La Patek Philippe Watch Art Grand Exhibition Singapore 2019 abrió sus puertas al público el sábado 28 de septiembre y así las mantendrá hasta el día 13 de octubre. Esta es la quinta edición de esta fastuosa exhibición, un evento que ha alcanzado tal dimensión que resulta realmente difícil de describir en letras para que el lector que no ha podido visitarla se pueda hacer una composición mínimamente real de ella.
La primera edición de la Watch Art Grand Exhibition tuvo lugar el año en Dubai el año 2012. En el 2013 se trasladó a Munich y a partir de aquí adquirió la frecuencia de bienal. Las dos siguientes ciudades afortunadas de acogerla fueron Londres y New York. En este enlace a la página web de Patek Philippe encontraréis información de todas ellas. En Watch Test publicamos en su día el relato en primera persona de las ediciones de Londres y New York. También podéis consultar la previa de esta exhibición de Singapore en este artículo.
La Watch Art Grand Exhibition había visitado Europa en dos ocasiones. También se había trasladado al continente americano en la edición Neoyorquina. Exhibirse en el continente asiático era prácticamente obligado. Cierto es que Dubai pertenece a Asia, pero se trata de una Asia totalmente distinta de la que desprende Singapore. Si la primera es una población que representa la cultura árabe, de la ciudad/estado del sudeste asiático emana predominantemente la cultura china, aunque si por algo se caracteriza Singapore es por su carácter multicultural, multiétnico y multireligioso. Por supuesto, ello se traduce en una ciudad donde conviven cuatro idiomas oficiales: inglés, malayo, chino y tamil.
El porqué de los tres últimos idiomas resulta evidente ya que proviene de los países del entorno de Singapore. La razón del inglés, aparte de cuestiones prácticas, debemos buscarla en el largo periodo en el que Singapore fue una de las muchas colonias del imperio británico.
Otra pregunta sería el porqué Patek Philippe ha elegido Singapore como sede de la quinta edición de su Watch Art Grand Exhibition ya que también tenía importantes urbes como Shangai o Hong Kong. De forma indirecta, la respuesta nos la proporcionó en una distendida charla el propio Jerome Pernici, director comercial y de marketing de Patek Philippe;
Dentro de este mercado del Sudeste Asiático, Singapore es el centro económico indiscutible. Las razones de ello son varias. Podríamos enunciar el demencial porcentaje de millonarios de su población, o que su aeropuerto es el mayor hub de todo el sur de Asia, pero esto sería un debate que excedería con mucho el fin de este artículo.
Quizás baste con mencionar que esta ciudad/estado alberga nada menos que 11 puntos oficiales de venta Patek Philippe, una cifra enorme para una firma tan comedida como es la ginebrina.
El espacio donde se celebra la Patek Philippe Watch Art Grand Exhibition es el Sand Theatre, situado en el enorme centro comercial que se ubica en las plantas inferiores del complejo Marina Bay Sand. Estamos hablando de la zona más reciente y moderna de Singapore, cuyo skyline se ve dominado por los grandes rascacielos que ya forman parte de la imagen de esta ciudad. Se trata de un ya famoso complejo, fácilmente reconocible por las tres enormes torres que soportan en su cima la plataforma en forma de barco que alberga una piscina infinita de 150 metros de largo, así como diversos restaurantes desde los que se puede contemplar Singapore en todo su esplendor.
En esta zona no encontraremos ningún establecimiento ubicado en el exterior. El motivo es puramente climático ya que la relativamente alta temperatura, de aproximadamente 32º C, combinada con la enorme humedad, que de media supera el 80%, hacen que sea poco apetecible pasear por el exterior. La consecuencia es que todos los encontraremos en el interior de gigantescos centros comerciales.
Como es habitual en cualquier evento organizado por Patek Philippe, todo estaba calculado y pensado hasta el más mínimo detalle. Un ejemplo es el transfer marítimo que nos trasladó desde el Hotel Fullerton donde nos alojábamos hasta una de las entradas del complejo y del Sands Theatre.
Se podía haber elegido un método de transporte más convencional, pero esto permitió a toda la prensa mundial asistente, sumergirse y navegar en el entorno de los grandes rascacielos. Pero, lo más simbólico fue probablemente el medio, el agua, que a través de su puerto ha sido el gran protagonista de la historia de Singapore y de su despegue económico hasta convertirse en una ciudad/estado con una de las economías más desarrolladas del mundo.