<b>PATEK PHILIPPE</b> Nautilus Travel Time Chronograph 5990/1A ¿evolución o revolución?
Analizamos a fondo el nuevo Nautilus Travel Time de Patek Philippe, el Nautilus más sorprendente de los últimos tiempos
Ha nacido el Nautilus Travel Time Chronograph, de referencia 5990/1A. Esta es la noticia bomba de Patek Philippe en Baselworld 2014 y en consecuencia una de las grandes novedades de este año del mundo de la Alta Relojería. A priori puede parecer exagerada tanta elocuencia por una nueva variante del legendario Nautilus, pero está plenamente justificada por tres motivos principales que voy a enumerar en el que opino es su orden de importancia:
- Con el 5990, la caja del Nautilus sufre por segunda vez en su historia una gran modificación
- Por primera vez se aúnan en un solo Nautilus dos complicaciones de envergadura
- Desaparece del catálogo de Patek Philippe el Nautilus 5980
Estos tres factores, especialmente el primero, son los que me hacen plantear el dilema ¿evolución o revolución? del titular de este artículo, aunque veremos que ninguno de ellos se puede desligar totalmente de uno o dos de los factores restantes. Como ocurre siempre con cualquier variación del “deportivo” de Patek Philippe, generará defensores y detractores entre los fans de la firma ginebrina. Solo el tiempo dirá cual de las dos tendencias predomina, pero de lo que no cabe duda es que este nuevo 5990 originará ríos de tinta en medios especializados impresos y miles de pixels en medios digitales.
El nombre oficial de este 5990, Travel Time Chronograph, no deja lugar a dudas: se trata de un reloj que nos ofrece las complicaciones de cronógrafo, doble huso horario y fechador. Para ello, Patek recurre al calibre de cronógrafo CH 28-520 que ya conocíamos en el 5980 y le añade el modulo GMT que también conocíamos en el Aquanaut 5164.
El resultado es el nuevo calibre de denominación CH 28-520 C FUS. Al contrario que la indescifrable lógica de los números de referencia de los relojes Patek Philippe, las denominaciones de sus calibres no pueden ser más explícitas: CH de cronógrafo (chronographe), C de calendario (calendrier) y FUS de huso horario (fuseau). El 28 y el 520 hacen referencia respectivamente al diámetro y grosor del calibre de base: 28 x 5,2 milímetros.
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La caja del Nautilus Travel Time: adiós a la bisagra
Hasta aquí nada de extraordinario o anormal. Pero la adición de este módulo GMT es la que genera la revolución que comporta este Nautilus 5990. Existen múltiples sistemas para indicar y gestionar un segundo horario, pero sin duda el del Aquanaut 5164 es uno de los más prácticos, ya que mediante el accionamiento de dos pulsadores se adelanta o atrasa la indicación a intervalos exactos de 1 hora. Como podemos ver en la imagen inferior, dichos pulsadores se sitúan en la parte izquierda de la carrura de la caja. Pero si hay un factor de diseño absolutamente irrenunciable en un Nautilus son sus “orejas”, que se emplazan simétricamente a ambos lados de la carrura, y ello es lo que genera el gran dilema: ¿Como implantar los pulsadores sin renunciar a la oreja izquierda?.
La solución de Patek al problema no puede ser más simple, ingeniosa y coherente: se implantan ambos pulsadores con una geometría que simula la oreja del Nautilus. Son dos piezas independientes, pero tan bien ajustadas que a cierta distancia pueden parecer una sola. De este modo se consigue mantener las dos orejas simétricas que representan el 80% del ADN estético del Nautilus. Pero…. aquí es donde inevitablemente se generará el debate, ya que la oreja izquierda del 5990, y en consecuencia la derecha, pasan a ser elementos meramente estéticos, cuando su origen era plenamente funcional. Ya no pueden alojar los pasadores y bisagras que permitían abrir la caja del Nautilus por su parte frontal.
En el primer artículo que dedicamos al Nautilus en nuestra sección “Relojes Legendarios” se detalla en profundidad el origen y el desarrollo del Nautilus, desde su creación en 1976 hasta nuestros días. En él explicamos la genialidad de diseño del primer 3700, tanto estética como funcional, que representó su caja de tan solo dos piezas: una carrura y fondo solidarios unidos a un bisel que se abría mediante un sistema de bisagra. En el segundo artículo dedicado al Nautilus en dicha sección, se describen las progresivas evoluciones que ha sufrido. La más notable de ellas es cuando en el 2006 se añade el cristal de zafiro al fondo de la caja, con lo cual esta pasa a ser necesariamente independiente de la carrura, y en consecuencia la caja en dos partes del Nautilus original deja paso a una más convencional en tres piezas, aunque mantiene el sistema de bisagra.
