciones modernizadas. Ello le otorga un aspecto visual más robusto, justo hasta el punto de no influir negativamente en su elegancia.
El diámetro de la caja del Patek Philippe 5320G es de 40 milímetros, que llegan a los 41,75 si la medimos de 9 a 3 horas, corona incluida. El grosor, midiendo la distancia entre el cristal delantero y el trasero es de 11,13 milímetros’ una magnífica cifra para un Calendario Perpetuo, aunque sospecho que Patek hubiera podido adelgazarlo aun más con otra geometría del cristal anterior.
Como se observa en la imagen superior, Patek Philippe ha querido ser muy fiel al ADN «vintage» del 5320G, cubriendo su esfera con un cristal elevado y no enrasado con el bisel. Esta era la forma habitual del Plexiglas que utilizaban los relojes de principios del siglo XX y más concretamente los de carácter militar. Dar esta forma al cristal de zafiro representa una gran complejidad, pero le otorga una dureza (resistencia a los arañazos) infinitamente superior a la del Plexiglas que se utilizaba antaño.
De todos modos, tanto el diámetro como el grosor son, a mi parecer, unas dimensiones perfectas para que el reloj conserve la elegancia propia de Patek Philippe y al mismo tiempo ofrezca una buena legibilidad de las indicaciones. Cualquier aumento o disminución de estas dimensiones incidiría negativamente en uno de los dos aspectos.
El fondo de la caja sigue los parámetros habituales de Patek Philippe. En ella encontramos de nuevo un cristal de zafiro que nos permite admirar el movimiento y un anillo externo en oro blanco ausente de cualquier grabado o inscripción. Salvo en algunas muy contadas ediciones especiales que ha emitido Patek Philippe, esta ausencia de simbolismos en el fondo de la caja forma parte de su ADN y no la encontraremos en prácticamente ningún reloj de otras marcas.
Como indica la G de su referencia, la caja del 5320G está realizada en oro blanco, el mismo metal precioso utilizado en el Calatrava Pilot Travel Time 5524G. No creo que sea casual y deduzco que obedece a querer conservar al máximo la estética militar de estos relojes. Si se utilizarse el oro rosa o el amarillo, su credibilidad de reloj instrumento/militar quedaría seriamente mermada.
El ideal ya sabemos cual hubiera sido; el acero. Pero también sabemos que Patek Philippe sigue fiel a su principio de solo utilizar este metal en sus relojes de carácter deportivo. Las excepciones a esta regla son muy pocas y precisamente un ejemplo de ellas es el tercer reloj que completa este «triunvirato militar»; el Calatrava 5522A que hemos comentado al inicio de este artículo. Lamentablemente se trataba de una edición limitada, que además solo se ha comercializado en los EEUU.
Patek Philippe 5320G – la esfera
Llega el turno de destripar la esfera del 5320G. Aun y por encima de su característica caja, la esfera es el elemento externo que aporta más diferenciación y personalidad a este reloj, siendo además el que le otorga su carácter militar vintage.
Como hemos visto al inicio, la ubicación y la forma de mostrar las indicaciones del calendario en el 5320G, concretamente las de el día y la semana, coinciden con el primer Calendario Perpetuo de pulsera creado por Patek Philippe; la referencia 1526 del año 1941. Además, este fue el primer reloj en recurrir a este tipo de indicación, desmarcándose del sistema de agujas que utilizaban sus antecesores.
Pero si observamos nuevamente la imagen del «timeline» apreciaremos rápidamente que hay otro reloj cuya esfera comporta muchas más similitudes con la del 5320G: la referencia 1591 del año 1944.
Al igual que el 1526, el 1591 recurre a la misma ubicación y a la misma fórmula para mostrar todas las indicaciones del calendario, pero contiene otra serie de soluciones estéticas, ausentes en la referencia 1526, que son las que le otorgan su carácter militar. Este conjunto estético es el que no deja duda de que Patek Philippe se ha inspirado en el 1591 para diseñar el nuevo 5320G.
El detalle que se muestra de forma más evidente son los número árabes, rectos y gruesos, que se utilizan como índices horarios. Este era un rasgo estético común a prácticamente todos los relojes militares de la primera mitad del siglo XX.
Otro elemento que diferencia al 5320G de la referencia 1526 y en el que coincide plenamente con el 1591 es la forma de bastón con el extremo puntiagudo de las agujas centrales de horas y minutos.
