Las tendencias de la Alta Relojería según la FHH
Con su recién publicado informe "FHH Watchmaking Trends Report 2018", la FHH nos predice cuales serán las tendencias de la Alta Relojería en los próximos años.
La FHH (Fondation de la Haute Horlogerie) acaba de publicar su informa anual FHH Watchmaking Trends Report 2018. Se trata de un extenso documento que en base a las últimas novedades vistas en este 2018 en el salón SIHH ginebrino y en la feria de Baselworld, nos predice las tendencias de la Alta Relojería que dominarán el futuro próximo de este sector.
Este informe proporciona algunos datos estadísticos sobre mercados, empresas, empleados y cifras económicas, pero lo más interesante (la mayor parte del informe), se centra en los apartados estéticos y técnicos que definirán los relojes. El informe se centra en tres grandes apartados; los elementos externos de los relojes, su diseño y su apartado mecánico.
A continuación, realizaré un resumen de lo que la FHH predice en su informe sobre estos tres apartados.
Los elementos externos del reloj
El acero es el rey
Según la FHH, el acero es el rey de los metales para las cajas de relojes, mientras que el acero queda reservado para clientes “clásicos” de las grandes firmas de la Alta Relojería. El motivo, aunque el informe no lo mencione expresamente es atraer a los “milenials”, que evidentemente son el futuro de este y de cualquier mercado. Dicho de otro modo, es una cuestión de precio y de poder adquisitivo. El Titanio también se mantendrá como metal principal en relojes de carácter deportivo.
Parece que ya nadie niega que el enorme cúmulo de relojes ostentosos realizados en oro solo se mantenía por la la euforia económica que disfrutó el primer mundo durante un par de décadas. La finalización de dicho periodo, que ha dado paso a la crisis económica en la que parece nos hemos instalado, ha comportado la disminución extrema de la clase media. Por tanto, el gasto en relojes que se realizaba de forma generalmente irracional y en la mayoría de casos con fines de ostentación, ha dado paso a la racionalización en la compra.
Pero, si nos centramos en las firmas del más alto nivel hay que distinguir entre dos estrategias. Una la personifica vacheron Constantin con su nueva colección FIFTYSIX que con precios más asequibles busca atraer a la marca clientes que hasta ahora ni se plateaban adquirir uno de sus relojes. La otra es Patek Philippe, en la cual el acero es una «rareza» y que lo reserva para sus relojes de carácter «deportivo» pero cuyos precios siguen siendo solo accesibles a personas con alto nivel adquisitivo.
Necesidad de personalización
Según la FHH, el cliente actual y futuro de la Alta Relojería exige que se le otorgue la capacidad de personalizar su reloj. El informe se refiere concretamente a las correas y pulseras que sujetan el reloj a nuestro brazo. En este apartado, se deben ofrecer diversas alternativas, tanto prácticas como estéticas, y permitir que el propietario del reloj pueda realizar el cambio por si mismo.
Sobre este tema hemos predicado en Watch Test durante años y como dice el refrán, ha sido como hacerlo en el desierto. Cualquiera que haya vivido el “fenómeno Panerai” es consciente de que el enorme y repentino éxito de la firma italiana de debió a tres factores; un tamaño de reloj y un diseño que se apartaba de todo lo existente, un precio de entrada “asequible” y la posibilidad de intercambio de sus correas. Los dos primeros puntos forman parte del ADN de Panerai, pero el tercero era y es plenamente exportable por cualquier marca, desde las más clásicas a las más vanguardistas.
Parece que al final el sector ha abierto lo ojos y estos últimos años hemos visto como muchas marcas ofrecen diversos tipos y colores de correas para un mismo reloj. Al mismo tiempo también se han desarrollado mecanismo para que el cliente pueda intercambiar pos sí mismo la correa sin necesidad de herramientas o conocimientos especiales.
Menos Arte y más colores
Así es como define textualmente la FHH esta tendencia de la Alta Relojería. Se podría resumir como que el cliente ya esta cansado de la dicotomía entre esferas negras y blancas. Exige nuevas opciones tonales y con ello no se refiere a los Métiers d’Art, que según la FHH están de baja.
En la primera parte de esta afirmación, la de ofrecer más colores de esfera, debo estar de acuerdo ya que es de perogrullo, pero con ciertas limitaciones. Si hablamos de colores de esfera que se estandaricen en el sector, el único que veo realmente alternativo a los clásicos blanco y negro es el azul. Veo imposible que las otras tonalidades básicas o sus derivadas, verde, amarillo y rojo, tomen peso en el diseño de los relojes.
En la tendencia a la baja de los Métiers d’Art que predice la FHH no estoy de acuerdo. Lo estoy parcialmente si se refiere a que este tipo de trabajos artesanales desaparecerán de las de gama media e incluso medio-alta. No lo estoy si esta afirmación se refiere al conjunto del sector. No me cabe duda de que los relojes con trabajos artesanales están adquiriendo una gran importancia en la Alta Relojería. Eso sí se concentrarán en un grupo muy reducido de marcas del máximo nivel.
El Diseño
El clásico es el rey
Digna y loable aseveración. Leyendo entre lineas, viene a decir que el tiempo de las extravagancias se ha acabado. Las muchas personas que compraban relojes de precios altísimos sin tener el más mínimo aprecio por la relojería, con el único objetivo de ostentar, se ha terminado con la crisis económica. Ahora, el gran público solo adquiere bienes caros bajo estrictos parámetros de racionalidad. Estos tiempos de crisis también han provocado que la ostentación genere rechazo, justo lo opuesto de la admiración y envidia que provocaban los tochos de oro ceñidos a una muñeca.