La aparición de este 5990 implica la segunda gran evolución de la caja del Nautilus en su historia. Además de estar formada por tres partes, ya no comporta el sistema de bisagra en su bisel. Se puede afirmar sin exagerar que la esencia funcional de la caja del Nautilus de 1976 ha dejado de existir. Imagino que al departamento de diseño de Patek Philippe se le generó un gran problema con la implantación de los dos pulsadores del huso horario en el Nautilus, que solo podía tener dos soluciones, ambas rompedoras: alterar la funcionalidad del original o alterar el diseño de este reloj legendario. Patek ha optado por la primera, lo que sin duda originará críticas. Pero ¿que hubiese ocurrido si decide optar por la segunda vía, la de alterar el diseño?… más que críticas hubiese generado un levantamiento en armas de los acérrimos de la marca. A mí particularmente, aunque me genera cierta tristeza la desaparición de la bisagra, me parece que la decisión de Patek es la acertada, más que nada porque era la única posible.
Aunque visualmente pueda parecer lo contrario, el nuevo 5990 mantiene el mismo diámetro máximo del 5980, concretamente 40,5 milímetros, midiendo la caja de 4 a 10, sin tener en cuenta los pulsadores. Siendo extremadamente puntilloso, debo señalar que midiendo la caja de 3 a 9 (corona incluida) se pasa de los 45,6 mm del 5980 a los 45,7 del 5990, una décima de milímetro que supongo es debida a los pulsadores del huso horario que forman la oreja izquierda. Desechando esta insignificante décima de milímetro, la sensación visual de mayor tamaño del 5990 se debe principalmente a que Patek ha decidido modificar la ubicación de los pulsadores del cronógrafo, desplazándolos hacia el centro de la carrura, quedando ahora totalmente pegados a la oreja derecha. Si antes percibíamos dos orejas totalmente idénticas en forma y tamaño, ahora se transmite una sensación de unidad de los pulsadores con la oreja derecha, dando como resultado una aspecto general más robusto y menos simétrico.
Donde sí se produce un incremento de robustez es en el grosor de la caja, algo totalmente lógico ya que el módulo del huso horario añade inevitablemente grosor al calibre y en consecuencia a la caja que debe alojarlo. El incremento es muy discreto y controlado, pasando de los 12,16 milímetros del 5980 a los 12,53 del 5990. Teniendo en cuenta que estamos ante un reloj con funciones de cronógrafo y doble huso horario, y sumándole además que su hermeticidad es de 12 bares, el grosor del 5990 se puede calificar como de muy comedido y demuestra el interés de Patek en mantener al máximo la comodidad de uso y discreción de este reloj.
Lo que sí apreciaremos observando la imagen superior es que el perfil de la caja del 5990 también ha sufrido ciertas modificaciones geométricas, concretamente en lo concerniente al fondo. Ahora su diámetro es idéntico al del bisel y aunque, al igual que antes, toma una forma decreciente, el diámetro de la superficie de apoyo en la muñeca es mayor que en el 5980. Esta imagen también nos sirve para corroborar la modificación de la ubicación de los pulsadores del cronógrafo y la ausencia en el 5990 de la bisagra del 5980.
También apreciaremos en la imagen que mientras la oreja derecha del 5980 era solidaria con el bisel, ahora, en el 5990, la oreja es solidaria con la carrura, quedando el bisel totalmente independiente del resto.
Aun nos falta un detalle curioso que apuntar. Veremos que en el nuevo 5990 el corrector rápido de la fecha se sitúa en el asa superior derecha, mientras que en el 5980 se ubicaba en el lado opuesto de la carrura, aproximadamente a la altura de las 8 horas. El motivo de ello lo atribuyo a la implantación de los pulsadores del huso horario, cuyo mecanismo deduzco debía interferir en espacio con el del cambio de fecha.
Todo los detalles mencionados son consecuencia directa o indirecta de la implantación de los pulsadores de la función de doble huso horario. Ello ha provocado que aunque aparentemente la caja del 5990 sea la misma ya existente en la colección Nautilus, en realidad es una caja totalmente rediseñada, eso sí, con el cuidado debido para que su estética no se vea alterada y mantenga el ADN de este legendario reloj.
