Patek Philippe Rare Handcrafts Exhibition<br>watch-test en el evento Patek del año… o de la década
Con el Patek Philippe Rare Handcrafts Exhibition, La firma ginebrina demuestra músculo y reivindica su protagonismo histórico en los trrabajos artísticos en miniatura.
El evento Patek Philippe Rare Handcrafts Exhibition tuvo lugar el pasado 29 de mayo y lo primero que hemos publicado de él ha sido sobre la presentación del nuevo Sky Moon Tourbillon 6002. Quizás la secuencia lógica hubiera sido publicar primero el presente artículo sobre el evento y posteriormente otro sobre la gran novedad que en él se presentó, pero la importancia de esta pieza merecía que nuestros lectores estuvieran informados de ella lo antes posible.
A pesar de la importancia del nuevo 6002, el evento en sí mismo fue de una trascendencia impensable para todos los asistentes antes de entrar en los Salones Patek Philippe. La convocatoria de prensa a nivel mundial, el despliegue de medios, el número y nivel de los miembros de Patek asistentes y, por encima de todo, el mensaje que la marca ginebrina pretendía transmitir y efectivamente transmitió, merecen el titular de evento del año y quizás de la década.
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Patek Philippe Rare Handcrafts Exhibition – el evento, su entorno y la puesta en escena
La puesta en escena fue realmente espectacular, atípica, y estoy convencido que muy estudiada. Al entrar en los ya conocidos pero siempre impresionantes salones Patek Philippe de Ginebra, y después de los consabidos saludos, nos invitan a subir a la tercera planta, la totalidad de la cual está destinada a la exposición. Todo ello sin decirnos palabra de lo que allí íbamos a ver. En lugar de la típica presentación o discurso inicial, nos dejaron descubrir y deducir por nosotros mismos en que consistía el evento.
Fue realmente curioso porque no había ninguna ruta establecida y dada la extensión de la sala, cada cual realizaba su recorrido de forma improvisada e intuitiva. A través de cuadros colgados en las paredes, que reproducían los distintos diseños de la piezas que se exhibían, pudimos confirmar nuestra predicción de que el tema principal serían los esmaltados y otros «Mètiers d’Art». Ello se reafirmó al ir contemplando las distintas vitrinas que llenaban prácticamente todas las paredes y que alojaban los relojes. Las muestras de asombro que se dejaban oir me guiaron hasta un rincón, sin ninguna distinción especial, en el que se hallaba la vitrina del nuevo Sky Moon Tourbillon 6002G.
Pero aparte de estas piezas, la prueba de que Patek había puesto toda la carne en el asador eran las numerosas mesas de trabajo distribuidas a lo largo de toda la sala, en las cuales se demostraba en vivo el proceso de realización de estos oficios artesanales. Es más, las mesas estaban ocupadas por los maestros artesanos, en este caso mayoría de maestras, responsables de los esmaltados, grabados y engastados de los relojes que se exhibían, 6002G incluido.
Había tanto que ver, descubrir e intentar fotografiar, que uno no sabía por donde empezar. Patek Philippe concedió libertad absoluta para fotografiarlo todo y para hablar e interrogar a quién quisiéramos. Todo esto creó cierto estrés, pues a estas alturas aun nadie nos había dicho de cuanto tiempo dispondríamos. Pero repito que todo estaba estudiado y que probablemente el ansia creada era lo que se pretendía. A medida que transcurría el tiempo, nos dimos cuenta de que no hacía falta correr, porque se desprendía que no había límite temporal definido para intentar absorberlo todo. El plan era que lo descubriéramos por nosotros mismos y en el orden que mejor nos pareciera.
La importancia del evento también se desprendía de la absoluta implicación de la cúpula directiva de Patek Philippe. Tanto los diversos directores de zona, en nuestro caso John Vergotti, así como el mismo Thierry Stern, Presidente de la firma, se movían tranquila e informalmente entre las mesas, atendiendo personalmente a quién lo solicitara y dando toda clase de explicaciones sobre lo que allí se veía.
Patek Philippe Rare Handcrafts Exhibition – El esmaltado
En las mesas de esmaltado se podían ver todos los útiles, pinturas y pigmentos que se utilizan para realizarlos, junto con diversas esferas, o cajas en el caso de los pendulettes, que mostraban distintos estadios del proceso. El colorido y la fascinación que transmite un esmalte «grand feu» realizado por un maestro es muy difícil de captar en imágenes, más con la aglomeración que sufría cada una de las mesas, pero aquí tenéis algunas muestras.
Aunque la mayoría de asistentes ya teníamos conocimientos más o menos extensos de las diversas técnicas de esmaltado, estos se ampliaron notablemente al poder ver al natural lo que uno conoce solo como teoría y muy especialmente con las amables y pacientes explicaciones y respuestas de las maestras esmaltadoras. Una de ellas, una madrileña licenciada en Bellas Artes, que se inició en Suiza de forma no prevista en las técnicas de esmaltado y que ahora forma parte del equipo de Patek Philippe, nos describió con todo detalle el proceso de cocción del esmaltado y sus peculiaridades y dificultades.
