En el artículo que dedicamos a las novedades de Patek Philippe en Watches and Wonders 2024 (artículo) ya adelanté que mi favorito era el Golden Ellipse 5738/1R. Se trata del reloj que comporta el mecanismo menos complejo de todos cuantos presentó Patek, pero este no es, ni mucho menos, su cometido. El Golden Ellipse nació en 1968 con la extremadamente difícil misión de crear un reloj simple, de la máxima elegancia y que además aportara un diseño inédito. Si afirmamos que el Golden Ellipse es de los contados relojes que cualquier aficionado reconocerá, incluso a larga distancia, es evidente que el objetivo se ha conseguido.
A lo largo de estos 56 años de existencia, el Golden Ellipse se ha convertido en uno de los grandes iconos de Patek Philippe. También es la colección más estable, y la prueba de ello es que nos tenemos que remontar al 2018 para encontrar sus últimas novedades (artículo). No obstante, de manera un tanto incomprensible, es la colección menos mediática de esta legendaria firma ginebrina. Ahora, Patek se ha embarcado en la compleja misión de crear un brazalete que se adapte estéticamente a una caja tan atípica como es la del Golden Ellipse y que además aporte un diseño diferencial. Vamos a ver el qué, el como y el resultado.
La caja del Golden Ellipse 5738/1R
El diseño de la caja del Golden Ellipse es icónico, pero también lo condiciona todo. En ella no encontraremos una sola linea recta, ya que todo se basa en suaves curvas. No obstante, la verdadera clave es su geometría, basada en el principio de una regla que ha recibido multitud de nombres a lo largo de la historia; «regla áurea», «divina proporción», «número de Dios», «razón extrema y media», «razón dorada», «media áurea», o «proporción áurea», por citar algunas.
Todo se debe a su proporción de 1/1,6181.. descubierta por los matemáticos de la Antigua Grecia y simbolizada por la letra Phi. Se trata de un número algebraico irracional, y como tal, su representación decimal es infinita. En términos más simples, es una proporción cuya expresión práctica son las formas, y en ello se basó Patek Philippe para crear el Golden Ellipse. La forma resultante la podríamos incluir en la infinidad de geometrías que se pueden derivar de un diseño ovoidal o elíptico. Esta geometría elíptica es la protagonista absoluta del diseño del Golden Ellipse y Patek Philippe no quiere que nada lo perturbe. Prueba de ello es que se prescinde incluso de cualquier tipo de asas en su concepto convencional, algo que complica el diseño un elemento externo fundamental.
Patek Philippe ha optado por el oro rosa para elaborar la caja de esta nueva versión del Golden Ellipse. Su acabado es totalmente pulido, lo que contribuye a la elegancia que ostenta por bandera este reloj. El único detalle ornamental lo encontramos en el cabujón de onyx negro que culmina su corona. Al igual que el resto de versiones del Golden Ellipse, el fondo de su caja es macizo. Ello contribuye sin duda a su extraordinaria delgadez, pero nos impide admirar el mecanismo que encierra. Esta es otra muestra de que Patek quiere otorgar todo el protagonismo a la fascinante geometría elíptica de su caja y esfera.
Otra característica que debería primar en cualquier reloj que pretenda ser elegante es su delgadez, y el Golden Ellipse la cumple sobradamente. Su caja mide tan solo 5,9 milímetros de grosor, una cifra extraordinaria que le concede el honor de ser el reloj actual más fino de Patek Philippe. Esta proeza se obtiene gracias al movimiento que alberga, pero sobre ello hablaremos más adelante. En cuanto al resto de dimensiones, la caja del Golden Ellipse mide 34,5 milímetros en su eje horizontal y 39,5 milímetros en el vertical. En su conjunto, son unas dimensiones que transmiten una buena presencia, pero que en ningún momento pueden considerarse como excesivas. El resultado, es que estamos ante un reloj que puede ser calificado perfectamente como unisex; no resultará inapropiado en prácticamente ninguna muñeca.
Una esfera impoluta
La proporción áurea de la caja del Golden Ellipse también se aplica a su bisel y, en consecuencia, a su esfera. El diseño de dicha esfera también sigue el patrón de su caja, con una elegante simplicidad por bandera. En ella se muestran las únicas indicaciones que realmente utilizamos asiduamente; horas y minutos, la mínima y más pura expresión de un reloj.
Aparte de ediciones atípicas, como el exquisito Golden Ellipse 5738/50P desvelado en el 2018 (artículo), la ornamentación de cualquier tipo siempre ha estado ausente en la esfera de un Golden Ellipse. Esta premisa también se cumple en esta versión 5738/1R. Su base es totalmente lisa, en este caso de un tono negro ébano muy ligeramente soleado.
La base de la esfera es de oro de 18 quilates y sobre ella se aplican los índices horarios, también realizados en oro y con una estilizada forma de bastón. En el centro solo emergen las agujas de horas y minutos, igualmente realizadas con oro rosa. La inscripción PATEK PHILIPPE GENEVE sigue el mismo patrón estilístico y se expresa con una tipografía extremadamente fina y elegante.