En lo que coincide el 5320 con sus dos antecesores es en la disposición de las indicaciones. Dos ventanas a la altura de las 12 en las que se muestra el día de la semana y el mes, que se equilibra estéticamente con el fechador por aguja, la indicación de la fase lunar y el pequeño segundero situados a la altura de las 6 horas. También coincide la ubicación de la marca, emplazada inmediatamente por debajo de las ventanas del calendario.
A pesar de la clara coincidencia de los principales elementos estéticos de la esfera del 5320G con la del 1591, hay una serie de detalles que diferencian a ambos relojes. Este es un aspecto importante ya que de él se desprende que Patek Philippe no ha pretendido realizar en ningún momento una réplica exacta del 1591. Su caja, totalmente distinta, también refuerza esta idea.
Las diferencias entre las esferas del 5320G y el 1591 abarcan tanto aspectos técnicos como estéticos. Dentro de los técnicos, hay dos de gran importancia en un Calendario Perpetuo: la indicación del año bisiesto y la de día/noche. Ambas, ausentes en el 1591, se muestran en el 5320G mediante pequeñas ventanas circulares ubicadas a ambos lados de la sub-esfera que alberga la fase lunar, el fechador y el segundero. No son funciones imprescindibles, pero son de gran utilidad para ajustar con mayor facilidad las complejas indicaciones de un Calendario Perpetuo.
Las diferencias de carácter estético entre el 5320G y el 1591 se centran en dos elementos. El primero es la técnica para plasmar los números árabes que sirven de índices horarios. Mientras el 1591 recurría al estampado, una fórmula también típica de los relojes militares, el nuevo 5320G utiliza número aplicados sobre la base de la esfera. En cierto modo esta solución se aleja del carácter vintage de este reloj, pero por otro le aporta una tridimensionalidad y sofisticación superior.
Utilizando una lupa o recurriendo a la imagen ampliada de la izquierda, podemos apreciar hasta donde llega el detallismo de Patek Philippe. Observaremos que la base de dichos números, siguiendo el diseño de las asas, también está realizada mediante una doble moldura. Ello confirma la intención por parte de Patek Philippe de otorgar a esta forma geométrica la condición de parte intrínseca del ADN del 5320.
El segundo elemento estético diferenciador es el estilo del índice perimetral de los minutos y los segundos, que en el 5320G se desmarca del estilo «chemin de fer» que vemos en el 1591, una característica también habitual en relojes instrumento o militares de principios del siglo XX.
En resumen, podemos afirmar que la esfera del 5320 es sumamente fiel en sus principales rasgos a la del 1591 en el que se inspira, pero también aporta una serie de diferencias técnicas y estéticas que le otorgan un mayor grado de sofisticación. El resultado final es un conjunto plenamente atractivo y equilibrado desde el punto de vista estético, que además ofrece el justo grado de exquisitez que apreciarán todos los apasionados de la Alta relojería.
Para terminar este apartado, no puedo dejar de mencionar un detalle que me parece curioso. Patek Philippe ha decidido recurrir a una tonalidad crema para el fondo de la esfera. Este es el tipo de tonalidad que se utiliza habitualmente cuando se quiere conferir a un reloj moderno una estética «vintage», pero que difiere totalmente del azul empleado en los Calatrava Pilot y Calatrava Pilot Travel Time que conforman junto con el 5320, la trilogía vintage/militar moderna.
Otro detalle es que estos dos relojes también coinciden en la utilización del diseño «ferrocarril» para su índice de minutos. Puestos a elucubrar el motivo de estas similitudes y diferencias, la explicación podría ser que Patek ha querido ser coherente con las funciones que ofrece cada uno de estos tres relojes. Un reloj «solo hora» y un GMT aportan indicaciones útiles y coherentes con un escenario militar, mientras que un Calendario Perpetuo, aparte de su altísimo coste, no tiene ninguna utilidad en esas circunstancias.
Esta podría ser la explicación del porque Patek Philippe se ha desmarcado de pequeños detalles de carácter militar en el 5320G y ha utilizado en su lugar soluciones «civiles» sofisticadas. También hay otro detalle externo al reloj que podría confirmar esta teoría. Las denominaciones oficiales de los Calatrava Pilot y Calatrava Pilot Travel Time, contienen el término «Pilot». El 5320G se conforma con estos cuatro números y prescinde del «Pilot» y de cualquier otra palabra para su nombre.