Solo queda mencionar que Patek Philippe presenta este nuevo Nautilus con la coletilla «1A» en su referencia, lo que como todo aficionado a Patek conoce, significa que su caja (A) está realizada en acero y que utiliza un brazalete del mismo material para ceñirlo a la muñeca (1). Esta es la elección de metal y de pulsera ideal para un Nautilus, pero no es de descartar la aparición en un futuro de versiones en metales nobles con correa de aligator, aunque a mí personalmente siempre me ha parecido un disparate el oro y la piel en relojes de carácter deportivo, aun más en los que tienen afinidades acuáticas como es este caso.
La esfera del Nautilus Travel Time: simetría absoluta
Una vez finalizado el análisis de la caja nos centramos en la esfera, que aunque mantiene las típicas bandas horizontales, es donde se aprecian cambios drásticos con respecto al 5980, al que no olvidemos sustituye. Muchos de dichos cambios son obligados por la adición de las indicaciones del segundo huso horario, pero otros no lo son y se refieren exclusivamente al contador del cronógrafo. Lo que queda claro es que hay dos conceptos en la esfera del 5990 que Patek ha priorizado ante todo: racionalidad y simetría, término este último que inevitablemente repetiré en varias ocasiones en las siguientes lineas.
El 5980 fue realmente innovador con la implantación de un solo contador para las mediciones de su cronógrafo. No se trataba del típico contador de una configuración bi-compax, en el que se totalizan los minutos cronometrados, sino de una sub-esfera a modo de reloj independiente, en la que se totalizan las horas y minutos mediante dos agujas. teóricamente era la solución perfecta para un cronógrafo, pero la realidad es que no ha sido una configuración que haya entusiasmado a los amantes e Patek Philippe. Supongo que por ello Patek ha decidido dar lo que podríamos calificar de «marcha atrás» y volver a un contador convencional en el que solo se totalizan los minutos cronometrados, concretamente 60.
Mi subjetiva opinión es que esta decisión es un acierto. Primero porque la finalidad de un cronógrafo es medir tiempos cortos, con lo que la acumulación de horas no tiene demasiada utilidad. Segundo porque la implantación de horas y minutos en un mismo contador resultaba muy difícil de leer, y más si quien lo pretende ya cuenta con cierta edad, lo que implica dificultades para apreciar con definición los objetos muy pequeños. Ahora, en el contador del cronógrafo, tenemos el típico índice perimetral con marcas destacadas cada 5 minutos y números árabes cada 10, además de las subdivisiones de minuto. Es innegable que la lectura en el contador de este 5990 es mucho más fácil que en el 5980. También se produce un cambio estético al prescindir del color plata del 5980 para dicho contador, lo que producía un efecto bastante espectacular pero que a muchos nos parecía algo estridente en un Patek Philippe.
Aunque no concerniente a él en sí mismo, este nuevo contador de cronógrafo ha aportado otra diferencia con el del 5980, que solventa una de sus mayores críticas. Se ha reducido ligeramente su diámetro para que no «pise» el índice perimetral de la esfera, con lo que ahora son visibles todos los segmentos de horas, minutos y segundos, antes ocultos entre las 5:30 y las 6:30, lo que era inadmisible en un cronógrafo.
También relacionado con esta ligera reducción de diámetro, se consigue el espacio suficiente para implementar los dos indices horarios luminosos de las 5 y las 7, antes inexistentes. Ello permite que ahora, en condiciones de oscuridad, podamos leer el tiempo con la adecuada precisión, independientemente de la hora en que realicemos la consulta. Nuevamente relacionado con todo ello y con la nueva disposición del fechador, un factor aparentemente banal, pero de suma importancia para los puristas, es que la simetría de todos los índices horarios principales en la esfera del nuevo 5990 es absoluta. Podemos doblar imaginariamente la esfera del 5980 en dos partes verticales y serían un calco absoluto, ya que los índices horarios luminosos son idénticos en número, forma y tamaño
Aparte de esta importante modificación en las indicaciones del cronógrafo, la mayor parte del cambio estético se debe al segundo huso horario. Si volvemos a la imagen del 5990 que se comparaba con el Aquanaut 5164, veremos que la distribución de las indicaciones del huso horario se implementan de forma prácticamente idéntica: una aguja central esqueletizada adicional que nos indica la hora del segundo huso horario y dos pequeñas ventanas a derecha e izquierda de la esfera que nos indican si la hora de los dos husos horarios es diurna o nocturna. Una pequeña variación consiste en que el nombre de ambos husos (local y home) se sitúan por encima de las ventanas en el 5990, cuando en el 5164 lo hacen en los laterales internos.