El Calibre 240
Ya hemos mencionado anteriormente la extrema delgadez del Golden Ellipse 5738/1R, y como en cualquier reloj, esta es una condición directamente dependiente del grosor del movimiento que alberga en su interior. La solución más simple es recurrir a un movimiento de carga manual, ya que así se evita la masa oscilante, que «casi» siempre incrementa el grosor de un mecanismo relojero.
El término «casi» se justifica por las dos fórmulas que evitan el incremento de grosor en un reloj automático. Una es el muy poco habitual segmento perimetral que realiza las funciones de masa oscilante y no añade altura al conjunto mecánico. La otra solución, también atípica pero algo más habitual, es lo que en relojería se denomina micro-rotor, aunque personalmente creo que sería más correcto denominarla «micro masa oscilante». Esta segunda opción es a la que recurre Patek Philippe en su ya legendario calibre automático 240, que es el elegido para motorizar el Golden Ellipse 5738/1R.
La imagen es bien explícita, ya que muestra como el pequeño tamaño de la masa oscilante permite integrarla, justo por encima de la platina, sin interferir y a la misma altura que el tren de rodaje y que los elementos del órgano regulador. Este tipo de diseño implica una enorme dificultad en su diseño y desarrollo, especialmente en lo que concierne a su eficacia de carga. En este caso, los muchos años de veteranía del Calibre 240 en el mercado, son una garantía de su eficacia y fiabilidad. Obviamente, este calibre ostenta el sello Patek Philippe, con lo que todo ello implica en cuanto a calidad de acabados y precisión de marcha.
El brazalete imposible
Finalmente, llegamos al elemento clave del Golden Ellipse 5738/1R; su brazalete. No es la primera vez que Patek Philippe decide equipar con un brazalete metálico al Golden Ellipse, pero en esta ocasión eleva la complejidad de este elemento a niveles no alcanzados anteriormente. A lo largo de los años, Patek ha recurrido a distintos tipos de brazalete para su Golden Ellipse. Ejemplos de ello son el «tipo milanesa» de la referencia 3548 de 1968 o el «tipo polonés» de la referencia 3605 de 1974. También se ha recurrido a brazaletes más convencionales, basados en una construcción de eslabones.
Por tanto, el equipar de nuevo al Golden Ellipse 5738 con un brazalete metálico no era una tarea fácil. Cuando Patek Philippe decide introducir un elemento de esta importancia, debe ser algo novedoso, encajar estéticamente con su icónica caja y, casi por encima de todo, aportar flexibilidad, lo que se traduce en comodidad de uso.
La elección ha sido un brazalete tipo cadena, realizado en el mismo oro rosa que la caja. Este tipo de brazalete se caracteriza por su gran flexibilidad, pero también comporta un inconveniente, que es la dificultad de adaptar su longitud a diferentes necesidades o personas. Por tanto, este ha sido uno de los caballos de batalla en el diseño de este brazalete, que según nos comunica Patek Philippe ha requerido 15 años de desarrollo.
El nuevo brazalete del Golden Ellipse está compuesto por más de 300 eslabones de geometría elíptica que, una vez ensamblados, generan un intrincado motivo decorativo que transmite la sensación de estar basado en triángulos. En total son 363 elementos los que componen este brazalete y se les aplica, uno a uno, un acabado pulido realizado a mano. Las imágenes superiores también transmiten la enorme laboriosidad de su montaje, que nuevamente debe realizarse a mano, pieza a pieza. Probablemente, esta ingente labor contribuye tanto o más al coste final del brazalete que el del oro con el que está realizado.
El cierre está decorado con un grabado que emula el motivo que generan los eslabones del brazalete. pero lo más importante es que incorpora tres muescas de ajuste que permiten modificar fácilmente su longitud, un detalle fundamental que contribuye de forma determinante a facilitar un aspecto crítico, como es la adaptación y la comodidad de uso del reloj.
En resumen, el nuevo brazalete de oro del Golden Ellipse 5738/1R aporta un estética innovadora, una gran comodidad de uso derivada de su flexibilidad y un sistema de ajuste incorporado que permite adaptar su longitud a las necesidades de su propietario. No menos importante, todo ello da como resultado un conjunto estético que se adapta a la perfección a la finura y geometría de la peculiar caja de este elegante reloj.
Golden Ellipse 5738/1R; conclusiones
Normalmente, el propietario de un Golden Ellipse responde a un perfil de experto, amante o conocedor de la Alta Relojería, con lo que esta pieza no será la única de su colección. Por tanto, lo más probable es que lo destine a un uso especializado, como son las grandes ocasiones donde el protocolo es importante. Este nueva variante con brazalete de oro incrementa aun más la especialización de este icono, ya que le añade un extra de suntuosidad. No obstante, quien desee un Golden Ellipse para uso diario, siempre puede decantarse por las versiones con correa de piel que sigue ofreciendo el catálogo de Patek Philippe. El precio del Golden Ellipse 5738/1R es de 60.090 EUR.