La moda de los nuevos materiales

El acero y el oro, y en mucha menor medida el platino, eran los materiales utilizados tradicionales por la industria relojera para fabricar las cajas. Pero esto empezó a cambiar a partir de los años 80 con la aparición de las primeras referencias en titanio y cerámica, fruto del trabajo llevado a cabo después de la crisis del cuarzo de los años 70. 

Casi 40 años más tarde, el acero y el oro mantienen su posición predominante, aunque en estos últimos años se les ha unido una creciente variedad de materiales: Carbono TPT, Magic Gold, BMG-TECH, fibra de carbono, cerámica, acero cementado, zafiro, magnesio o composite son algunos de ellos. Raros al principio, son cada vez más las firmas que se unen a esta carrera tecnológica de implementar en sus relojes los material más ligeros, resistentes o irrayables.

Richard Mille RM 25-01 Tourbillon Adventure Sylvester Stallone (Carbono TPT)

El diseño y desarrollo de nuevos productos es a menudo un factor crucial en la supervivencia de una empresa. En un panorama industrial global que está cambiando rápidamente, las empresas relojeras deben revisar continuamente sus diseños y gama de productos. Esto también es necesario debido a la competencia feroz y las preferencias cambiantes de los consumidores, ofreciendo cada año un importante número de novedades, más o menos relevantes, con el objetivo de mantener y alimentar constantemente su presencia mediática.

¿Pero cuál es el objetivo del I+D?. El aumento final en las ventas a través de un proceso de investigación que permita, por un lado, conseguir innovaciones que aplicar a los productos existentes, y por otro desarrollar prototipos de otros nuevos. Con una adecuada inversión se puede conseguir que la concepción técnica, prestaciones y/o el diseño de los productos sean superiores a los de la competencia, lo cual repercutirá positivamente tanto en la imagen de marca de la empresa como en sus ventas.

IWC Ingenieur Automatic Carbon Performance

Las dudas surgen cuando debatimos sobre si la implementación de nuevos materiales en la fabricación de las cajas son fruto de la respuesta de las empresas a las necesidades y demandas de los consumidores, o si por el contrario, es debida a que son las empresas las que crean una necesidad ficticia apoyada en la engrasada maquinaria de marqueting de la alta relojería. En mi opinión, y como acostumbra a suceder, no es ni blanco ni negro, sino gris: la  legítima y fascinante búsqueda por ofrecer mejores productos se mezcla de forma difusa con los feroces intereses comerciales.

A pesar de todo ello, las ventajas que los nuevos materiales nos ofrecen siempre tendrán una valoración subjetiva en función de nuestras preferencias sobre las cualidades que pedimos a un reloj, a las que debemos sumar la importantísima y vital importancia de su diseño y estética. Y si por si fuera poco, deberíamos tener en cuenta el fuerte incremento de precio que conllevan estos nuevos materiales y valorar si sus «ventajas» responden a una necesidad propia o simplemente nos gusta su diseño o su exclusividad.

Hublot Big Bang Meca-10 Magic Gold

¿Realmente necesitamos un reloj ultraligero?. Yo no. Es más, me gusta sentir el peso de un reloj en mi muñeca. ¿Y uno que sea casi irrayable?. Con lo fácil que es pulir una caja de acero tampoco lo veo una prioridad. Otra cuestión es si lo valoramos por su estética y/o exclusividad del mismo modo que tradicionalmente se valora el oro por encima del acero como un indicador de status social.

Aplaudo fervientemente el trabajo de I+D en relojería, especialmente en lo que se refiere a la mecánica, pero también creo debemos hacer una pequeña pausa en esta moda de los nuevos materiales en las cajas y no dejarnos llevar por sus ventajas elevadas a la categoría de necesidad por las propias marcas, no por el público.