Así aprendí que un error en el tiempo o temperatura de cocción, no solo puede resquebrajar el esmalte, sino que también puede doblar la placa sobre la que se aplica, todo ello con el mismo resultado, que es partir nuevamente de cero. Otra peculiaridad por mí desconocida es que en función del tipo de tonalidades de esmalte que se quiere obtener hay que utilizar una aleación determinada de oro para la base de la esfera. Así para unos colores solo será adecuado el oro amarillo y para otros el oro rosa o rojo.
Estas ocasiones son perfectas para apreciar detalles que uno no imagina, como el hilo de oro de la imagen superior, enrollado en un canuto como si fuera hilo textil, que se utiliza para realizar los contornos y dibujos del esmaltado cloisonné, como el que se aplica en la esfera del mismo 6002G.
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Patek Philippe Rare Handcrafts Exhibition – El grabado
La técnica de grabado seguía el mismo planteamiento, con una maestra grabadora y su arsenal de punzones de distintas medidas, dando toda clase de explicaciones sobre su arte. Pero no solo se daban explicaciones, también se efectuaban «in situ» los mismos grabados que veíamos en las piezas acabadas. Al igual que con el esmaltado, se requiere tal nivel de precisión que el trabajo se realiza con la ayuda de un microscopio. Para que los asistetes pudieran visualizarlo con detalle, una cámara encuadraba y enfocaba la pieza que se estaba trabajando, proyectándola en tiempo real en una pantalla situada detrás del artesano.
El nivel de dificultad, y por tanto de peligro, en el grabado también es el mismo que en el esmaltado. El más mínimo error no permite rectificación alguna y sea cual sea el tiempo invertido en el grabado realizado solo queda fundir la pieza entera, volver a moldearla e iniciar de nuevo el trabajo. En la imagen inferior vemos el trabajo en vivo que realizaba delante nuestro la maestra grabadora en el bisel de oro blanco de un 6002G.
Patek Philippe Rare Handcrafts Exhibition – El diseño
Ya hemos visto el proceso y aprendido los detalles del esmaltado, el grabado y también el engastado, pero hay una fase previa, lógica e inevitable, en la cual pocas veces se piensa, que es el diseño en el cual se basan y deben reproducir estos maestros artesanos. Patek Philippe no lo pasó por alto y en las distintas mesas de trabajo se podían ver dichos diseños, que a veces producían tanta fascinación como el trabajo final.
En la imagen inferior podemos ver una mesa plagada de diseños y bocetos, tanto de la caja como de la esfera del 6002G. También se aprecian lo que deduzco deben ser los moldes con los que se realizará la carrura y el bisel de la caja de esta impresionante pieza.
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Patek Philippe Rare Handcrafts Exhibition – El fin de fiesta
Sin darme apenas cuenta, habían transcurrido más de dos horas desde que había entrado en los Salones Patek Philippe y llegó la hora del discurso a cargo de Thierry Stern. Se iniciaba el fin de una puesta en escena que se había planteado con el orden inverso al habitual.
La elocución de Thierry confirmó lo que la exhibición había desprendido por sí misma. Se trataba de transmitir a los clientes, aficionados y coleccionistas que a lo largo de décadas, el mayor garante de estos oficios artesanales había sido y es Patek Philippe. Parece que había un cierto malestar debido al auge mediático experimentado en los últimos años por los Métiers d’Art y por la percepción general por parte del público de que las marcas que lo habían mediatizado, principalmente Vacheron Constantin, aparte de su indiscutible legitimidad, aparecían como los únicos especialistas en estas artes relojeras.
Patek Philippe quiso dejar claro y patente su dominio de estos oficios artesanos en miniatura y especialmente de su compromiso con ellos, incluso antes del auge mediático que recientemente han experimentado. Tengo que admitir, no sin cierta vergüenza, que soy el primero que no asociaba en especial a Patek con este tipo de relojes. Ahora está claro que a todos los medios asistentes al evento, a los aficionados que leerán sus reportajes y desde luego a mí mismo, no nos quedará duda alguna de la legitimidad actual e histórica de Patek Philippe en estas especialidades.
Pero este desconocimiento previo tampoco es del todo culpa nuestra, ya que la estricta y en ocasiones excesiva discreción mediática de Patek Philippe en torno a sus realizaciones imposibilita que el público sea consciente de muchos aspectos y valores de la histórica manufactura ginebrina. También hay que admitir que la reciente presidencia de Thierry Stern parece haber dado nuevos aires a la política de comunicación de Patek Philippe que, sin entrar en excesos o estridencias, sigue una línea creciente de cercanía con el público en general.
Tras el discurso de Stern se nos comunicó que en la 5ª planta nos esperaba un lunch. Esto es habitual en cualquier evento, pero en este caso y especialmente por donde se ofrecía, es algo realmente excepcional. La quinta planta de los Salones Patek Philippe se asemeja más a un piso de lujo, pero de gusto exquisito, que a una superficie integrante de una boutique. Anteriormente ya había tenido el privilegio de acceder a ella en un par de ocasiones, pero dicho acceso estaba estrictamente restringido para grandes clientes y eventos privados muy especiales. Esta apertura a la prensa en general y la informalidad del lunch son una muestra más de la nueva y acertada política de Patek Philippe. Solo quedaba contemplar las inmejorables vistas del lago Leman a través de los impresionantes ventanales que ofrece esta planta noble y disfrutar en pleno relax de la agradable compañía.