Al contrario del Nautilus 5980, que indicaba la fecha por ventanilla, el 5990 lo hace por aguja, el mismo sistema que emplea el Aquanaut 5164. En lo que difiere de él es en su ubicación, ya que encontramos dicho indicador centrado en la zona superior en lugar de la inferior. No hace falta pensar mucho para descubrir el motivo de dicho cambio, ya que la ubicación del fechador del Aquanaut está ocupada en el Nautilus por el contador del cronógrafo. De lo que nuevamente sí se preocupa Patek es de que el diámetro del indicador de fecha sea prácticamente idéntico al del contador del cronógrafo, lo que beneficia una vez más la total simetría visual de esta esfera.
De momento, y siguiendo la pauta que se inició con el lanzamiento del Nautilus Calendario Anual 5726, solo se anuncia este 5990 con esfera negra. Un color sin duda discreto y funcional por su máximo contraste y legibilidad, pero que en mi opinión pierde parte del ADN que siempre le ha conferido el azul al Nautilus desde sus orígenes. Aun y admitiendo que soy casi un fanático del azul en las esferas de los relojes, creo objetivamente que esta decisión no entusiasmará a los amantes del Nautilus. Si fuera tan solo una opción para el lanzamiento de este modelo y posteriormente Patek nos ofreciese la variante en azul, sería relativamente perdonable. Lo desalentador es que si hacemos caso de la evolución de variantes con el 5726, esto no ocurrirá. Deseo fervientemente que Patek me deje en mal lugar y en Baselworld nos anuncie la variante azul del Calendario Anual, lo que podría significar que probablemente ocurriría lo mismo en un futuro con este 5990.
El calibre CH 28-520 S C FUS: en busca de la perfección
Le toca el turno a las entrañas del 5990, al movimiento que equipa este Nautilus Travel Time Chronograph. Se trata del nuevo calibre de denominación CH 28-520 S C FUS, aunque la base parece ser la misma que equipaba (ya podemos hablar en pasado) el Nautilus Chronographe 5980: un movimiento automático de cronógrafo con rueda de pilares, embrague vertical y función flyback. A dicha base se le añade por su anverso el módulo de la función GMT, que como he descrito con anterioridad se debe basar en el que utiliza el Aquanaut 5164, aunque acoplado en este caso a la base del calibre automático «solo hora» 324.
La gran, bienvenida y esperada novedad con respecto al calibre del 5980, es que este nuevo CH 28-520 S C FUS ya equipa la espiral de silicio Spiromax. Los que nos leéis a menudo ya conocéis mi insistencia en la importancia del silicio en los elementos del órgano regulador de un reloj mecánico, ya que su amagnetismo nos salva de la cada vez más cercana influencia negativa de este fenómeno físico. Lo que quizás era pedir demasiado es que además equipara el sistema completo Pulsomax que, además de geometrías innovadoras, implica la utilización del silicio en el escape.
Al amagnetismo, el Pulsomax le suma una enorme reducción de la fricción, lo que implica una aumento de la reserva de marcha impresionante. El Pulsomax ya se ha aplicado a alguna edición especial de Patek, que nos ha confirmado su inclusión futura en todos sus relojes. Cierto es que también anunció que el proceso sería largo, ya que al contrario que la espiral Spiromax, el Pulsomax no se puede aplicar a calibres ya existentes sino que hay que diseñarlos partiendo de cero. De todos modos, aunque no sea la perfección idílica (en términos Patek), es una gran noticia la inclusión del Spiromax en el calibre de este Nautilus 5990.
Por los datos técnicos que nos proporciona Patek, no se aprecia ninguna variación en cuanto a las cifras y prestaciones meramente numéricas de este nuevo calibre. Su frecuencia de oscilación sigue siendo de 28.800 alternancias por hora y su reserva de marcha se mantiene entre un mínimo de 45 y un máximo de 55 horas.
Desde luego, y como no podía ser de otro modo, este CH 28-520 S C FUS comporta el nuevo sello de calidad Patek Philippe. Además de múltiples exigencias cualitativas en los acabados, ello implica una garantía de variación cronométrica de un máximo comprendido entre -3 y +2 segundos cada 24 horas.
