Patek Philippe Gondolo es el nombre de una colección de relojes de esta histórica manufactura ginebrina. Esto es un hecho evidente y objetivo, pero además es una denominación mítica en su historia. También es un término ciertamente enigmático ya que, salvo los más iniciados en la legendaria firma suiza, pocas personas conocen su significado. Para descifrar este enigma hay que atender a dos ámbitos muy distintos; el diseño y la historia.
Lo qué tienen en común los relojes Gondolo
El diseño es el factor común que define a los relojes de la colección Gondolo de Patek Philippe, aunque de forma un tanto relativa. En principio, Patek agrupa en la colección Gondolo a todos los relojes “de forma”, término que en relojería se aplica a aquellos cuya caja no es redonda. Por tanto, incluye infinidad de formas geométricas, cuyas variantes más comunes son los relojes cuadrados, los rectangulares, y los que adquieren geometría de cojín o de tonel.
Hasta aquí todo queda bastante claro, pero estamos hablando de Patek Philippe y la mayoría ya conocemos su habilidad para desconcertarnos con la clasificación y configuración de sus colecciones. Siguiendo esta costumbre, la colección Gondolo de Patek Philippe incluye a todos su relojes “de forma” salvo aquellos que pertenecen a otra colección, lo que excluye a los Ellipse d’Or, Twenty~4, Nautilus y Aquanaut.
El motivo de agrupar todos sus relojes “de forma”, sin condicionarlos a ningún diseño específico, en una colección con el nombre Gondolo no se debe a ningún capricho. La razón la encontraremos en un importante hecho de la historia de Patek Philippe.
El origen de los relojes Gondolo
Ahora que ya sabemos el factor de diseño qué deben cumplir los relojes que forman parte de la colección Gondolo, es hora de retroceder en el tiempo para encontrar los orígenes de esta denominación. Para ello, además de en el tiempo tendremos que viajar a un país tan inesperado como es Brasil.
Fue en 1872 cuando Patek Philippe entregó el primer reloj a su nuevo distribuidor brasileño Gondolo & Labouriau, un relojero-joyero sito en Rio de Janeiro. Esta histórica relación entre las dos firmas se extendió más de 50 años, hasta 1927. La entente era tan fluida y fructífera que Patek Philippe tomó una decisión muy poco habitual en esta firma ginebrina; crear una colección específica para el relojero carioca.
La decisión se plasmó en 1902 y dio lugar a los célebre relojes firmados Chronometro Gondolo. Obviamente, mantenían en la parte superior de su esfera la marca Patek Philippe, pero el término Chronometro Gondolo, que daría origen a la leyenda de este nombre, dominaba la zona inferior.
Esta relación de Patek Philippe con Gondolo & Labouriau generó un hecho insólito y una sorprendente imagen que se ha convertido en icónica. Para narrar de forma fidedigna este hecho, nada mejor que reproducir textualmente la descripción que transmite Patek Philippe, que obviamente es quien dispone de toda la información fidedigna sobre lo que aconteció.
Para poder vender los relojes Patek Philippe, Gondolo & Labouriau ideó una estrategia inédita. Dado que el precio de compra de 750 francos suizos equivalía más o menos al sueldo anual de un obrero especializado, la firma brasileña propuso a los clientes una forma de pago aplazada: 10 francos a la semana durante un máximo de 79 semanas, además de la posibilidad de acceder al club exclusivo de 180 miembros gestionado por el Plano do Club Patek Philippe System. Dado su estatuto de sociedades privadas, estos clubs eran un excelente medio de soslayar la prohibición pública de los juegos de azar. De hecho, se trataba de una lotería, con 79 sorteos semanales que permitían ganar cada vez un Chronometro Gondolo. El primer ganador recibía un reloj gratuitamente, los 78 siguientes lo pagaban entre 10 y 780 francos, y los 101 socios restantes debían abonar el precio total de compra
Relacionada con este insólito club se ha conservado una imagen absolutamente fascinante que podéis observar encima de estas lineas. En ella vemos a los miembros del club posando en lo que parece ser un picnic, lo que no tiene nada de extraordinario. Lo que sí asombra es ver que la mayoría de ellos visten un enorme sombrero con la inscripción PATEK en su parte frontal.