Dejando de lado las indicaciones y complicaciones, que son muy distintas, la imagen estética global que desprende la esfera del 5320G me recuerda al superlativo Cronógrafo Rattrapante Calendario Perpetuo de referencia 5372P, una maravilla de la relojería mecánica a la que inexplicablemente Patek Philippe no ha dado prácticamente ninguna difusión. Aunque la geometría y la forma de sus elementos externos difieren mucho, ambos comparten una estética global que combina de forma equilibrada la sofisticación con el carácter «vintage»
Patek Philippe 5320G – el movimiento
Es el turno del movimiento automático que equipa el Patek Philippe 5320G. Aquí no debemos buscar ninguna reminiscencia «vintage». De hecho, una frase del estilo «vintage por fuera y moderno por dentro» definiría bastante bien este reloj. Aunque si sustituimos el término «moderno» por avanzado, quizás sería mas adecuado.
Estamos hablando de un nuevo calibre; el 324 S Q. No se trata de un calibre creado desde cero ya que su base es la misma 324 de otras variantes, sino de un nuevo diseño de su módulo de calendario. En lo que sí coincide con el resto de variantes del 324 es en su absoluta fiabilidad, algo demostrado por el tiempo ya que se utiliza en la mayoría de relojes automáticos de Patek Philippe.
Pero no nos equivoquemos. En este caso el calificativo de fiable y su condición de relativamente veterano no es antónimo de vanguardismo. Como el resto de movimientos basados en el calibre 324, el 324 S Q incorpora soluciones avanzadas de extrema importancia en el entorno en el que nos movemos en la actualidad.
Este vanguardismo lo materializan los componentes de silicio que el departamento «Advanced Research» de Patek Philippe lleva desarrollando desde hace más de una década. Concretamente, el calibre 324 S Q utiliza el silicio para el componente más crítico de su órgano regulador; la espiral. Así, la espiral Spiromax del 324 S Q, el elemento más propenso a magnetizarse de un movimiento, resulta inerte ante las corrientes magnéticas que nos rodean a diario.
Para desvelar el motivo de la novedad del calibre 324 S Q con respecto al 324 S QR que equipan el resto de Calendarios Perpetuos de Patek Philippe basados en el calibre 324, debemos observar su anverso, una cara del movimiento que nunca podremos ver en el reloj ya que queda oculta por la esfera.
A diferencia del calibre 240 que utilizan una parte de los Calendarios Perpetuos de Patek, los relojes del actual catálogo que se basan en el 320 utilizan el sistema de ventanas para indicar el día y la semana. La gran diferencia entre ellos y el 5320G estriba en la ubicación de dichas ventanas. Mientras que en los primeros las ventanas están situadas en el eje 3-9 horas, en el nuevo 5320G se desplazan a la zona superior de la esfera. Obviamente, un sistema de ventanas requiere la implantación de un sistema de discos giratorios en el anverso del movimiento y su cambio de ubicación implica necesariamente un total rediseño de este módulo. De este rediseño mecánico del módulo de calendario ha nacido el calibre 324 S Q.
La segunda diferencia, que viene indicada por la letra R que no encontramos en el 324 S Q, es que el 324 S QR ofrece la indicación de la fecha mediante una aguja retrógrada que recorre un semicírculo ubicado en el centro de la esfera. Como hemos visto anteriormente, la fecha en el nuevo 5320G se indica por una aguja que recorre un índice circular completo ubicado en la parte inferior de la esfera.
Evidentemente, el niveles de acabados y decoración no difieren entre ambos calibres, cumpliendo como es preceptivo las extremas exigencias del Sello Patek Philippe. Además de los acabados, este símbolo de excelencia también nos indica que el Calendario Perpetuo 5320G garantiza una impresionante cronometría de -3/+2 segundos por día.
Patek Philippe 5320G – conclusión
Si estuviera en disposición de adquirir un Calendario Perpetuo de Patek Philippe, este sería sin duda el 5320G que acabo de analizar. Creo que esta sentencia es la mejor forma de plasmar mis conclusiones sobre este reloj.
El precio del 5320G es de 75.730 EUR, que se ubica justo en la media de los 70-80.000 euros en la que se mueven los demás calendarios perpetuos de Patek Philippe. Por tanto, este precio, disuasorio para la mayoría de mortales, no será determinante para quien tenga el privilegio de elegir entre uno u otro de los 14 calendarios perpetuos que actualmente ofrece Patek Philippe en su catálogo.
Con el 5320G, Patek Philippe ha tenido la habilidad de sumar a la elegancia característica de cualquiera de sus relojes un factor estético muy difícil de describir con palabras. Es el factor responsable de que un producto, una idea o una persona nos atraiga de forma irresistible a primera vista. Es ese flechazo que coloquialmente se conoce como factor «Wow!»