Por todo ello, es evidente que la tendencia actual vuelve a ser la que había predominado durante toda la historia de la Alta Relojería: calidad, elegancia y discreción.
Iconos accesibles
Contar con un auténtico reloj icónico en el catálogo es el grial de cualquier marcas de Alta Relojería. Muchas de las marcas que conforman este sector cuentan con él. El problema es que también muchas se habían olvidado de él en pos de nuevos diseños, que en muchas ocasiones no aportaban nada.
Por tanto, es lógico que se recuperen estos iconos y que se cuiden como no se había hecho durante décadas.
EL más reciente caso de éxito en este sentido es el nuevo Santos que nos ha presentado Cartier este año. Un rediseño perfecto de un gran icono que además tiene la cualidad de no perder nada de su esencia. Por si fuera poco su precio se puede considerar de muy asequible. Un perfecto ejemplo de lo que la FHH define como «Iconos asequibles».
Vintagemanía
Esta es una tendencia, la de los relojes de estética vintage, que nadie puede negar que se está incrementando notablemente en los últimos años. Las razones son varias. Una de ellas es el indudable e irracional (en términos objetivos) atractivo que despiertan actualmente los diseños de principios del siglo XX, cuando se desarrollaron en todo su esplendor los relojes de pulsera.
El otro motivo es mucho más pragmático. Es extremadamente difícil crear un nuevo diseño en un objeto tan limitado por parámetros funcionales (no olvidemos que es un instrumento) como es un reloj. No es exagerado afirmar que en términos de diseño la relojería ya ha llegado al límite. Difícilmente se puede diseñar algo nuevo sin que afecte a la funcionalidad o la destruya completamente. Tampoco es algo de extrañar ya que también ocurre en un sector tan libre como es la moda.
Por ello, es lógico y casi obligado que muchas marcas recurran a sus archivos históricos para lanzar reediciones o «inspiraciones». A menudo superan con mucho los diseños más recientes.
Los Movimientos
Fino y preciso
Según la FHH, la tendencia en los mecanismos de los relojes es que deben ser finos, precisos y fiables. Aleluya!!!. Resulta hasta cierto punto paradójico que ahora se reivindiquen de nuevo tres parámetros que siempre habían sido irrenunciables en cualquier reloj digno de denominarse Alta Relojería.
Salvo muy pocas firmas, la mayoría del sector había aprovechado la época de «vacas gordas» para obviar estas tres cualidades. Se vendían como churros relojes de altísimo precio cuyo movimiento era un «tocho» y que no garantizaban (salvo el COSC) ningún tipo de precisión cronométrica. Es decir, nos podíamos gastar más de 20.000 euros en un reloj, que este sufriera una variación de 20 segundos al día y… no pasaba nada.
Afortunadamente, algunas marcas históricas nunca han renunciado a la preceptiva finura de sus movimientos. Por poner dos ejemplos, Patek Philippe y Vacheron Constantin siempre han buscado la máxima delgadez en sus calibres y por tanto en los relojes que los equipan, independientemente del nivel de complicación.
De todos modos, el paradigma de la delgadez en los relojes siempre ha sido Piaget que ha buscado constantemente los límites. En los últimos años se ha sumado a esta filosofía Bvlgari que no cesa en su sana competición con Piaget por batir récords de delgadez año tras año.
En el apartado de precisión cronométrica y fiabilidad, el ejemplo a seguir es Patek Philippe. Con la implantación de su propio sello de calidad se comprometió con una precisión en sus relojes que dobla la del COSC. Por otra parte, con su departamento «Advanced Research» no cesa de investigar soluciones mecánicas avanzadas que mejoren, tanto la fiabilidad como la precisión de sus relojes.
Sinceramente, en este apartado, aunque el sector ya se vaya concienciando, veo un futuro a corto plazo muy complejo para un gran número de marcas. las que durante la época de bonanza donde todo se vendía, invirtieron enormes cantidades en el desarrollo de nuevos movimientos que prescindían de estos conceptos.
Las tendencias de la Alta Relojería según la FHH – Conclusión
Si tuviera que definir con dos términos las tendencias que vaticina la FGHH en su informe serían racionalidad y coherencia. Si lo analizamos llegaremos a la conclusión de que estas tendencias de la Alta Relojería que describe la fundación son «de perogrullo». LO que me deja un tanto perplejo es que haya tenido que sobrevenirnos una crisis galopante para que el sector (salvo excepciones) se haya dado cuenta de ello.
El cliente de este exclusivo sector es por regla general culto y, además del inevitable factor emocional, toma sus decisiones de forma racional. Curiosamente (o no) las personas que no siguen estas premisas ya han dejado de ser clientes de la Alta Relojería. Cierto es que los nuevos ricos y las ansias de ostentación aun siguen presentes en mercados emergentes como es el asiático, pero también es previsible que tarde o temprano ocurrirá como en el el mercado Europeo y Americano: se terminará.
De todos modos, en mi humilde opinión, la FHH ha olvidado un concepto que ha llevado a una marca relativamente nueva como es Hublot a la cima. Me refiero concretamente a su concepto de fusión de materiales, que se ejemplifica a la perfección en la caja de su Big Bang. Con esta arquitectura se pueden aunar diversos materiales en una misma caja, con las consiguiente ventajas que ello conlleva en cuanto a diversidad estética y en cuanto a la funcionalidad que otorgan ciertos metales o compuestos aplicados en elementos concretos de la caja.
En fin, esperamos y deseamos que estas tendencias, todas ellas racionales, que predice la FHH para los tiempos actuales y futuros de la Alta Relojería, se cumplan. Todo el sector saldrá beneficiado y por supuesto el cliente también.