Aparte de lo simpático de este hecho, lo anecdótico es que también implica una primicia de marketing, ya que probablemente es el primer antecedente de las actuales gorras de visera, que utilizan la práctica totalidad de firmas de cualquier sector para potenciar la difusión de su imagen de marca.
Aparte de alguno de los relojes más antiguos que Patek Philippe creó para Gondolo & Labouriau, podemos apreciar que la práctica totalidad de ellos eran relojes «de forma», ya sean rectangulares, con geometría de cojín o de tonel. De aquí proviene la decisión de la manufactura ginebrina de otorgar el nombre de Gondolo a la nueva colección que creó para agrupar a sus relojes «no redondos».
La colección Gondolo
Como tal, la colección Gondolo pasa a formar parte del catálogo permanente de Patek Philippe en el año 1993 y la inaugura la referencia 5024. Desde entonces, se han ido sucediendo nuevas referencias en esta colección, llegando incluir numerosos relojes, tanto masculinos como femeninos.
Probablemente la inclusión más significativa se produjo en el 2007 con la referencia 5098P, el primer homenaje a uno de los relojes más icónicos creados para Gondolo & Labouriau en 1925. Prácticamente se puede afirmar que se trata de una réplica del reloj histórico al que emula, ya que las diferencias entre ambos son mínimas. Se reproducen fielmente todos sus códigos genéticos; el diseño tonneau de la caja, los grandes números árabes a modo de índices horarios y el delicado grabado guilloché que decora la esfera. En el 2009 le sucedió una versión con caja de oro rosa, de referencia 5098R, por ello aun más fiel al original.
También formaron parte de la colección Gondolo relojes con cajas de geometría distinta al tonel o al cojín. Entre ellas cabe destacar la caja rectangular que compartían las icónicas referencias 5124 y 5200, así como el legendario 10 Jours Tourbillon 5101 presentado en el 2003. No se trataba de un simple rectángulo sino de un diseño a dos niveles muy elaborado que les otorgaba una gran personalidad sin perder la elegancia inherente a cualquier reloj Patek Philippe.
El 5124 fue desvelado en el 2009 en dos versiones; caja de oro blanco y de oro amarillo. Destacó especialmente la versión en oro blanco, el 5124G, por su exquisita esfera de color rosado vintage, solución estética empleada anteriormente en el 5101. El 5200G, presentado en el 2013, aportaba una complejidad mecánica poco habitual (aparte del 5101) en esta colección. Equipaba el Calibre 28-20 REC 8J PS IRM C J, un movimiento rectangular de carga manual que generaba una reserva de marcha de 8 días y ofrecía las indicaciones de reserva de marcha, día de la semana, fecha y pequeño segundero. Otro factor atípico en Patek es que el 5200G fue lanzado simultáneamente en dos tonalidades de esfera; azul y blanca.
Actualmente, la colección Gondolo es muy escasa ya que todos los relojes que hemos mencionado han desaparecido del catálogo Patek Philippe. En ella solo encontraremos tres referencias. Dos de ellas son versiones del 7042, en oro blanco y oro rosa, que dada su decoración, basada en un profuso engaste de piedras preciosas, pertenecen a la categoría de lo que se suele denominar Alta Joyería. Las otras dos son el reciente 4962 presentado este mismo año y el 7041. En estos dos casos también encontramos un adorno de piedras preciosas, pero se limita a elementos concretos, el bisel en el primer caso y el realce interior de la esfera en el segundo.
Además de ser relojes «de forma», estos cuatro guardatiempos tienen algo en común, que es su decidida condición de piezas destinadas al público femenino. Resulta por tanto algo sorprendente que no exista actualmente ningún Gondolo masculino y que la gama no sea más amplia. Por ello mismo, es lógico pensar que el inminente 2024, o el 2025, puedan ser el esperado año Gondolo.