Patek Philippe Rare Handcrafts Exhibition – El esmaltado
En las mesas de esmaltado se podían ver todos los útiles, pinturas y pigmentos que se utilizan para realizarlos, junto con diversas esferas, o cajas en el caso de los pendulettes, que mostraban distintos estadios del proceso. El colorido y la fascinación que transmite un esmalte «grand feu» realizado por un maestro es muy difícil de captar en imágenes, más con la aglomeración que sufría cada una de las mesas, pero aquí tenéis algunas muestras.
Aunque la mayoría de asistentes ya teníamos conocimientos más o menos extensos de las diversas técnicas de esmaltado, estos se ampliaron notablemente al poder ver al natural lo que uno conoce solo como teoría y muy especialmente con las amables y pacientes explicaciones y respuestas de las maestras esmaltadoras. Una de ellas, una madrileña licenciada en Bellas Artes, que se inició en Suiza de forma no prevista en las técnicas de esmaltado y que ahora forma parte del equipo de Patek Philippe, nos describió con todo detalle el proceso de cocción del esmaltado y sus peculiaridades y dificultades.
Así aprendí que un error en el tiempo o temperatura de cocción, no solo puede resquebrajar el esmalte, sino que también puede doblar la placa sobre la que se aplica, todo ello con el mismo resultado, que es partir nuevamente de cero. Otra peculiaridad por mí desconocida es que en función del tipo de tonalidades de esmalte que se quiere obtener hay que utilizar una aleación determinada de oro para la base de la esfera. Así para unos colores solo será adecuado el oro amarillo y para otros el oro rosa o rojo.
Estas ocasiones son perfectas para apreciar detalles que uno no imagina, como el hilo de oro de la imagen superior, enrollado en un canuto como si fuera hilo textil, que se utiliza para realizar los contornos y dibujos del esmaltado cloisonné, como el que se aplica en la esfera del mismo 6002G.
.
Patek Philippe Rare Handcrafts Exhibition – El grabado
La técnica de grabado seguía el mismo planteamiento, con una maestra grabadora y su arsenal de punzones de distintas medidas, dando toda clase de explicaciones sobre su arte. Pero no solo se daban explicaciones, también se efectuaban «in situ» los mismos grabados que veíamos en las piezas acabadas. Al igual que con el esmaltado, se requiere tal nivel de precisión que el trabajo se realiza con la ayuda de un microscopio. Para que los asistetes pudieran visualizarlo con detalle, una cámara encuadraba y enfocaba la pieza que se estaba trabajando, proyectándola en tiempo real en una pantalla situada detrás del artesano.
El nivel de dificultad, y por tanto de peligro, en el grabado también es el mismo que en el esmaltado. El más mínimo error no permite rectificación alguna y sea cual sea el tiempo invertido en el grabado realizado solo queda fundir la pieza entera, volver a moldearla e iniciar de nuevo el trabajo. En la imagen inferior vemos el trabajo en vivo que realizaba delante nuestro la maestra grabadora en el bisel de oro blanco de un 6002G.