Rado Anatom
Rado relanza el Anatom cuarenta años después de su nacimiento, manteniendo todo su encanto y perfecta ergonomía en cuatro versiones.
La cerámica es un material milenario que no hace mucho que se utiliza en relojería. Multitud de marcas recurren ahora a ella para fabricar la caja de sus creaciones, pero sin duda, Rado es la firma en la que la cerámica forma parte de su identidad, comenzando con el primer material resistente a los arañazos del mundo utilizado en el DiaStar de 1962 y evolucionando hasta convertirse en una referencia en la producción de cajas de cerámica de alta tecnología. Veinte años después de este modelo y con los mismos materiales, el primer DiaStar Anatom de 1983 fusionó una resistente caja de Hardmetal, una aleación de carburo de tungsteno y titanio patentado por Rado, con un diseño de reloj elegante, plano y ergonómico que se adaptaba perfectamente a la muñeca. Para celebrar su 40º aniversario, Rado revive el Anatom en cuatro versiones con cerámica de alta tecnología.
Otra de las particularidades de Rado es la geometría cuadrada de muchas de sus referencias. Los relojes cuadrados llevan décadas aportando su encanto a las colecciones de la firma, desde la primera familia Manhattan de mediados de los años sesenta hasta el DiaStar Executive, el modelo V2200 y, posteriormente, el primer Anatom de 1983 y las creaciones de cerámica de alta tecnología de comienzos del siglo XXI. El Anatom era verdaderamente novedoso y revolucionario, y las marcadas líneas angulares desaparecieron en favor de líneas puras y fluidas que, combinadas con el cristal redondeado, hacían que el concepto “anatómico” oficial adquiriera todo su significado.
Si bien el nuevo Anatom mantiene las formas del original, los materiales, el tamaño y la textura de la esfera son diferentes. Ahora se utiliza cerámica de alta tecnología para el bisel y la corona, mientras que la caja central es de acero con revestimiento PVD negro. En comparación con el Anatom de 1983 y su anchura de 28 mm, los nuevos modelos miden 32,5 mm de ancho con una longitud de 46,3 mm y una altura de 11,3 mm.
Si bien la caja central y el fondo son de acero con revestimiento de PVD negro, el bisel y la corona están realizadas en cerámica de alta tecnología en negro mate. El cristal de zafiro cilíndrico sobre la esfera está biselado, metalizado en negro y pegado. En verde, azul o coñac, las esferas lacadas lucen un satinado horizontal y un degradado que se oscurece hacia el perímetro, donde se vuelve negro para mimetizarse con el bisel del mismo color. La escala horaria presenta índices de tipo bastón, rodiados, aplicados y con Super-LumiNova blanca, el mismo material luminiscente que encontramos en las austeras manecillas rectilíneas de horas y minutos. Bajo las 12 horas incluye el logo de Rado en blanco, una áncora móvil, sobre el nombre de la marca. En el hemisferio sur encontramos la discreta ventana de fecha a las seis horas, cuyo disco negro se camufla con la zona perimetral degradada en negro, y la denominación Automatic.
Además de estas tres referencias, Rado lanza una lujosa edición del Rado Anatom limitada a 40 unidades caracterizada por su bisel de cerámica pulida, una esfera negra lacada en negro brillo y once diamantes de talla baguette como índices horarios. Las inscripciones Rado y Jubilé están impresas en plateado y la aplicación de Super-LumiNova se limita a las manecillas de las horas y los minutos.
Las cuatro versiones del Rado Anatom se entregan con una deportiva correa de caucho texturizada con un cierre deployant de acero recubierto con cerámica de alta tecnología. Del mismo modo, todas ellas implementan el mismo mecanismo automático Rado R766, una evolución más delgada y ligeramente superior del ETA 2892 con una reserva de marcha que se aumenta hasta las 72 horas y una espiral antimagnética Nivachron.
El precio de las tres versiones Rado Anatom de producción estándar es de 3.750 €, mientras que la edición limitada se entrega en una caja del 40º aniversario numerada individualmente a un precio de 11.300 €.