La certificación Qualité Fleurier – 2ª parte: los criterios
Retomamos nuestro segunda parte del artículo sobre la certificación Qualité Fleurier donde lo dejamos, exponiendo a continuación los cinco criterios que deben superar los relojes presentados. Como veréis, comprende todos los aspectos objetivos más importantes que debemos tener en cuenta para poder valorar un guardatiempos: origen, cronometría, acabados, fiabilidad y precisión. A cada uno de ellos, le corresponde un vídeo que espero sea lo suficientemente esclarecedor.
1. Fabricado 100% en Suiza
Los materiales pueden proceder de cualquier lugar del mundo, al igual que el diseño y el concepto teórico del proyecto. Sin embargo, todo el trabajo de fabricación del reloj y cualquier fase involucrada en el mismo, incluso la menor transformación del material, deberán realizarse en Suiza. Estos criterios han sido añadidos al proceso de certificación en 2012.
Este criterio se distingue así, con toda claridad, del que requiere la etiqueta “Swiss Made” , que conlleva pocos controles adicionales y se concede cuando el 50% de la “cabeza” del reloj (es decir, el reloj antes de que se le haya colocado la correa o el brazalete) haya sido producido en Suiza. Para la obtención del certificado de la FQF no se tolera ninguna excepción a este primer criterio, y la procedencia se verifica de manera estricta en todos los casos.
Criterios de Control
Los requisitos de «Fabricado 100% en Suiza» se refieren sólo a la cabeza del reloj, con exclusión de la correa y el cierre, que consta de tres partes: la caja, el dispositivo indicador (affichage) y el movimiento completo.
El origen del material es libre, pero su transformación debe ser necesariamente ejecutada en Suiza. La transformación de los materiales en semi-productos avanzados (ébauches cortados, estampados, etc ) y productos terminados, deben llevarse a cabo en suelo suizo, con la excepción de las operaciones de laminado, estirado y trefilado.
Los diferentes tipos de tratamientos, decoración y acabado aplicados a los componentes (tratamiento térmico, laminado, PVD, CVD, biselado, pulido, satinado, perlado, etc.) también deben llevarse a cabo en territorio suizo, de la misma forma que el engastado.
El diseño, la construcción y los prototipos de la cabeza del reloj deben llevarse a cabo en Suiza, igual que las diversas etapas de montaje después del procesado final del material, pre-montaje, montaje, acabado, ajuste, terminación y comprobaciones finales.
Exenciones
La cuna del diseño del reloj se deja a discreción de las marcas. Si algunos de los procesos o tratamientos no están disponibless en Suiza, se informará al grupo de expertos que deciden sobre ellos. El corte de las piedras preciosas se puede ejecutar fuera del territorio suizo.
Procedimiento de Control
El solicitante deberá presentar del grupo de expertos un protocolo de control debidamente documentado, en el que se detalle para cada cabeza de reloj, el lugar de ejecución de cada operación y de fabricación de cada componente, y la identidad de proveedores y subcontratistas. A petición del grupo de expertos, deberán proporcionarse las pruebas necesarias para su comprobación (albarán de entrega, certificados de origen, etc.). El solicitante debe estar disponible para recibir posibles auditorías en sus lugares de producción y en la de sus subcontratistas.
2. Criterios estéticos artesanales
Algunos criterios de acabado estético exclusivos se exponen en un conjunto de especificaciones extremadamente restrictivas. Cada una de las piezas de los relojes se somete a un control microscópico para evaluar su nivel de calidad y garantizar una búsqueda de la excelencia absoluta. Sin embargo, estos requisitos no se deben aplicar en detrimento de la fiabilidad técnica.
Criterios técnicos y estéticos
El movimiento debe cumplir con una exclusiva calidad estética de acabado. Esta especificación define el nivel de acabado de las piezas y su decoración. Ha sido largamente discutida y aprobada por un grupo de expertos que reúne a especialistas en investigación, educación y producción.
Materiales
Deberán ser utilizados metales o cerámica tradicional, preciosos o de vanguardia. Está prohibido el uso de materiales plásticos.
Acabado exclusivo
La decoración debe justificar un valor añadido que refleje una considerable experiencia técnica implementada en la búsqueda de una calidad excepcional. Sin embargo, estos requisitos no podrán ofrecerse en detrimento de la fiabilidad técnica.
Medios
Los procesos de fabricación destinados a lograr las decoraciones pueden ser mecánicos o manuales; a pesar de ello, no son toleradas las operaciones industriales masivas.
Tratamiento superficial
El tratamiento galvánico de las furnituras no es obligatorio, pero si se aplica, debe mejorar las características técnicas y estéticas del movimiento. El niquelado por sí solo no es admitido, pero se permite en piezas de acero que requieran ser protegidas de la oxidación.
Procedimiento
La oficina técnica de la Fundación controla el kit de piezas de repuesto, los controles de certificación COSC y el paso del movimiento de prueba Chronofiable . En caso de duda, se recurre a la Comisión Técnica (Presidente y asesores).