No me cansaré de repetir que una garantía de precisión es un compromiso que deberían ofrecer a sus clientes todas las marcas de un cierto nivel, algo que desgraciadamente no ocurre. Lo que no pretendo es que lo hagan con el mismo margen de Patek, porque se trata de unas desviaciones máximas impensables en un movimiento mecánico, que realmente hay que tener mucho valor y confianza en sí mismo para garantizar.
Visto desde su reverso no apreciaremos ninguna diferencia de este calibre con respecto al CH 28-520 C del Nautilus 5980, ya que por esta cara solo se puede observar el mecanismo del cronógrafo, que prácticamente no varía. Es dándole la vuelta a los calibres y comparándolos, cuando las diferencias se hacen evidentes.
Vemos que el gran disco del fechador del 5980 desaparece y que por contra aparecen todos los componentes responsables de la indicación de segundo huso horario. De entre ellos los más evidentes son los dos discos que nos indican de forma individual el periodo diurno o nocturno de las dos zonas horarias. Es importante señalar la calidad de los acabados, con perlado de la platina incluido, por la cara del calibre que jamás verá nadie ya que queda oculta por la esfera. Este es uno de los detalles que diferencian a las piezas de auténtica Alta Relojería de las que no se pueden considerar como tales.
También se hace evidente la integración de todos los componentes del segundo huso horario con la base del cronógrafo, al punto de que me despierta dudas sobre si es correcto utilizar el término «módulo» para este conjunto mecánico. En Baselworld tendré la oportunidad de consultar este punto con los responsables de Patek, porque realmente parece que se trate de un movimiento totalmente integrado, como si se partiese de cero para su diseño.
Nautilus Travel Time ¿Evolución o revolución?
Finalizo con el mismo dilema que planteo en el título de este artículo. Después de analizar el 5990/1A con el máximo detalle del que he sido capaz, mi respuesta se decantaría más por el calificativo revolución. No por la convivencia en este nuevo Nautilus de dos complicaciones, pero sí por el importante cambio que experimenta la legendaria caja de este reloj. Son cambios que no afectan a la percepción estética que desprende, pero sí a su funcionalidad estructural.
Este aspecto, el de la caja, aunque magníficamente resuelto, es uno de los pocos «peros» que le pondría a este Nautilus Travel Time Chronograph, aunque como ya he señalado anteriormente no me imagino otra solución para integrar los pulsadores del doble huso horario. Un apartado en el que estoy seguro coincidiremos positivamente todos los «Patekistas» es en la simetría y legibilidad de su esfera. Con las variaciones que Patek ha realizado en índices y en el contador del cronógrafo, queda meridianamente claro que Patek escucha a sus clientes. Por mucho que me empeñe no encuentro motivo alguno de crítica en este aspecto, salvando, pero esto es muy personal, la ausencia del color azul en su base.
Y dejamos para el final el tercer motivo de análisis de este nuevo Nautilus que plantaba al inicio del artículo: la desaparición del 5980, que admito para mi es toda una sorpresa. Desde hoy la colección Nautilus consta de un «solo hora» (5711), un «solo hora» con indicación de reserva de marcha, (5712), un Calendario Anual (5726) y un Cronógrafo con Doble Huso Horario (5990). Ya no existe la posibilidad de adquirir un Nautilus con solo la complicación de cronógrafo. Las implicaciones de ello son varias. Una de ellas es que probablemente el valor de mercado de un 5980 aumentará considerablemente y de forma instantánea hoy mismo, lo cual alegrará a sus propietarios. Otra, es que esta decisión de Patek Philippe generará, también de forma instantánea, toda clase de rumores sobre un futuro Nautilus «solo cronógrafo».
Y para finalizar como mandan los cánones, por lo menos los de Watch-Test, tengo que «mojarme»: Para mí, este Nautilus Travel Time Chronograph 5990 es un absoluto acierto. Nunca me había atraído en exceso el 5980 ni lo hace el 5960, con el que comparte, o mejor dicho compartía, la misma configuración de cronógrafo. El Nautilus, concretamente el 5711/1A, siempre ha sido mi reloj de todo uso ideal. Ahora, este 5990/1A se ha convertido en mi cronógrafo de todo uso perfecto… o casi. Siempre hay que dejar espacio para que Patek mejore sus relojes. Siempre lo hace.