3. COSC – El control de cronometría
La precisión de cada movimiento está controlada por la referencia en la materia, el Control Oficial Suizo de Cronometría (COSC), la única instancia habilitada en Suiza para entregar el tan deseado título de « cronómetro » a aquellos mecanismos que superen un conjunto de pruebas específicas. Dichas pruebas tienen lugar a lo largo de dos semanas, durante las que el movimiento se pone a prueba en cinco posiciones y a tres temperaturas diferentes. La variación media de la marcha no debe de salir del rango de tolerancia de -4/+6 segundos por día.
Los movimientos se evalúan según la norma ISO 3159, que establece la definición del término «cronómetro», describe las categorías, el programa de pruebas y los requisitos mínimos aceptables. Solamente los movimientos que cumplan los criterios de precisión establecidos por esta norma recibirán un certificado oficial de cronómetro.
4. Test Chronofiable – Fiabilidad
La fiabilidad se controla por medio del protocolo Chronofiable, que se practica, de manera aleatoria, sobre una muestra representativa de relojes acabados. El test Chronofiable se lleva a cabo en un laboratorio independiente y certifica la resistencia de un movimiento frente a los golpes, el uso, el agua o el magnetismo, por citar algunos de los criterios, evaluados en varias etapas:
- Un ciclo de envejecimiento que equivale a seis meses de uso.
- Ciclos de pruebas diseñadas para medir las fuerzas de tracción y presión sobre la tija del remontoir.
- Ciclos de pruebas diseñadas para medir las fuerzas ejercidas sobre los pulsadores (cronógrafo, correctores, etc.) y bisel giratorio.
- Pruebas sobre las reacciones a los campos magnéticos.
- Pruebas de resistencia al choque utilizando un péndulo pesado, a excepción de las complicaciones delicadas.
- Prueba de resistencia al agua.
Según la producción de una referencia, deberán presentarse el siguiente número de relojes (sin la correa o pulsera):
- Para un modelo producido en una serie de 1 a 100 unidades: 5 unidades.
- Para un modelo producido en una serie de 101 a 200 unidades: 10 unidades.
- Para un modelo producido en una serie de más de 201 unidades: 20 unidades.
5. Fleuritest – un simulador de uso sobre el reloj terminado
El quinto y último test en el proceso de certificación de la Fundación Calidad Fleurier es probablemente el más impresionante y sin duda el más exclusivo: el Fleuritest, que certifica el correcto funcionamiento del reloj terminado. Se trata de una de las pocas pruebas que se realizan en el mundo sobre el producto acabado: un reloj dentro de su caja y preparado para la venta. Desarrollado exclusivamente para la Fundación Calidad Fleurier, la máquina Fleuritest es un simulador de uso único en el mundo, que somete a los relojes a una serie de movimientos en tres dimensiones que recrean las situaciones normales de la vida diaria. El test de precisión de los relojes se lleva a cabo durante 24 horas. Estas situaciones van seguidas de una serie de fases más tranquilas, cuyo fin es corresponder al máximo a un ciclo completo de 24 horas en la muñeca. La máquina del Fleuritest mide con total fidelidad la precisión del reloj para marcar la hora, y no tolera ninguna desviación que se encuentre fuera del límite de 0 a + 5 segundos al día.
Desde el otoño de 2014, la Fundación Calidad Fleurier pone la máquina Fleuritest a disposición de cualquier marca suiza, aunque no forme parte de la Fodation Qualité Fleurier, pero que sin embargo desee poder acceder a una parte de sus procedimientos de pruebas. Este servicio de laboratorio que se denomina “FQF-Lab”, tiene como objetivo permitir a otras marcas beneficiarse de unas instalaciones provistas de la última tecnología y ofrecerles una oportunidad de evaluar su producción. Recurrir al FQF-Lab no concede el derecho a recibir el certificado de la Fundación Calidad Fleurier, que conlleva cuatro test adicionales. A cambio, lo que ofrece a los fabricantes de relojes es una oportunidad única de evaluar su trabajo y continuar optimizando los procesos industriales.
El certificado más exigente de la relojería suiza
El certificado de la Fondation Qualité Fleurier es, sin la menor duda, el más exigente del mundo en la actual industria relojera y debe este estatus a tres aspectos fundamentales:
Neutralidad
Su independencia de las marcas a las que representa asegura un criterio imparcial y garantiza que no hay riesgo de tratamiento preferencial o ninguna concesión por conveniencia.
La naturaleza complementaria de los tests
Los cinco test que lo forman aseguran que este certificado tiene en cuenta todos los aspectos de fiabilidad y resistencia que afectan a la vida de un reloj, combinándolos con importantes requisitos estéticos y garantizando su origen suizo. El certificado Fundación Calidad Fleurier está basado en la premisa de que la naturaleza complementaria de las pruebas representa la única respuesta global y auténtica a la búsqueda de una demanda de calidad sin concesiones.
Reproducibilidad industrial
El certificado FQF abarca la producción industrial de relojes. Esto obliga a las marcas a desarrollar procesos de fabricación que sean reproducibles, manteniendo al mismo tiempo una calidad extremadamente alta. Y ahí se encuentra el principal reto. La demanda de calidad comienza a partir de la concepción inicial del objeto, con la necesidad de desarrollar una base de excelencia. Continúa con la programación de la maquinaria y la optimización de su trabajo, requiriendo un dialogo permanente entre los técnicos y los relojeros, conformando un sistema que produce una enorme cantidad de resultados positivos y que lleva a un progreso continuo.